Más allá del resultado de los comicios del pasado ocho de noviembre, la votación obtenida por cada uno de los principales partidos políticos tanto en la elección de gobernador como de diputados locales y de presidente municipal de Puebla ameritan un análisis detallado.

Así, una primera lectura de los resultados para gobernador nos revela que si bien el PRI obtuvo en este proceso el 54.07 por ciento de los votos, tal porcentaje es menor en 12 puntos al sacado por Manuel Bartlett hace seis años y en 35 puntos al logrado por Mariano Piña Olaya hace 12.

La afirmación de que Melquiades Morales es el priísta que mayor número votos ha tenido en una elección, es una verdad a medias, pues si bien el hoy gobernador electo obtuvo 760,939 sufragios -133,820 votos más que Manuel Bartlett-, lo cierto es que en términos reales su votación es proporcionalmente menor a la de sus antecesores.

Veamos el siguiente cuadro.

 

Elecciones de gobernador (PRI)

 

    1980       1986       1992       1998

Votos                523,847    606,646    627,119   760,939

Porcentaje             85.47      89.46      66.16     54.05

 

Fuente: Comisión Estatal Electoral

 

Un fenómeno distinto ocurre con los partidos de oposición, particularmente con el PAN. Su votación ha ido creciendo en porcentajes cada vez mayores. Del 11.68% que obtuvo en 1980 con Manuel Hinojosa González, subió a 13.29 en 1986 con Ricardo Villa Escalera, a 16.65 en 1992 con el mismo Ricardo Villa, y a 28.91 en 1998 con Ana Teresa Aranda de Orea.

En el caso de Acción Nacional, mas que los porcentajes llama la atención el incremento en el número de votos, pues en 18 años los candidatos de este partido a la gubernatura han pasado de 71,599 a 406,804 sufragios.

 

Elecciones de gobernador (PAN)

 

                            1980       1986       1992       1998

Votos               71,599     91,727    157,868     406,804

Porcentaje          11.68      13.29     16.65       28.91

 

Fuente: Comisión Estatal Electoral.

 

Si las votaciones de ambos partidos -PRI y PAN- se graficaran, es evidente que sus curvas tienden a confluir o cruzarse en un futuro no muy lejano (¿acaso en el 2004?), aunque depende de una condicionante: que las tendencias históricas del PRI y PAN se mantengan y el PRD no logre dar un salto tan espectacular como el que consiguió en los recientes comicios para presidente municipal de Puebla, gracias a la candidatura de Emilio Maurer Espinosa.

 

GRAFICA (Se enviará por diseño)

 

Paradojas comiciales

            El proceso electoral del pasado ocho de noviembre nos deja otras lecturas para la reflexión y el análisis de los datos, y es que si bien Acción Nacional logró en estos comicios una votación sin precedentes en su historia, la verdad es que en los hechos fue el gran perdedor.

De nada le sirvió haber conseguido el 26.78% de los votos para diputados de mayoría relativa contra el 50.98% del PRI, si tal porcentaje no se verá reflejado en la composición de la próxima legislatura local.

Por el contrario. El PRI, con 25 diputados de mayoría relativa y 1 de representación proporcional, no sólo tendrá mayoría calificada, sino una sobrerrepresentación. Me explico:

El Revolucionario Institucional con el 50.98% de los votos, ganó el 96.15% de los 26 distritos en disputa (sólo perdió el noveno con cabecera en Atlixco) y el 66.66% de los diputados que integrarán la LIV Legislatura.

En cambio, el PAN que sacó el 26.78% de los votos, únicamente tendrá el 3.85% de los distritos en disputa y el 17.94% de los diputados.

El PRD estará también subrepresentado, pues aunque obtuvo el 14.38% de la votación de diputados de mayoría relativa, sus cuatro legisladores de representación proporcional equivalen apenas al 10.25% de los miembros del Poder Legislativo.

Esta situación -la sobrerrepresentación del PRI y la subrepresentación de la oposición- además de garantizar al partido oficial la ansiada mayoría calificada, necesaria para reformar la Constitución o aprobar algunos nombramientos delicados, como los de consejero ciudadano electoral, deja en la indefensión a las fracciones opositoras, pues ni siquiera todas juntas podrán rechazar u objetar una reforma constitucional que emane del Ejecutivo o de la fracción mayoritaria.

Si los resultados de la jornada electoral del ocho de noviembre los compararamos con los de hace tres años, las sorpresas serían mayores. Tomando como referencia las cifras de la elección de ayuntamientos de 1995 y 1998, tenemos lo siguiente: que el PAN perdió 71,390 votos, que el PRI ganó 110,861 y que el PRD también 148,794.

No obstante, las diferencias en cuanto al número de diputados, ayuntamientos y población gobernada por el tricolor y sus principales contendientes son abrumadoras, sobre todo en el caso del blanquiazul.

Veamos.

Si bien Acción Nacional perdió 71,390 votos, que representan el 16.60% de su votación de 1995, en la realidad perdió mucho más en 1998. Pues de los 14 diputados que obtuvo en 1995, hoy sólo tendrá siete -seis de representación proporcional y uno de mayoría relativa- y de los 23 ayuntamientos que gobernaba hoy sólo lo hará en 14. Su población gobernada se reducirá de 2,117,188 a únicamente 493,606 habitantes. En porcentajes cayó del 45.78% al 11.9%. Así de drástico.

