Lunes, 25 Noviembre 1996
Nov25

Polémica entre revolucionarios y reaccionarios

Ahora que recientemente se ha reeditado la polémica entre revolucionarios y reaccionarios, entre izquierda y derecha y entre aquellos que dicen estar del lado de las fuerzas del progreso y la igualdad contra aquellos otros que sostienen que la desigualdad es natural y consustancial al hombre, bien valdría la pena hacer algunas reflexiones acerca de estos conceptos.

Lo primero que habría que decir es que la geometría política, aunque ambigua y cuestionable, aún hoy sigue siendo utilizada -la mayoría de las veces con fines maniqueos- para delinear bandos y situarse dentro del espectro político.

Quienes generalmente recurren a ella lo hacen para ubicarse cómodamente en el centro, para desde ahí poder censurar los radicalismos de sus contrarios de derecha o de izquierda, según sea el caso.

En la actualidad, hay que decirlo, vivimos una época ajena a los extremismos, por lo que no es extraño que todos los partidos políticos tiendan a localizarse en un punto intermedio, ya sea como de centro-centro, centro-izquierda o centro-progresista y centro-derecha.

Los priístas ya no quieren ser de ``extrema izquierda pero dentro de la constitución'', como en alguna ocasión llegó a declarar Adolfo López Mateos, aunque tampoco de derecha como recientemente los calificó el intelectual Lorenzo Meyer; los perredistas quieren dejar atrás los radicalismos y métodos violentos de la izquierda tradicional mexicana y los panistas, a decir de su nuevo dirigente nacional Felipe Calderón Hinojosa, pugnan ahora por convertirse en un partido de centro y no de derecha, como actualmente se les etiqueta.

En fin, todos buscan la comodidad del centro, no sólo por un asunto de conveniencia ideológica, sino de estrategia, ya que hoy por hoy nadie puede negar que el grueso de los electores ahí se concentra, en el centro.

Pero ¿qué distingue a la izquierda de la derecha?

Según diversos autores, son dos las características fundamentales para diferenciar a una de otra. La primera y más importante, de acuerdo Norberto Bobbio, es su actitud ante la igualdad. La segunda, es su actitud hacia el pasado.

En una de sus últimas obras (Derecha e Izquierda. Razones y significados de una dintinción política), Bobbio sostiene que aquellos que se declaran de izquierda dan mayor importancia en su conducta moral y en su iniciativa política a lo que convierte a los hombres en iguales, mientras que los de derecha están convencidos de que la desigualdad es consustancial al género humano, pues desde que los hombres nacen son diferentes, distintos unos de otros.

La izquierda, entonces, se caracteriza por luchar contra la desigualdad social y por remover los obstáculos que convierten a los hombres y a las mujeres en menos iguales. En síntesis, la izquierda tiende hacia el igualitarismo y la uniformidad política, social y económica.

La derecha, por el contrario, no tiene esta cuestión entre sus preocupaciones prioritarias, ni en la teoría ni en la práctica, pues parte del principio de que los hombres son desiguales por naturaleza y que las desigualdades entre unos y otros son ineliminables.

Con respecto a su actitud hacia el pasado, los de izquierda generalmente lo rechazan y proponen su transformación; en cambio, los de derecha consideran que en el pasado, en las tradiciones, usos y costumbres de una sociedad, están los cimientos sobre los cuales se pueden y se deben plantear los nuevos proyectos políticos, económicos y sociales de una comunidad.

Vistas así las cosas, valdría la pena hacernos otras preguntas.

¿Es la derecha necesariamente reaccionaria? ¿Puede haber quien se declare de izquierda o centrista y sea en la práctica un consumado reaccionario?

Para responder tales interrogantes habría que definir, primero, qué se entiende por reacción. El prestigiado Diccionario de Política, bajo la dirección de Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino, nos dice que el término indica todo comportamiento colectivo que, oponiéndose a un determinado proceso evolutivo, trata de hacer retroceder a la sociedad hacia estadios que dicha evolución había superado.

En palabras más simples, un comportamiento reaccionario puede definirse como aquél que va dirigido a invertir las tendencias que en las sociedades modernas se encaminan a la democratización del poder político y a la homologación de los niveles de bienestar de sus integrantes.

Toda esta revisión de conceptos he querido traerla a colación para abordar un par de cuestiones que mucho tienen que ver con la congruencia entre el decir y el hacer, entre los postulados ideológicos y la praxis de los dirigentes del PRI y la necesaria moderación que todo político y gobernante deben guardar en el ejercicio de sus funciones.

