Ridículas e irresponsables, por decir lo menos, resultan las justificaciones del presidente de la Comisión Estatal Electoral (CEE), Sergio Reguero Placeres, y su secretario técnico Adolfo Meneses Pardo, así como de algunos consejeros electorales, en relación al tortuguismo con que operó el Sistema de Resultados Electorales de Puebla (SIREP).

Justificar las fallas del SIREP con el peregrino argumento de que éste funcionó con más veracidad que agilidad, es tanto como suponer que Adolfo Meneses nada tiene que ver con la empresa de edecanes que presta en exclusividad su servicio a la CEE o que Sergio Reguero no tenía motivos para celebrar, la noche del jueves pasado, el triunfo del priísta Melquiades Morales Flores.

El SIREP fue concebido como un instrumento de información ágil y veraz para el día de la jornada electoral. Incluso, su creador y principal promotor, Adolfo Meneses, garantizó que el Sistema daría a conocer a las 24 horas del ocho de noviembre resultados preliminares con el 50% de las actas de escrutinio.

Y para tal propósito el SIREP fue apoyado con un presupuesto superior a los 500 mil pesos, no obstante que éste nunca fue aprobado por el pleno de la Comisión Estatal Electoral, pese a las peticiones expresas de algunos consejeros como Israel Arroyo García.

El meollo del asunto radica en que el SIREP contó con financiamiento público, pero incumplió con su compromiso de proporcionar información veraz y oportuna, lo que provocó que uno de los principios rectores de la máxima autoridad electoral -la certeza- simplemente brillara por su ausencia durante los dos días posteriores a la elección.

Surgen, pues, varias interrogantes:

¿Quién responderá por los 500 mil pesos que la Comisión Estatal Electoral destinó al SIREP?, ¿Acaso su presidente Sergio Reguero, por autorizarlo?, ¿Por qué el SIREP no funcionó?, ¿Quién o quiénes eran los responsables de alimentar el Sistema?, Si el SIREP no contó con la información de las actas de escrutinio recabadas en el Comité Municipal Electoral de Puebla, ¿qué pasó con las del resto de las comisiones distritales con las que también se alimentaría el Sistema?, ¿Por qué las primeras cifras que al filo de la media noche aparecieron en la pantalla de la sala de sesiones de la CEE no se movieron sino hasta las tres de la madrugada del nueve de noviembre?, ¿Qué pasó en ese lapso?, ¿Acaso el Sistema se cayó, o es que lo callaron?, ¿Con qué intenciones?, ¿Quién tuvo bajo su control la operación del SIREP?, ¿Qué papel desempeñó Sergio Badillo, coordinador de Informática de la Comisión?, ¿Jerárquicamente, de quién depende la Coordinación de Informática?

Todos estos cuestionamientos apuntan hacia una sola persona: Adolfo Meneses Pardo.

El mismo que antes de la jornada electoral se reunió un par de ocasiones con el candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Melquiades Morales; el mismo que tuvo bajo su mando las coordinaciones de Organización, Capacitación e Informática de la CEE y de las que dependen no sólo los actuarios y capacitadores, sino el personal encargado de alimentar el SIREP; el mismo, en suma, que diseñó el SIREP y se opuso, junto con el representante del PRI ante el máximo órgano electoral, José María Morfín Patraca, a que se contratara una empresa especializada -como DSI de Mansur Salomón- para llevar a cabo un programa de resultados preliminares.

Si la Comisión Estatal Electoral no estaba obligada -como arguyen ahora Sergio Reguero, Adolfo Meneses y el consejero Víctor Manuel Reynoso Angulo- a emitir un informe el mismo día de los comicios con resultados parciales de la jornada, entonces para qué diablos se creó el SIREP, para qué se gastaron más de 500 mil pesos, para qué se engañó a los partidos políticos y a la opinión pública.

El SIREP fue un fracaso, un invento de Meneses Pardo para controlar y manipular la información electoral, un instrumento que lejos de generar certeza, propició confusión y dudas -por el tortuguismo con que funcionó- sobre la legalidad y transparencia del proceso.

La versión del secretario técnico, en el sentido de que el SIREP se atrofió como consecuencia del cuello de botella que hubo en el Comité Municipal Electoral durante la recepción de la paquetería electoral, es una falacia.

Si bien es cierto que el Comité Municipal de Puebla alimentaría al SIREP con información de las 1,384 casillas que se instalaron en la Angelópolis y con las de los seis distritos locales con cabecera en la ciudad, también lo es que el SIREP tenía otras fuentes alimentadoras que tampoco funcionaron. Y los cuestionamientos abundan: ¿qué pasó ahí?, ¿por qué no fluyó la información de las 20 comisiones distritales y de los 20 comités municipales conectados al SIREP? o si fluyó la información entonces ¿quién la ocultó?

La respuesta sigue siendo la misma: Adolfo Meneses.

El, y nadie más, es el verdadero responsable del fracaso del SIREP, pues como bien lo advirtió el consejero Israel Arroyo en un memorándum -el 48/98- fechado el día 2 de noviembre, existían problemas de logística y coordinación que dificultaron el flujo de la información.

La Comisión Estatal Electoral debió haber asumido el control del SIREP, pero jamás lo hizo. Quizás por falta de voluntad política o, quizás, porque Meneses -en complicidad con Sergio Reguero- nunca quiso tener al tanto a los consejeros de la estrategia para  manipular a su antojo la información electoral del pasado ocho de noviembre.

