Lunes, 03 Noviembre 2003
Nov03

TEE, despacho privado de funcionarios

La negativa del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEE) de proporcionar información sobre la nómina y plantilla de funcionarios, trabajadores y empleados que ahí laboran, así como un informe detallado del presupuesto ejercido en los años 2001, 2002 y lo que va del 2003, está por desatar una tormenta político-electoral.

 

De entrada, porque nada justifica en términos de ley esa negativa, y menos tratándose de un tribunal cuya función es garantizar la vigencia de los principios democráticos, uno de los cuales es la rendición de cuentas.

 

Si el Tribunal Electoral tiene entre sus facultades sancionar a los partidos políticos que incurran en malversación o desvío del financiamiento público, no hay razón para que éstos últimos no puedan, por lo menos, conocer cómo se gastan los fondos canalizados a la máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral del estado.

 

El buen juez por su casa empieza.

 

Sin embargo, resulta que las solicitudes formuladas por el Partido Acción Nacional para conocer el número de personas que labora en el TEE, así como sus nombres, cargos, funciones y sueldos, han sido declaradas improcedentes.

 

Oficialmente, el Tribunal ha justificado su negativa en la ausencia de facultades fiscalizadoras de los partidos políticos sobre los organismos jurisdiccionales electorales.

 

Esta argucia legaloide no ha impedido, sin embargo, que trasciendan algunas informaciones acerca del Tribunal, sus magistrados y funcionarios.

 

El dato quizá más preocupante es que su nómina llega casi a 50 personas y que éstas perciben remuneraciones semejantes a las previstas para los integrantes del Tribunal Superior de Justicia pero en forma permanente, es decir, haya o haya proceso electoral. Adicionalmente, hay que agregar que la carga de trabajo de los magistrados del TEE es infinitamente inferior a la de aquellos.

 

Esta situación ha generado un problema mayor, ya que los magistrados y los secretarios instructores han convertido al Tribunal en su despacho particular, pese a la prohibición legal que tienen para litigar asuntos o desempeñar  actividades remunerativas ajenas a las que tienen encomendadas. (Revisar artículos 332 y 346 del Código de Instituciones y Procesos Electorales del estado de Puebla).

 

Para nadie es un secreto, por ejemplo, que los tres magistrados electorales Alejandro López Brun, Yolanda Gómez Tagle y Reynaldo Lazcano Fernández continúan litigando o dando clases de manera no gratuita, y que lo mismo hacen sus secretarios instructores.

 

Para muestra un botón: los juicios 952/01, 1154/01 y 1158/01 que se ventilan ante los juzgados décimo primero, quinto y séptimo de lo civil, respectivamente, por parte del abogado René Lazar Acosta, secretario instructor del magistrado Reynaldo Lazcano.

 

INTRAMUROS

            El nombramiento que el PRI otorgó al rector de la Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Doger Guerrero, como consejero político municipal, sí es violatorio de la normatividad universitaria, aunque sus autoridades y voceros digan lo contrario.

 

Aquí los argumentos.

 

Para empezar hay que decir que el Consejo Político Municipal del PRI, de acuerdo con los artículos 128 y 145 de sus estatutos, es un órgano de dirección colegiada, lo que convierte a sus miembros en dirigentes.

 

Si este nombramiento estuvo o no apegado al artículo 146 de los estatutos priístas –que establece que la elección de los integrantes de los consejos políticos se hará en asambleas mediante voto universal, secreto, personal, libre, directo e intransferible, y previa convocatoria del órgano correspondiente- es materia de otro análisis, lo cierto es que esta designación desacata no sólo la Ley de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, sino el Estatuto Orgánico de la institución.

 

De la Ley se viola el artículo 16, en su fracción VII que señala que el rector no puede ser funcionario público, ni dirigente de partido político el día de la elección.

 

Mientras que del Estatuto Orgánico se viola el artículo 58, que textualmente dice que el rector, cualquiera que sea su denominación, no puede ser funcionario público ni dirigente de partido político al momento de su nombramiento ni durante el ejercicio de su cargo. Pero además se infringen los artículos 138, 149 y 150.

