De manera soterrada, el proyecto de regionalización educativa de la Universidad Autónoma de Puebla está siendo descalificado, no porque sus críticos se opongan a extender la oferta educativa de la UAP a otras zonas del estado, sino por la manipulación de que podría ser objeto con fines político-electorales.

Son varias las razones que tienen los críticos del proyecto de regionalización para suponer que éste puede ser desviado en provecho de ciertas ambiciones políticas. Una es que éste no ha sido sancionado, ni  analizado a detalle, por la máxima autoridad de la UAP, el Consejo Universitario. Otra es que la apertura de los nuevos campus no se inscribe en la lógica de establecerlos -como se estipula en el Plan General de Desarrollo de la Universidad- en ciudades de alto impacto regional, sino en municipios que se han apresurado a donar terrenos a la UAP.

Otra razón que ha puesto en duda la viabilidad del proyecto de regionalización son algunas de las opciones profesionales que se están ofertando en los nuevos campus, no sólo por tratarse de carreras tradicionales como derecho, medicina, administración y contaduría, sino porque en poco o nada contribuyen a consolidar la vocación económica de estas regiones.

Sin embargo, el principal argumento de los críticos del proyecto de regionalización radica en el marcado interés del rector Enrique Doger Guerrero por colarse a la puja de la sucesión gubernamental en el 2004.

Para nadie es un secreto que en las encuestas de opinión que sobre preferencias electorales se han aplicado, uno de los personajes más conocidos y reconocidos en la entidad es el rector de la UAP; él mismo está plenamente consciente de ello, así como de la importancia, para efectos de su proyecto político, que la influencia de la UAP se amplíe al ámbito regional.

Enrique Doger puede incurrir, sin proponérselo, en una grave confusión de intereses en detrimento de la regionalización de la UAP. De ahí que para evitar suspicacias lo mejor que puede hacer es institucionalizar el proyecto, es decir, convocar al Consejo Universitario y someter a su consideración tanto la apertura de nuevos campus como los municipios más aptos para albergarlos.

De lo contrario, la especie de que la regionalización de la UAP no es más que un invento del rector para posicionarse regionalmente con miras a las elecciones del 2004, podría perjudicarlo.

Y más ahora que han trascendido las reuniones que con presidentes y ex presidentes municipales del estado viene sosteniendo el rector Enrique Doger, por intermediación del ex dirigente estatal del PRI, el bartlista Ignacio Mier Velasco.

EN CORTO

La lista de precandidatos del PRI a diputados federales para las elecciones del 2003 aún podría sufrir algunos ajustes. Uno que no debe descartarse es la posibilidad de que Rafael Moreno Valle finalmente sea candidato, pero no por el distrito de Ciudad Serdán, sino por Zacatlán como originalmente estaba previsto. Otro cambio que de última hora podría operarse es la incursión de Marco Antonio Rojas Flores por el distrito de Tepeaca. En los cuatro distritos con cabecera en la capital  también podrían darse algunas sorpresas, entre ellos la postulación de Carlos Arredondo Contreras y de Carlos Alberto Julián y Nacer. La lógica de estos ajustes es simple: ampliar  el abanico de prospectos para la gubernatura en el 2004, después de que la puja se ha concentrado en Mario Marín, Rafael Moreno y el senador Germán Sierra. ***** Será hasta finales de agosto o noviembre, una vez que haya concluido el proceso de renovación de dirigentes de comités municipales, cuando se lleve a cabo la reestructuración del Comité Directivo Estatal del PRI. Para sustituir a su presidente, José Alarcón Hernández, quien se perfila como candidato a diputado federal por el distrito de Libres, se han apuntado Alberto Amador Leal, Mario Alberto Tedy Recio, Omar Álvarez Arronte, Víctor Hugo Islas Hernández y Víctor Díaz Palacios. De estos, los dos últimos son los aspirantes con mayores posibilidades. Víctor Hugo Islas por sus lazos con el dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado, y Víctor Díaz  por su cercanía con el gobernador Melquiades Morales Flores. El problema de Víctor Hugo Islas radica en su enemistad con uno de los aspirantes a la gubernatura, Mario Marín, y el Víctor Díaz que en las elecciones internas del PRI  jugó las cartas de Beatriz Paredes Rangel. ***** Ahora que César Sotomayor Sánchez arribó a la presidencia del Comité Municipal del PRI en la capital del estado, ¿sabe usted cuál será su principal misión? Allanar el camino a Fernando Morales Martínez para que éste se convierta en candidato a diputado federal por el distrito 12 de Puebla. ***** Un nuevo libro del doctor Raymundo García García ha llegado a las librerías de la ciudad. Se trata de un ensayo que lleva por título “José María Lafragua: Político Poblano”, el cual será presentado el próximo 12 de julio en el auditorio de posgrado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UAP por el senador Francisco Fraile García, el secretario general de la Universidad, Guillermo Nares Rodríguez y el historiador Antonio Esparza Soriano. Originalmente el libro también iba ser presentado por el presidente del Tribunal  Superior de Justicia, Guillermo Pacheco Pulido. ***** Muy reveladora resultó la comida que con motivo de los 48 años de vida de Mario Marín se celebró el viernes pasado en un jardín de Zavaleta. Tres detalles dieron color al festejo. Uno fue la presencia del impugnado ex director de Obras Públicas del ayuntamiento, Javier García Ramírez, como uno de los organizadores y anfitriones del banquete, junto con el constructor Elías Gómez; dos, la notable ausencia de la mayoría de los miembros del gabinete estatal, con excepción del secretario de Gobernación, Carlos Arredondo, quien fue con la representación del gobernador; y tres, la asistencia de Fernando Morales Martínez y su ubicación en la mesa principal. ***** Nuevas pistas sobre la corrupción cobijada por Javier García en la Dirección de Obras del ayuntamiento han comenzado a salir. Por lo pronto, le adelantó los nombres de dos de sus prestanombres que saldrán implicados: Mario Guarneros Cortés, quien desde el Soapap trabajaba con él como contratista de obras de bacheo, y Jorge Navarrete, de la empresa Navicops. ***** Y hasta la próxima.