Lunes, 10 Julio 2000
Jul10

Se encamina la UAP hacia su 2 de julio

La UAP hacia su 2 de julio. Así podría titularse la historia que a un año dos meses se está escribiendo en la Universidad Autónoma de Puebla en el marco de la sucesión rectoral.

Quizá el mayor problema del rector Enrique Doger Guerrero para lograr su propósito -la reelección para un segundo periodo de cuatro años-, es que innecesariamente ha ligado su futuro político al PRI y a sus relaciones con el aparato gubernamental, descuidando los asuntos domésticos.

Y es que mientras el rector andaba más preocupado por el proceso electoral del 2 de julio, advirtiendo a los priístas que podrían perder las elecciones e impulsando candidaturas como las de su ex (?) secretario particular, Javier Casique Zárate, en la UAP surgían otros problemas, además de lo ya existentes.

Ahí están en espera de que el rector decida qué hacer la investigación sobre los hechos violentos del pasado 10 de abril en la facultad de Administración, el despido de trabajadores de las farmacias universitarias, las manifestaciones y plantones en el zócalo promovidos por el Suntuap, la toma de nota de esta organización sindical y las flagrantes violaciones legales cometidas contra el patrimonio universitario con la constitución de sociedades civiles creadas para operar y administrar las empresas parauniversitarias.

Pero no sólo eso. Al interior del equipo rectoral la desconfianza, las intrigas, los golpes bajos y traiciones son crecientes, tanto que hoy los más felices con la derrota del PRI en las pasadas elecciones, son los funcionarios del propio Enrique Doger que ven en tal hecho la oportunidad de que el rector vuelva a poner su atención en la UAP o de que corra con igual suerte en septiembre del 2001 cuando intente reelegirse.

Sin embargo, a juzgar por los comentarios que el rector hizo a un grupo de colaboradores suyos el martes pasado, tras la debacle priísta, todo indica que Enrique Doger sigue pensando más en los asuntos de fuera que en los de dentro de la Universidad.

En un mea culpa, el rector pretendió convencer a sus funcionarios de que la derrota del PRI no lo perjudica, a pesar de que dentro y fuera de la comunidad se le vincule con este partido político y de que en su momento lo hayan acusado de "bartlista" o de "florista", o actualmente de "melquiadista" y "marinista".

El rector hizo saber a sus colaboradores que el nuevo escenario político nacional no lo deja mal parado, pues les aseguró que aún dentro del panismo cuenta con buenas agarraderas y compromisos tanto a nivel local como nacional.

Este último comentario, que a muchos de sus funcionarios les llamó la atención, es sin duda el reflejo de lo que Enrique Doger está pensando con miras a su reelección: que ésta depende más de factores exógenos que de factores endógenos en la Universidad.

Ojalá no se equivoque, como ya lo hizo con Vicente Fox, cuando allá por el mes de mayo alguien le preguntó por qué la reunión con el candidato de la Alianza por el Cambio no se había hecho en el auditorio Julio Glockner de Medicina como en el caso de Cuauhtémoc Cárdenas y Francisco Labastida.

Su respuesta de entonces, hoy lo deja al descubierto, al menos con algunos de sus más cercanos colaboradores, que con sorpresa le oyeron decir: "Porque Vicente Fox no va a ganar, porque el PAN todavía está verde para llegar a la Presidencia y porque aún tenemos PRI para rato".

 

INTRAMUROS

            A reserva de ampliar nuestro comentario y análisis sobre el impacto de la derrota del PRI en las elecciones del 2 de julio y sus repercusiones en el ámbito local de cara a las comicios locales del año entrante, hoy vale la pena poner en el papel algunas cifras electorales, para saber qué pasó y qué es lo que puede ocurrir en un futuro inmediato.

El primer dato que vale la pena rescatar es que el PRI, a pesar de haber igualado su votación de noviembre de 1998 en la capital del estado, perdió los cuatro distritos de Puebla.