 

El artículo 138 obliga a los integrantes de la Universidad a cumplir con las disposiciones que establezcan la Ley, las normas y demás disposiciones reglamentarias de la Universidad; el 149 en su fracción I establece como causa de responsabilidad la violación a lo establecido en la Ley de la BUAP y el Estatuto Orgánico, y el artículo 150 señala como causa grave de responsabilidad la utilización del patrimonio universitario para fines ajenos a los que está destinado.

 

Ante esta situación, ¿no valdría la pena en aras de respeto a la legalidad universitaria y de evitar que la UAP se convierta en rehén de un partido o en arena electoral de varios que el rector Enrique Doger pida licencia o de plano renuncie para meterse a lleno en la contienda por la presidencia municipal de Puebla?

 

Es pregunta, que conste.

 

EN CORTO

            Un amable lector de esta columna me hizo llegar un correo acerca de los recientes nombramientos de secretarios en el Comité Directivo Municipal del PAN, que por contener información valiosa sobre los nexos de éstos con el senador Francisco Fraile García pongo a su consideración:

 

Estimado Rodolfo

A raíz de la reelección de Pablo Rodríguez como presidente del CDM en Puebla, la integración de su comité está para dar vergüenza.

Vea usted si no:

* Israel Cante, operador político del grupo frailista en el distrito 9. Ex empleado del Comité Estatal de donde fue corrido. Llega al CDM como pago a los apoyos que le ha brindado a los frailistas.

* Antonio de Ovando, la cuota de Miguel Mantilla. Joven inquieto sin mayor presencia en el PAN, amigo de la ya célebre Angie Ramírez. Ex integrante del grupo juvenil que trabajó en la campaña apoyando a Fraile.

* Eduardo Morales. La llegada de este personaje puede interpretarse como el regreso del hijo pródigo, después de haber fracasado como coordinador de campaña de Francisco Emmelhainz y haber sido castigado por los frailistas. Fiel seguidor de Fraile, mejor conocido como El Chupitos.

* Francisco Mota, la cuota a los jóvenes. Este joven es miembro de una familia que los frailistas han usado para ocupar espacio y obstruir a sus enemigos. Su hermana y su mamá son consejeras estatales (Mary Mora y Mari Carmen Mota). Joven inquieto que inicia su carrera política. Su padre fue tesorero en la administración de Porter Basbush. Panistas todos gracias a su frailismo.

* Lucien Pedagua, la cuota de Eduardo Covián. Esta inclusión es solo para Ripley, pues hasta hace unos meses Lucien era considerado el enemigo público #2 de los jóvenes frailistas (el #1 era Covián). Ojalá nunca se entere de los calificativos que se le imputaban (o no Toño Rosas?).

* Fabiola Ramírez, la cuota del célebre Clan Ramírez-Grajales. No podía faltar alguien de la familia Rial (perdon Real) Esposa del diputado Roberto Grajales, suplente del diputado federal de Tehuacán, consejera estatal y hermana de la diputada federal Angie Ramírez. No tiene méritos en el PAN más que estar cercana a la nomenclatura panista. Representa el ala radical del frailismo. La orden: ¡Frailismo Si, Paredismo No!, le recuerda algún lema de

la derecha?

* Norma Santos, la cuota de Marcos Cruz, el operador eterno de Fraile. Su primer arribo a grandes ligas. Eterna enamorada de Fernando López, para quien trabajó desde el ayuntamiento.

* Alejandro Serrano, amigo y compadre de Paco Fraile, subdelegado de Sedesol.

* Miguelina Vargas, la ya célebre zapatista fracasada. Discípula de Fraile, operadora de tierra. Candidata suspendida por el CEN.

* Carlos Villalba, eterno seguidor y admirador de Fraile. Mejor conocido como el conchitas, no solo por su oficio de panadero sino por su trabajo en el PAN.

* Cristina de la Barquera, el regreso de la Madame. Célebre sobreviviente de los tradicionalistas. Su llegada es un pago de facturas por votos de su familia. No representa ni a su hijo, pero manda  "mensaje".

* Manuel Janeiro, no podía faltar. Frailista de hueso colorado, miembro de la frailista familia de los Velázquez de Atlixco.

* Antonio Espejel, secretario de Fraile. ¿Alguna duda?

El resto de los integrantes del CDM, son alianzas con Juntas Auxiliares y con Jesús Encinas.

 

Y hasta la próxima.