Lunes, 17 Mayo 2004
Mayo17

Aquelarre electoral en Rancho Colorado

Uno de los puntos débiles del actual proceso electoral es, sin duda, la mermada credibilidad de quienes están a cargo de su organización.

 

Desde su origen, la parcialidad ha sido la sombra de los nueve consejeros del Instituto Electoral del Estado, debido a que no fueron nombrados por consenso, sino como resultado de un reparto de cuotas entre los grupos parlamentarios que integraban la 48 Legislatura local.

 

En aquel lejano 1998, el PRI se adjudicó cinco consejeros —incluido el consejero presidente— el PAN tres, y el PRD 1.

 

A partir de entonces, hay que decirlo, la imparcialidad del presidente del IEE, Alejandro Necoechea Gómez, siempre ha estado en entredicho. Y éste, lejos de intentar revertir esta percepción, parece empeñado en confirmar ante los ojos de la opinión pública su linaje priísta.

 

De otro modo no puede entenderse por qué, en apenas de tres meses, ha sido sorprendido en al menos dos ocasiones reunido con dirigentes del Partido Revolucionario Institucional, a espaldas de los demás consejeros electorales.

 

La primera vez ocurrió a finales de enero en Casa Puebla, donde sin ningún cuidado de las formas se quejó con el gobernador Melquiades Morales Flores de la incapacidad del representante suplente del PRI ante el Consejo General del IEE, Darío Salas Pérez, para sacar provecho de las decisiones y acuerdos del Instituto.

 

De los hechos dio cuenta el periodista Andrés Beltramo Álvarez, en su artículo “Historias del IEE y otras yerbas”, publicado el jueves 29 de enero en las páginas de este periódico digital.

 

Sobre la segunda reunión, el periodista Fernando Alberto Crisanto hizo el viernes las siguientes revelaciones en su columna Del Reportero del periódico Cambio:

 

Todo indica que no fueron a festejar el Día del Niño.

Sí, esa mañana soleada del pasado 30 de abril se reunió parte del Consejo del Instituto Electoral del Estado con la dirigencia priista.

Nada extraño podría tener un encuentro de esa naturaleza sino se hubiera llevado con tanto sigilo y con la exclusión de los consejeros críticos y filopanistas.

Sí, hasta la casa en Rancho Colorado del consejero Pascual Urbano Carreto, algún día militante del Partido Comunista Mexicano y líder sindicalista universitario, llegaron los también consejeros Alejandro Necoechea, Manuel Alonso, Félix Noé Ávila y Miguel Ángel Flores Núñez.

Así, como los funcionarios del IEE José Antonio Bretón Betanzos y José Julián Corona Cabañas.

Por los priistas estuvieron: Moisés Carrasco, Rafael González Pimienta, Martín Fuentes, Mario Montero, y Fernando Camargo.

Por más de tres horas degustaron plácidamente y no necesariamente fue para festejar el día del niño.

O ¿usted cree qué si?

 

A lo escrito por Crisanto solo habría que hacer un par de correcciones y un par de agregados.

 

La primera corrección es que la casa de Rancho Colorado a la cual se refiere en su columna no pertenece al ex comunista José Pascual Urbano, sino al consejero José Félix Urbano Noé Ávila.

 

La segunda es que no todos los consejeros que menciona estuvieron presentes en la reunión. Ciertamente llegaron, pero lo cierto es que cuando los priístas arribaron al lugar, algunos de ellos se fueron. En concreto Pascual Urbano y Miguel Ángel Flores Muñoz.

 

Ahora los agregados. El primero es que al cónclave también asistió, en su calidad de coordinador general de campaña de Mario Marín Torres, el diputado local Javier López Zavala.

 

Y el segundo, que en mi opinión constituye el dato más importante para cuestionar ese tipo de encuentros, a escondidas de la ciudadanía y los medios de comunicación, y a espaldas de la mayoría de los miembros del Consejo General del IEE, es que hubo otros convocados que finalmente ya no llegaron.

 

Estos invitados son: el candidato del PRI a la gubernatura, Mario Marín Torres y, lo que resulta aún más grave, el secretario de Gobernación del estado, Carlos Arredondo Contreras.