Durante la elección de Mario Marín Torres como presidente municipal, el PRI obtuvo 155 mil 907 sufragios, votación similar a la que hoy lograron los cuatro candidatos a diputados federales del tricolor: Javier López Zavala, Adolfo García Camacho, Javier Lozano Alarcón y Luis Antonio Godina Herrera.

La diferencia, la gran diferencia en este proceso, estuvo en los sufragios captados por la Alianza por el Cambio (AC) y la Alianza por México (AM); la primera sumó poco más de 320 mil votos, mientras que la segunda alrededor de 45 mil, cifras que a la luz de los comicios locales de 1998 marcan todo un abismo.

Veamos por qué:

En aquellos comicios el PAN logró 124 mil 251 votos y el PRD con Emilio Maurer 105 mil 987. La suma de ambos partidos es de 230 mil 238, es decir, 100 mil votos menos que los computados por Vicente Fox en la capital del estado.

Ello nos lleva a dos conclusiones:

La primera es que si el PAN quiere volver a ganar la alcaldía de la Angelópolis, en las elecciones de noviembre del 2001, necesita primero lograr una participación mayor del 65% de los electores de la capital, y aspirar a conseguir una votación que fluctúe entre 180 mil y 320 mil sufragios. De otro modo, estará perdido.

Y la segunda es que si el PRI pretende retener la presidencia municipal, también necesita dos cosas: primero, incrementar su votación a rangos mayores a los 180 mil sufragios y, en segundo lugar, conseguirse otro Emilio Maurer que divida o fraccione el voto opositor o antiPRI.

A nivel estatal, la revisión de las cifras y porcentajes electorales ofrece también lecturas interesantes.

Una es que Vicente Fox no logró superar, a pesar de sus 731 mil 761 sufragios en el estado de Puebla, la votación de Melquiades Morales Flores en noviembre de 1998 para ser gobernador.

El hoy inquilino de Casa Puebla ganó con 760 mil 939 votos, es decir, casi 30 mil más que los obtenidos en esta elección por Vicente Fox.

Pero más allá de las cifras, los porcentajes de votación del PRI y el PAN nos revelan algo aún más profundo.

Y es que el PRI pasó, en menos de dos años, del 54.05% de la votación estatal con Melquiades Morales Flores al 41.66% con Francisco Labastida; mientras que el PAN subió del 28.91% -que obtuvo con Ana Teresa Aranda- al 43.65% con Vicente Fox en el mismo periodo.

 