Que hoy el PRI a través de su dirigente formal en el estado, Miguel Quirós Pérez, y algunos de sus cuadros sectoriales reediten un gastado discurso contra los reaccionarios de ayer y los derechistas de hoy, acusándolos de toda clase de intrigas, desde querer asaltar el poder para reivindicar fueros y privilegios hasta convertir a México en el traspatio de los Estados Unidos, no parece ser lo más sano.

Sencillamente porque ese discurso ya a nadie convence y tampoco a nadie espanta. Y si no, ahí está el Partido Popular Socialista para ver lo que le dejaron sus furibundas rabietas contra el imperialismo norteamericano y el partido de la reacción nacional.

Que Quirós Pérez y el gobernador Manuel Bartlett se lancen contra la derecha, esgrimiendo un discurso populista e igualitarista, tampoco resulta muy congruente, a juzgar por las graves y profundas desigualdades que los gobiernos priístas han dejado a la mayoría de los mexicanos durante los últimos 67 años.

Y que ambos se apoyen en la historia para convencernos de la legitimidad del PRI y los gobiernos emanados de la revolución mexicana, de que el triunfo de la reacción es moralmente imposible y de que el tricolor pugna por mantener enhiestas las banderas de la democracia y la justicia social, resultan igualmente poco o nada convincentes. La extrema pobreza en que viven más de 40 millones de mexicanos y las últimas victorias electorales del PAN y PRD en Coahuila y el estado de México parecen apuntar en otra dirección.

La primera incongruencia que salta a la luz es que el PRI no puede, conforme a las nociones aquí expuestas, tener un discurso revolucionario de izquierda y apelar a la historia y al pasado, como tradicionalmente lo hace la derecha, para mantenerse en el poder. Su doble lenguaje, pues, se presta a confusiones.

Y la segunda es que a pesar de su discurso revolucionario, el PRI y algunos de sus principales dirigentes reflejan, en los hechos, un comportamiento reaccionario al tener la mirada puesta en el pasado.

Quisieran volver al nacionalismo revolucionario, al pluralismo partidista sin alternancia en el poder, a un régimen de economía cerrada con rectoría del Estado y al presidencialismo autoritario, sin frenos ni acotamientos.

Estos sectores duros del PRI, que según la noción del Diccionario de Política cabrían dentro del concepto de reaccionarios, también podrían ser situados dentro de la extrema derecha, al pugnar por la reinstauración de las tradicionales prácticas y normas de acceso al poder político y el retorno del viejo sistema partidista de simulación electoral.

Así las cosas no estaría por demás volvernos a preguntar: ¿Y dónde están ahora los reaccionarios? Es pregunta, que conste.

 

INTRAMUROS

            Cuando este día se reincorpore a sus oficinas la contralora municipal Martha Enriqueta Mercado Vivanco seguramente hallará en su escritorio una pila de expedientes que pondrán a prueba su capacidad y la de sus subordinados.

Se encontrará por supuesto el reporte del abogado José Luis Tlachi Escobar sobre las dificultades con que se topó el viernes pasado al intentar auditar el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (Soapap), posiblemente un borrador de su asesor jurídico Porfirio Yépez Garza con relación al ex director de Obras Públicas, Sergio Vergara Berdejo, y su presunta responsabilidad en las obras de construcción del Arco Oriente y los puentes que se levantaron sobre el río Alseseca, pero también se hallará con otro asunto incómodo.

Este último tiene que ver directamente con un funcionario de la actual administración municipal sobre el que se presumen diversas y graves irregularidades con el manejo de la nómina, que van desde la presencia de ``aviadores'' hasta la existencia de dobles y triples pagos sin motivo ni causa justificada a determinados empleados de la comuna

Se trata concretamente de Jorge Pérezlara Vicuña, a quien el actual director de Personal del ayuntamiento de Puebla, Javier López Rosete, ratificó como jefe de Departamento, con pésimos resultados para él y seguramente para la imagen de la actual administración.

El susodicho funcionario, que en la gestión de Rafael Cañedo Benítez cobraba como jefe de Recursos Humanos un sueldo de 11,880 pesos mensuales, ha sido descubierto en varias transas que datan desde el trienio anterior.

Se sabe, por ejemplo, que a través de Banco Unión hizo diversos depósitos a personas que nunca laboraron para el ayuntamiento, amén de otras pifias que tampoco fueron sancionadas pese a que con toda oportunidad se detectaron, como ciertos pagos a un inspector de Vía Pública al que debiéndole entregar 1,800 pesos mensuales por concepto de salario le pagaba 10 veces más.

La incomodidad del caso Jorge Pérezlara no estriba tanto en la dificultad de comprobarle sus irregularidades, sino en la seguridad que éste tiene de que saldrá avante de cualquier auditoría. Su argumento no parece ser endeble: se dice sobrino de la contralora.

