Lunes, 04 Agosto 2003
Ago04

Se “desinfla” la candidatura Mario Marín

El inicio formal de la precampaña de Mario Marín Torres a Casa Puebla dejó ver una amarga realidad: que en la medida que su proyecto político siga sin contar con el aval del primer priísta de la entidad, es decir, del gobernador Melquiades Morales Flores, éste se encamina al naufragio.

 

Hasta ahora el ex presidente municipal de Puebla ha logrado mantenerse como el priísta mejor posicionado, según diversas encuestas, sin embargo esta situación podría empezar a cambiar a partir de la percepción, cada vez más generalizada, de que los factores reales de poder en el PRI (el gobernador del estado, en primer término) no respaldan su proyecto.

 

Tal percepción no es gratuita. Por un lado, los priístas han venido percatándose de la inasistencia de figuras de clase política local y nacional en los actos y mítines de precampaña de Mario Marín, a diferencia de lo que ocurre con otros precandidatos como Rafael Moreno Valle Rosas, y de cómo el grupo que lo apoya se vuelve cada vez más compacto.

 

Ambas cuestiones se hicieron ayer evidentes en la inauguración oficial de su casa de campaña, y en el mitin que presidió en el boulevard San Felipe, a un costado del monumento a los Hermanos Serdán. Fuera de los funcionarios que lo acompañaron en su gestión al frente del ayuntamiento de Puebla, y de los empresarios y constructores beneficiados por su administración municipal con obras y contratos, la nota relevante del acto fue ausencia de personajes políticos de peso.

 

Alguien podría argumentar que la ausencia obedece a los días de asueto, lo que si bien podría ser cierto, no disculpa el error de estrategia de arrancar una precampaña política en plena temporada vacacional, ni que la misma esté siendo organizada y coordinada única y exclusivamente por priístas cuyo mayor mérito sea haber trabajado para Mario Marín en la Presidencia Municipal de Puebla.

 

El mitin de ayer también puso en evidencia que fuera de los tradicionales grupos de apoyo de Mario Marín –vecinos de colonias populares, inspectorías y juntas auxiliares, tianguistas y comerciantes de mercados- su capacidad de convocatoria comienza a menguar.

 

Y es que, insisto, para los priístas poblanos queda cada vez más claro que si de la terna de precandidatos del tricolor a la gubernatura hay uno que no cuenta con la venia del gobernador Melquiades Morales; del delegado del CEN del PRI, Rafael González Pimienta; del dirigente estatal del PRI, Moisés Carrasco Malpica; y de los titulares de los Poderes Legislativo y Judicial, así como de las organizaciones y sectores adherentes al tricolor, ése es precisamente Mario Marín.

 

INTRAMUROS

El gobernador Melquiades Morales Flores reunió a los miembros de su gabinete legal y ampliado el lunes de hace ocho días en Casa Puebla, y lo que les dijo tuvo claros e identificables destinatarios.

 

De entrada, les expresó que no permitirá, en el año y medio que le resta a su sexenio, deslealtades o desviación de fondos públicos para financiar proyectos políticos personales o precandidaturas a cargos de elección popular. Quien aspire a un cargo de elección, mejor que renuncie, dicen que les dijo.

 

Y fue más allá. Les confesó que aunque en los corrillos políticos se menciona que gobernador no pone gobernador, él sí hará sentir su influencia en el proceso de nominación del candidato del PRI a Casa Puebla. Y ya en este terreno, les advirtió que él no sólo los conocía a todos, sino sabía de los intereses, defectos y virtudes de cada uno.

 

Cuentan, además, que Melquiades Morales les aseguró, en un tono inusual al que le caracteriza, que su intención es cerrar con vigor  la administración y terminar como un gobernador fuerte, por lo que aquel o aquellos secretarios, coordinadores y directores de organismos descentralizados que muestren signos de flaqueza, cansancio o desinterés serán relevados. Son muchas las gentes con las que tengo compromiso y que estarían dispuestas a participar, así sea el último año y medio de mi gobierno, dicen que les dijo.

 

Y cuentan que las palabras del gobernador no sólo tenían dedicatoria para Carlos Arredondo Contreras y Marco Antonio Rojas Flores, secretarios de Gobernación y Comunicaciones y Transportes, sino también para los secretarios de Desarrollo Social, Alberto Amador Leal; de Finanzas y Administración, Francisco Bárcena Compean, y de Desarrollo Rural, Víctor Díaz Palacios, sino también para los titulares de la Sedurbecop, Carlos Palafox Vázquez, y de la Contraloría, Héctor Jiménez y Meneses, así como para el director del Fideicomiso del Paseo del Río de San Francisco, Ernesto Echeguren, más los que se acumulen esta semana.