 

¿Y por qué no llegaron?, se preguntará.

 

Bueno, pues no lo hicieron porque alguien les aviso a tiempo de que el aquelarre electoral había sido descubierto y sus iniciados fotografiados.

 

¿Por quién o quiénes?

 

Por simpatizantes y miembros del Partido Acción Nacional, cuyos dirigentes seguramente no tardarán en hacer públicas las imágenes de los consejeros Alejandro Necoechea y Manuel Alonso Espinosa llegando a la reunión; o de los consejeros Pascual Urbano y Miguel Ángel Flores saliendo de la casa de Rancho Colorado, junto con la esposa del anfitrión; o de los priístas Rafael González, Moisés Carrasco, Mario Montero, Fernando Camargo, Martín Fuentes y Javier López Zavala arribando al lugar.

 

INTRAMUROS

Al seno del Partido Acción Nacional, el tema de la honestidad de sus dirigentes, diputados y presidentes municipales es motivo de fuertes polémicas, debido a que muchos de ellos no saben cómo enfrentar un problema de moral pública.

 

El caso está relacionado con las cuentas públicas pendientes de aprobación de 13 presidentes municipales emanados del PAN, entre los que figuran los de Puebla, San Andrés Cholula, Tecali de Herrera y Aquixtla, que simplemente no pasan la prueba del ácido por los abusos y desórdenes administrativos en que han incurrido en el ejercicio de sus funciones

 

El diferendo ha generado conflictos entre los diputados locales del PAN, que se han dividido en dos bloques, y entre la dirigencia estatal panista y su candidato a la gubernatura, Francisco Fraile García.

 

Una corriente se muestra partidaria de agilizar la aprobación de las referidas cuentas municipales –correspondientes al año 2002- para evitar descalabros y el descrédito de la imagen del PAN en pleno proceso electoral. Esta posición es compartida por los legisladores Juan Francisco Menéndez Priante y Gerardo Gracilazo Martínez, así como por el presidente del comité estatal, Eduardo Rivera Pérez, y miembros del Comité Ejecutivo Nacional.

 

La otra corriente, en cambio, se pronuncia por que el PAN se deslinde públicamente de los presidentes municipales surgidos de sus filas, pero que han actuado en contra del interés ciudadano, desviando fondos o recurriendo a prácticas contrarias a los ideales panistas. Según su cálculo, esta posición lejos de debilitar al partido, lo fortalecería de cara a los comicios de noviembre entrante.

 

Esta segunda corriente es impulsada por el senador Francisco Fraile, y respaldada por los diputados Leonor Popócatl Martínez, Daniel Anteliz Magaña, Roberto Grajales Espina, Gloria Marroquín Santos y Verónica Sánchez Agís, principalmente.

 

¿Qué bloque ganará el debate?

 

Pronto, muy pronto lo sabremos.

 