EN CORTO

            Por decisión del primer priísta de la entidad, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Víctor Manuel Giorgana Jiménez, permanecerá en su cargo de aquí hasta el próximo año, por lo que es muy probable, si no sale de candidato a un cargo de elección popular, que sea él quien conduzca formalmente los destinos del tricolor en el proceso electoral del 2001, donde los poblanos habremos de elegir 217 presidentes y 39 diputados al Congreso del estado. ***** Fiel a su naturaleza, el regidor perredista José Armando Aarón Méndez Romero ya se fue a poner a las órdenes del coordinador de la fracción panista en el Cabildo de Puebla, Fernando López Rojas, no sin antes felicitarlo por el triunfo de Vicente Fox Quesada en las elecciones presidenciales y ofrecerle sus disculpas por los agravios que sus declaraciones, en el marco de la coyuntura electoral, le hubiesen causado. ***** La flota de la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, Amalia García Medina, fue convocada la semana pasada a una reunión urgente en la capital del país, aunque de Puebla no asistieron todos los "amalistas", sino sólo Nicolás Campos e Hilario Tovar, éste último coordinador estatal de las Brigadas por México. Dos de los ausentes fueron Jesús Malpica y Alfredo Lozano Ortega. Hilario Tovar, hermano de Elpidio Tovar, secretario particular de la dirigente nacional perredista, será sin duda la carta fuerte de Amalia García en la entidad, durante la reestructuración que se avecina al interior del sol azteca, aunque con algunas reservas. Y es que nuestro personaje no es del todo ajeno a los pésimos resultados logrados en Puebla por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y el resto de los candidatos de la Alianza por México, pues los brigadistas contratados por él para impulsar la campaña pasaron prácticamente inadvertidos. Y eso que dicho trabajo no lo hicieron de a gratis, sino cobrando 4 mil u 800 pesos mensuales, según su responsabilidad. ***** El hijo mayor del gobernador Melquiades Morales, Fernando Morales Martínez, acaba de ser designado como director regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Distrito Federal. Su nombramiento, aunque sólo sea por los cinco meses que restan a la gestión del presidente Ernesto Zedillo, es un reconocimiento por parte del director general del IMSS, Mario Luis Fuentes, a su desempeño como subdelegado administrativo en Tlanepantla, estado de México. ***** Quien prácticamente se quedó a unas décimas de alcanzar el porcentaje que lo llevaría a ocupar una curul en el Congreso de la Unión, en su calidad de candidato a diputado plurinominal por la cuarta circunscripción del país, fue el perredista Mario Vélez Merino, a quien el panorama político al interior de su partido se le complica, pues para empezar ya no podrá repetir en el siguiente Comité Ejecutivo Estatal del PRD, a la salida de Luis Miguel Barbosa Huerta, pues ha formado parte de los últimos dos. ***** Un cuadro formado por el panismo poblano con una carrera ascendente en la ciudad de México es José Espina von Roerich, quien será el próximo delegado de la Benito Juárez en el Distrito Federal, una vez que concluya su gestión como diputado federal en la actual legislatura. José Espina, quien cursó en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) la carrera de Ciencias Políticas, es hermano del también diputado federal Juan Carlos Espina, y uno de los panistas sin duda con más futuro político en la capital del país. ***** Con el título "Propuestas para el debate" acaba de publicarse un interesante libro que bajo la coordinación de Alberto Begné Guerra y Ricardo de la Peña aborda diversas problemáticas de la realidad nacional. Entre los trabajos contenidos en esta obra, editada por Iniciativa XXI Agrupación Política Nacional, figuran ensayos de José Ramón Cossío, Jesús Silva-Herzog Márquez, Mauricio Rosell, Carlos Tello Díaz, Leonardo Curzio, Carlos Elizondo Mayer-Serra, Enrique de la Madrid, Miguel González Compeán y Angel Trinidad Zaldívar. Este último, director general del Centro Puebla de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hace un recuento en su reflexión de las reformas emprendidas en materia de descentralización y de las dificultades y resistencias con que las autoridades se han enfrentado para aterrizarlas. ***** Un auténtico pleito de comadres, que ilustra con creces la descomposición de PRI tras la debacle electoral del 2 de julio, fue el que protagonizaron Carlos Meza Viveros, Rodolfo Echeverría Ruiz y Omar Alvarez Arronte en los micrófonos del noticiario "En Confianza" que se transmite por Radyo Oro. A grosso modo, el pleito estuvo más o menos así. Carlos Meza dijo que el PRI había perdido la elección porque entre otras cosas había tenido candidatos malos y porque en su seno había militantes corruptos como Omar Alvarez al que calificó de saltimbanqui. Rodolfo Echeverría, líder de la llamada Corriente Renovadora, afirmó que en Puebla Francisco Labastida fue derrotado por gentes como Mariano Piña Olaya, Manuel Bartlett y Carlos Meza. A este último, incluso lo acusó de poseer una inexplicable fortuna de 20 millones de pesos y ser beneficiario de una notaría pública. Al quite también entró el diputado federal Omar Alvarez, quien se refirió al ex secretario de Gobernación de Manuel Bartlett como "Carlitos" y de ser un político con voz, pero sin cerebro. La sesuda polémica terminó con una nueva llamada de Carlos Meza, quien afirmó que si alguien carecía en realidad de cerebro era el diputado Omar Alvarez, al que colgó toda clase de calificativos desde inmaduro hasta camaleónico. A Rodolfo Echeverría también le tocó su parte. Lo menos que le dijo es que seguramente estaba borracho o dopado al haberlo acusado, sin pruebas, de poseer una fortuna de 20 millones de pesos cuando la casa que vive es rentada. Qué bonito, van bien, muy bien. ***** Y hasta la próxima.