 

EN CORTO

Las placenteras y merecidas vacaciones que el delegado del CEN del PRI, Rafael González Pimienta, disfruta desde hace 10 días y que se prolongarán por otras dos semanas, no tienen como destino Puerto Vallarta y tampoco su natal estado de Jalisco, sino las principales ciudades del viejo continente. ***** Las versiones de que el senador Germán Sierra Sánchez y el ex presidente municipal de Puebla, Mario Marín Torres, podrían volver a contender por la alcaldía poblana en las elecciones del 2004, son menos descabelladas de lo que usted se imagina. En una próxima entrega le diré por qué. ***** Un subsecretario que anda muy activo, entrevistándose con los titulares de cada una de las dependencias que integran el gabinete legal y ampliado del gobierno del estado, es José Joaquín Fernández Trujillo. El subsecretario de Egresos de la Secretaría de Finanzas y Administración les ha dejado claro que en lo resta del 2003 no sólo no se autorizarán nuevas plazas, sino que los gastos de representación, viáticos, y otros destinados a la compra de insumos se reducirán al mínimo. Las palabras de José Joaquín Fernández han caído como balde de agua fría en algunos funcionarios que se preparaban para el año de Hidalgo. ***** Sabía usted que al ingeniero electoral Jesús Pérez Piñón, operador político y estratega electoral del PRI en los comicios del pasado 6 de julio, sus compañeros de partido empiezan a conocerlo como “el operador maicena”, por aquello de que sus asesorías y consejos no son más que puro atole con el dedo; que en la carrera por la nominación del PRI a la gubernatura de Puebla, el diputado federal electo José Luis Flores Hernández se sumó ya al equipo del “delfín” Rafael Moreno Valle Rosas, gracias a los buenos oficios del otro Fausto Alzati de la SEP, Julio Leopoldo de Lara Varela, quien hace ocho días aprovechó su cargo de asesor político de Carlos Alberto Julián y Nacer, para organizar un desayuno a Rafael Moreno Valle con la burocracia dorada de la SEP, a efecto de que ésta le ayude a integrar las cinco propuestas de su cacareada agenda legislativa, y que en números redondos las precampañas de Germán Sierra Sánchez, Rafael Moreno Valle y Mario Marín Torres a la gubernatura de la entidad han costado alrededor de 6 millones de pesos, cada una. ***** El martes de la semana pasada, el gobernador Melquiades Morales Flores y el precandidato priísta a sucederlo en Casa Puebla, Mario Marín, sostuvieron una larga y privadísima conversación sobre el futuro político de ambos. ***** Un escándalo que hasta ahora se había mantenido como top secret por los personajes involucrados es la demanda penal interpuesta por el influyente textilero José Alberto Sidaui Dib en contra del empresario Carlos González Jameson y su hijo por la golpiza que le propinaron la semana pasada en conocido restaurante citadino. Los hechos, según un par de versiones recogidas por el columnista, sucedieron el martes de la semana pasada en “La Conjura” del periodista Jesús Manuel Hernández López, tras una larga juerga y después de que los golpeados y golpeadores iniciaron un torneo de vencidas. Alberto Sidaui, hermano del vicegobernador del Banco de México, José Julián Sidaui, llegó al restaurante acompañado de su concuño, un famoso odontólogo radicado en los Estados Unidos, mientras que los Carlos González, papá e hijo, arribaron al conocido establecimiento de comidas lentas con Eduardo Macip Zúñiga, su socio en la empresa de construcción Royal Building. Ya en los digestivos, después de degustar algunos tintos de la selecta cava de “La Conjura”, la mesa de los concuños y de los Carlos González se hizo una sola. Eduardo Macip no tardó mucho en retirarse. Y entonces los cuatro empezaron un torneo de vencidas, con fans, apuestas y toda la cosa, que terminó al filo de la medianoche en pleito de borrachos. Sobre cómo empezó la bronca, nadie a ciencia cierta lo sabe. Lo único confirmado es que al restaurante llegaron una patrulla de seguridad y una ambulancia, que trasladó al industrial Sidaui con dos dientes menos y el rostro desfigurado. Sidaui mide alrededor de 1.90 metros y su concuño anda por la misma altura. Los dos fueron internados en la Beneficencia Española, aunque al otro día abandonaron el hospital, uno para irse a su casa, y el otro para internarse en una clínica de los Estados Unidos. ***** Y hasta la próxima.