 

EN CORTO

            El Comité Ejecutivo Nacional del PAN decidió por unanimidad rechazar la solicitud de veto interpuesta por Raymundo García García contra el resolutivo del Comité Directivo Estatal, de fecha 19 de agosto de 1996, que lo echó fuera de la dirigencia del Comité Municipal de Acatzingo. Su remoción tuvo como fundamento el artículo 85 fracción VII de los estatutos panistas, el artículo 6 del reglamento sobre de aplicación de sanciones y el artículo 19 del reglamento para el funcionamiento de los órganos municipales del PAN. Cabe aclarar que esta determinación no suspende los derechos partidistas del ex dirigente panista de Acatzingo, con todo y que fue removido por actuar con deslealtad a los principios y programas de Acción Nacional.  ***** Los que aún no saben quiénes son, ni a qué área del ayuntamiento de Puebla podrían incorporarse Jesús Rosas y José Santander, he aquí un par de tips. Los dos son abogados y pretenden llegar a la Dirección Jurídica de la comuna, aunque valdría la pena insistir que los antecedentes de ambos no son los mejores. El primero, por ejemplo, tiene varios procesos en su contra por asuntos crediticios, mientras que el segundo colaboró en el gobierno de Tlaxcala con Tulio Hernández Gómez. ***** Se confirma la visita del secretario de Desarrollo Social, Carlos Rojas Gutiérrez, a la entidad el próximo 29 de noviembre. Estará en la Universidad de las Américas en la inauguración de un seminario y luego viajará en helicóptero junto con el gobernador Manuel Bartlett a la Mixteca y a la Sierra Norte de Puebla. ***** Las secretarias de algunos funcionarios de primer nivel del gobierno del estado, como Eduardo Macip Zúñiga, Mario Marín Torres, Arturo Alonso García y Jorge Ramos Lobato se han convertido en las mejores vendedoras de boletos de la rifa del PRI del próximo mes de diciembre. Hay casos, como en la Sedueep, que una sola secretaria logra acomodar blocks completitos con valor de mil pesos entre los constructores que acuden a realizar cualquier clase de trámites para la autorización o pago de alguna obra. ***** La posibilidad de que el rector de la Universidad Autónoma de Puebla, José Doger Corte, amarre una candidatura a diputado federal por el PRI se vuelve cada vez más lejana, aunque aún no hay nada decidido y todo puede ocurrir. En cualquier caso no está por demás dejar asentado que el proceso interno de sucesión rectoral pende en buena parte de esta situación, pues las condiciones en la UAP serían distintas si el rector José Doger renunciara para contender por un cargo de elección popular que si éste continuará al frente de la institución. ***** Una trivia universitaria: ¿Qué vicerrector de la máxima casa de estudios de la entidad está siendo promovido por un influyente empresario entre su sector como el bueno de la sucesión rectoral de la UAP? Un tip y una recomendación. Se trata de un empresario de ascendencia libanesa muy cercano a José Doger. La recomendación: no se vayan con la finta, porque el bueno es otro. ***** El próximo 30 de noviembre tomará posesión la nueva directiva del Colegio de Ingenieros Civiles, la cual quedó integrada por José Antonio Suárez Bonet como presidente; Francisco Sánchez Carriles, Francisco Javier Savigñón, Ismael Salgado Salazar y Carlos Gabriel Osorio Vigil como vicepresidentes, y Nicolás Ojeda Portilla como tesorero. ***** Sin consenso concluyó el jueves pasado la undécima asamblea ordinaria de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Puebla para elegir al sustituto de Elvia Elena Moreno Muñoz, por lo que decidió integrarse una comisión que intentará antes de 15 diciembre sacar un candidato de unidad. ***** Este viernes habrán de celebrarse tres asambleas ordinarias de igual número de organismos empresariales. En la de Canacintra, Maximinio Bear Sanz se reelegirá por un año más; en la de Coparmex Puebla no habrá cambios sino una plática sobre el fenómeno de la transición a la democracia que impartirá Bernardo Ardavin Migoni; y en la de Coparmex Tehuacán tampoco habrá cambios aunque sí la visita del gobernador Manuel Bartlett. ***** En la semana que concluyó quedó integrado el Consejo Consultivo de Industria del ayuntamiento, para el cual fue electo como presidente Enrique Solana Sentíes, quien hasta antes de que Luis Eduardo Paredes Moctezuma decidiera reelegirse por un tercer año al frente de la Canaco se perfilaba como su virtual sucesor. ***** Y hasta la próxima.