EN CORTO

            Destapado el primer escándalo del Instituto Electoral del Estado (IEE), no pasarán muchos días en que se conozcan otros que implican de manera directa al presidente del organismo, Alejandro Necoechea, por la contratación de amigos y familiares; la asignación de contratos de servicios e insumos, al margen de la Ley de Adquisiciones, y sus vínculos con algunos funcionarios y funcionarias del Instituto, más allá de lo estrictamente profesional. ***** El Partido Acción Nacional tendrá nuevos representantes ante el Consejo General del Instituto Electoral del Estado, una vez que Luis Enrique Palacios Martínez fue designado coordinador general de la campaña de Francisco Fraile García a la gubernatura del estado. Rafael Guzmán Hernández e Ignacio Maldonado Balvanera serán quienes en lo sucesivo sustituyan a Luis Enrique Palacios en el IEE, el primero como propietario y el segundo como suplente. ***** Otro representante partidista que también podría ser relevado del máximo órgano electoral del estado es Darío Salas Pérez, del Partido Revolucionario Institucional, por las constantes fricciones de éste con los consejeros Alejandro Necoechea y Manuel Alonso, y el director del IEE, José Antonio Bretón Betanzos. ***** Resuelto el asunto de quién sucederá a Enrique Doger Guerrero en la rectoría de la Universidad Autónoma de Puebla (el secretario general Enrique Agüera Ibáñez), ahora la discusión se centra en los términos de su salida. Doger quiere irse con permiso, mientras que sus críticos y no pocos de sus colaboradores quieren que se vaya definitivamente, es decir, que renuncie. Habrá que ver quién gana la partida. ***** Por lo pronto, los grupos de poder comienzan a ejercer presión. Un ejemplo: el pasado jueves los integrantes del Grupo TUCA –Todos Unidos contra Agüera-, liderado por Hugo Eloy Meléndez y al que recién se sumaron el tesorero general Alfonso Esparza Ortiz y el contralor general, Oscar Gilbón Rosete, se reunieron con el secretario general para ofrecerle su apoyo, pero a cambio de que rueden tres cabezas: la del director de Educación Superior, Fernando Santiesteban Llaguno; del secretario técnico de la Vicerrectoría de Docencia, Luis Enrique Sánchez Fernández, y de la Vicerrectora de Presupuesto, Planeación e Investigación Institucional, Lourdes Medina Hernández. En el caso de los dos primeros, Agüera Ibáñez accedió a relevarlos del cargo. Y es que las negociaciones están a la orden del día, sobre todo ahora que se sabe que Enrique Doger dejará la Rectoría el próximo viernes. ***** Cuentan que para evitarle caer en la tentación de convertirse en una especie de hermano incómodo, Roberto Marín Torres fue designado hace una semana coordinador de organismos sectorizados de la Secretaría de Desarrollo Social (SDS), a fin de arraigarlo en Puebla y, de paso, sacarlo de la campaña política de su hermano, de la que ya se sentía uno de los principales estrategas. ***** Si otra cosa no sucede, entre jueves y viernes de esta semana Víctor Manuel Giorgana Jiménez citará a los diputados de la LV Legislatura a una comida con motivo del inicio del segundo periodo ordinario de sesiones, en la cual se espera firme en público la pipa de la paz con el diputado marinista Alejandro Armenta Mier y el panista Roberto Grajales Espina, quienes la semana pasada le cuestionaron el manejo de los fondos del Congreso, luego de que a dichos legisladores se les descontó un día de sueldo. ***** Trascendió que el viernes de la semana pasada tres diputados del PAN se entrevistaron con el auditor general del Órgano de Fiscalización Superior, José Doger Corte, para agilizar la aprobación de 13 cuentas públicas de igual número presidentes municipales emanados del blanquiazul. Como resultado de esa reunión, se da como un  hecho que antes de junio el Congreso del estado aprobará las cuentas públicas de los alcaldes Javier Lázaro de la Luz, de Aljojuca; Prócoro Vázquez Serafín, de Coatepec; Raúl Rivera Loizaga, de Chignahuapan; Pablo Ángel Hipatl Jimarez, de Chilchotla; Luis Espíndola Gutiérrez, de Hermenegildo Galeana; Carlos Miguel Ignacio López, de Huauchinango; Filemón Castro Elvira, de San Nicolás Buenos Aires; José Luis Contreras Coeto, de Tepeaca, y Eugenio Juárez Juárez, de Zapotitlán de Méndez. Las únicas cuentas pendientes que quedarán son las de los presidentes municipales de Puebla, Luis Eduardo Paredes Moctezuma; de San Andrés Cholula, Guillermo Paisano Arias; de Tecali de Herrera, Felipe Ponce Valencia, y de Aquixtla, José Luis Gutiérrez Sánchez. La negociación de los diputados panistas con José Doger tuvo dos etapas. En la primera, el auditor general del Orfise admitió que si por él fuera, la cuenta de Luis Paredes no pasaría, pero que si el gobernador Melquiades Morales Flores le instruye que pase, pues va a pasar. Y en la segunda, ya con los tres diputados panistas, Doger Corte prometió que antes de que concluya el actual periodo de sesiones del Congreso del estado, serán turnadas al pleno para su aprobación nueve de las 13 cuentas pendientes, pues en las restantes cuatro los alcaldes panistas siguen sin solventar los pliegos de observaciones y cargos que se les giraron desde el año pasado. *****  Y hasta la próxima.