 

EN CORTO

            Antes de que los diputados de la LIII Legislatura del Congreso del Estado concluyan su gestión, podrían aprobar una reforma a la Ley de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, para ampliar la gestión rectoral de Enrique Doger Guerrero -de cuatro a seis años- o permitir la reelección de rector y de directores de unidades académicas en la máxima casa de estudios de la entidad. La iniciativa en cuestión sería presentada por el gobernador Manuel Bartlett Díaz antes del 15 de diciembre y ésta podría incluir también la disposición de que las cuentas de la Universidad Autónoma de Puebla sean revisadas por la Contaduría Mayor de Hacienda y aprobadas por el Poder Legislativo. ***** Ayer domingo partieron a La Habana, Cuba, para participar en un coloquio internacional sobre derecho penal, el secretario general de la UAP, Guillermo Nares Rodríguez, el director de Recursos Humanos de la institución, Roberto Santacruz Fernández y el director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Emiliano Perea Peláez. El coloquio concluirá el próximo viernes. Los gastos de los tres representantes de la UAP son financiados con recursos de la Facultad de Derecho. ***** Si alguna posibilidad había de poner contra la pared al gobernador Manuel Bartlett y al presidente municipal electo, Mario Marín Torres, por las irregularidades habidas en los comicios del ocho de noviembre, ésta se fue por la borda la noche del sábado cuando dirigentes y ex candidatos del PAN y PRD protagonizaron un zipizape en pleno zócalo. El evento pudo haber sido exitoso, pero el discurso del dirigente nacional del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, la ausencia de liderazgo de Luis Miguel Barbosa Huerta, el protagonismo de algunos perredistas como Eduardo Fuentes de la Fuente y Armando Méndez, el temperamento de personajes como Emilio Maurer y la cerrazón de algunos panistas dieron al traste con todo. ¡Lástima! ***** Aunque el comunicado de prensa difundido para anunciar el nombramiento de Ana Luz Vargas Mata como nueva directora de la Expo Puebla, en sustitución de Marcela Domínguez Ahedo, asienta que tal designación del gobernador Manuel Bartlett se hizo a propuesta del Consejo Directivo de la Feria de Puebla, la verdad es que el único que propuso a aquella fue el secretario de Desarrollo Económico del estado, Mario Riestra Venegas, quien ayer por cierto partió a Alemania. Cuentan que la noticia de su relevo le cayó tan de sorpresa, que el jueves por la tarde Marcela Domínguez apenas y tuvo tiempo de recoger sus pertenencias personales, una vez que los subsecretarios Silvia Hernández y Antonio López Malo le dieron las gracias en nombre de su jefe, a quien hasta ahora todo le ha salido mal como presidente de la Expo Puebla, con todo y que no ha escatimado gastos en viajes, comidas y regalos. Otro al que tampoco le hizo mucha gracia el despido de Marcela Domínguez fue al contralor del estado Rubén Cuevas Plancarte. En los próximos días le explicaré por qué. ***** Será en el transcurso de la presente semana cuando los dirigentes y representantes del sector privado ante la Feria de Puebla decidan su continuidad o su renuncia al organismo ante la negativa de modificar la normatividad que los considera como funcionarios públicos por el simple hecho de formar parte de su Consejo Directivo. Los organismos empresariales con representación en la Feria de Puebla son Conacex, Canacintra, Canaco, Cámara Textil y CCE. ***** Aunque el cambio de mesa directiva del Club de Empresarios de Puebla ocurrirá hasta enero del año entrante, el presidente de la Cámara México-Alemana de Comercio e Industria, capítulo regional oriente, Marian Foitzik, ya expresó sus deseos de ser el sustituto de José Luis Castillo Díaz. Otros que también se perfilan para el relevo son José Cernicciaro Maimone y Antonio González Fernández. ***** Donde también habrá cambio de presidente es en la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Puebla. Ahí, dejará el cargo a finales de diciembre, José Gustavo Rosales Bretón. Entre los candidatos con mayores posibilidades de tomar la estafeta se encuentran Elvia Elena Core Moreno Muñoz -quien ya ocupó ese cargo-, Juan Ramón Alvarez Cuspineira y Jesús Montiel Ponce. ***** En la asamblea de la Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM), capítulo Puebla, Humberto Montaño Corripio no tendrá ningún inconveniente para reelegirse el próximo cuatro de diciembre. ***** El sustituto de José Antonio Suárez Bonet en la presidencia del Colegio de Ingenieros Civiles de Puebla es Manuel Cuatlayot Sarmiento, quien formalmente será electo el próximo 23 de noviembre. ***** La Coordinadora Ciudadana de Antonio Sánchez Díaz de Rivera seguirá en la línea de lanzar candidatos en coalición con partidos de oposición para el año entrante. Así las cosas, para febrero propondrá a Francisco López Mena como candidato a gobernador de Quintana Roo y a Mercedes Hernández como candidato a presidente municipal de Cancún; en ambos casos en alianza con el PAN y algunos grupos perredistas; ese mismo mes también propondrá a Carlos Rodríguez Bucheli y a Diego Torres como candidatos a gobernador de Baja California Sur y presidente municipal de La Paz; y en julio a Antonio Echevarría como candidato a gobernador de Nayarit en coalición con el PRD, el PT y algunos simpatizantes del PPS y el PAN. ***** Y hasta la próxima.

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