Lunes, 07 Julio 2003
Jul07

Chucho Morales, a Casa Puebla

Varias son las lecturas que a vuelo de p谩jaro nos dejan las elecciones de ayer domingo.

Una primera lectura es que de cara al 2004 todo sigue igual, o casi. El casi es resultado de la inclusi贸n, por m茅ritos propios, de Jes煤s Morales Flores a la baraja de precandidatos del PRI a la gubernatura de Puebla, tras su holgado triunfo en el distrito de Tepeaca, que pocos, pero muy pocos, esperaban.

Que Acci贸n Nacional haya logrado mantener 6 de los distritos que gan贸 hace tres a帽os, en los comicios del 2 de julio del 2000, es significativo, sobre todo considerando que hoy los abanderados del blanquiazul no contaron con efecto Fox y s铆, en cambio, con el defecto Paredes.

Y para el PRI tambi茅n es meritorio el resultado de la jornada dominical, no s贸lo porque conserv贸 los 9 distritos que ten铆a en su poder, sino porque derrot贸 por casi 2 a 1 a los abanderados panistas que hac铆an cuentas alegres en algunos distritos del interior del estado como el 3 de Teziutl谩n, el 7 de Tepeaca y el 15 de Tehuac谩n.

Estos resultados, en mi opini贸n, reflejan un empate t茅cnico y no una repetici贸n de las condiciones del 2000 en este 2003.

Los escenarios y las condiciones en que uno y otro proceso se desarrollaron son totalmente distintos, aunque los resultados hayan sido los mismos.

Otra lectura que las cifras electorales nos arrojan es que en Puebla pesa m谩s la marca del PAN que sus candidatos y autoridades, es decir, que en la capital poblana hay m谩s partido que alcalde y presidente.

Se dice que el gran triunfador de la jornada fue el abstencionismo, que se ubic贸 en niveles cercanos al 60%. Pero es resultado de la decepci贸n de miles de electores que optaron por no acudir a las urnas antes que castigar al PAN, y de la falta de identificaci贸n con alguna propuesta partidista de otros tantos miles.

Una 煤ltima lectura es que el PRD estuvo a punto de ser desplazado del tercer al cuarto lugar en las preferencias electorales por el Partido Verde Ecologista de M茅xico. De no haber sido por la alta votaci贸n obtenida por su candidato en el distrito de Iz煤car de Matamoros, hoy la dirigencia perredista tendr铆a una verg眉enza m谩s que sumar al rosario de las que ya tienen.