En contraste, el PRI que en 1998 obtuvo 110,861 votos más que en 1995, es decir un incremento de 19.28%, ahora tendrá 26 diputados -cuatro más que los que sacó en 1995- y 184 ayuntamientos -dos menos que hace tres años. Sin embargo su población gobernada pasará de 52.66 a 83.31 por ciento, es decir de 2,435,190 habitantes a 3,437,454.

 

Puebla capital, la manzana de la discordia

            Quizá, la mayor debacle para el PAN fue su derrota en la Angelópolis, como consecuencia de la fragmentación del voto opositor. Ello, más que los 28,989 votos de diferencia entre Mario Marín y Germán Sierra, fue lo que permitió al PRI recuperar la capital del estado.

Si el voto opositor no se hubiera dividido entre los candidatos del PAN y PRD, que en conjunto sumaron 244,413 contra 166,745 del PRI, seguramente Acción Nacional habría mantenido el control del ayuntamiento de Puebla por otros tres años. Pero apareció Maurer y las tendencias se modificaron sustancialmente.

El PRD que tradicionalmente se había caracterizado como un partido marginal en la Angelópolis, al computar no más del 6% de los votos, en 1998 con Emilio Maurer rompió no sólo su barrera, sino que llegó al 26.15%, un porcentaje sin duda histórico para la izquierda poblana.

La mejor prueba del factor Maurer está en el voto diferenciado que los candidatos del PRD a la gubernatura, diputaciones y presidencia municipal obtuvieron en la capital poblana. Mientras Ricardo Villa Escalera sacó 33,542 sufragios y los candidatos a diputados del PRD por los seis distritos de Puebla 60,135, Emilio Maurer sumó 112,280 votos. Las diferencias son notables.

Ver cuadro.

 

El voto diferenciado en el municipio de Puebla

 

                                   PAN                 PRI                  PRD

Gobernador               174,998        201,534          33,542

Alcalde                      132,133        166,745         112,280

Diputados      157,736        177,429          60,135

 

Fuente: Comisión Estatal Electoral.

 

Este fenómeno trajo también sus consecuencias. Con o sin intención, el candidato perredista a la alcaldía poblana se convirtió en el mejor aliado del tricolor y Mario Marín para recuperar la Angelópolis.

 

EN CORTO

            El martes 17 de los corrientes, en un restaurante ubicado allá por la 33 Sur y 19 Poniente, fueron vistos muy juntitos, como si algo en secreto escondieran, el secretario particular del presidente municipal electo de Puebla, Javier López Zavala, y uno de los hombres más cercanos del ex candidato perredista a la alcaldía poblana, Luis Enrique Fernández, quien incluso figuró en la planilla de regidores de Emilio Maurer. Los enterados aseguran que durante la comida ambos personajes no sólo degustaron el tradicional mole de caderas que se prepara en el lugar y que tal encuentro quizás tenga relación con los alardes que Emilio Maurer hizo el viernes pasado ante el dirigente nacional del sol azteca, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que habrían pretendido comprar su silencio con un millón de dólares. ***** Ese mismo día, pero en la ciudad de México, el rector de la Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Doger Guerrero, junto con el director de la Fundación UAP, Luis Alberto Arriaga Lila, se reunieron con el flamante director general de Banobras, José Luis Flores Hernández, previa llamada telefónica de éste. ***** El pasado seis de noviembre cumplió años el líder estatal de la CROM, Leonardo Contreras. Para festejarlo, se pusieron a la venta, entre los delegados sindicales de las empresas afiliadas, boletos para una cena organizada en el salón Gad, que tuvieron un costo de 350 pesos cada uno. Cada delegado tuvo que pagar de tres a cuatro boletos con la opción de venderlos a aquellos trabajadores que quisieran asistir a la cena. Al final, los recursos obtenidos alcanzaron incluso para adquirir 7 centenarios, regalo de cumpleaños del dirigente sindical. ******* El director de Radio UAP, Luis Enrique Sánchez Fernández, es uno de los principales opositores al interior de la institución para que la gestión rectoral se amplíe de cuatro a seis años o se permita la reelección. Y es que Luis Enrique tiene sus propias razones. Quiere ser rector en el 2001, para lo cual no ha dudado en utilizar la radiodifusora universitaria a su cargo como plataforma política en las escuelas y facultades que últimamente le ha dado por visitar, dizque para hacerles promoción. ***** El jueves pasado, en el restaurante Elite, miembros de la Corriente Socialista del PRD se reunieron con el presidente estatal de este partido, Luis Miguel Barbosa Huerta, para proponerle a Horacio Gaspar Lima y a Armando Méndez Romero como coordinadores de las fracciones perredistas del Congreso del Estado y el ayuntamiento de Puebla, respectivamente. Sobre la segunda petición, cuentan que Barbosa Huerta no puso muchas objeciones, pero sí con la primera y es que el dirigente perredista está empeñado en lograr esa posición para su paisana Susana Wuotto Cruz. ***** El presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRD recibió el miércoles pasado en sus oficinas de la ciudad de México a los ex candidatos de su partido a la gubernatura y presidencia municipal, Ricardo Villa y Emilio Maurer, a quienes planteó la conveniencia de que permanezcan en las filas del sol azteca y creen su propia corriente bajo la denominación Aquiles Serdán. Por cierto, López Obrador se comprometió a venir a Puebla el viernes 27, para encabezar una manifestación de repudio al fraude electoral del pasado ocho de noviembre. ***** Y hasta la próxima