Focos rojos en la campaña de Enrique Doger
A dos meses de las elecciones, el panorama para el candidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla, Enrique Doger Guerrero, luce más complicado que hace 85 días, cuando fue ungido candidato de “unidad”.
Entre los factores que han contribuido al debilitamiento de su campaña y que podrían frustrar su aspiración de convertirse en el próximo alcalde de Puebla, habría que enunciar los siguientes:
1. Su deteriorada relación con el candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Mario Marín Torres.
2. Su reciente distanciamiento con el rector sustituto de la Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez.
3. Su rivalidad con algunos miembros de la burbuja marinista, incluido el dirigente estatal del PRI, Mario Montero Serrano.
4. Su vergonzante militancia priísta y su desdén por las estructuras del partido.
5. La candidatura del ex priísta Jorge Morales Alducin a la presidencia municipal de Puebla como abanderado del PRD.
Sobre el primer punto no hay mucho que agregar que no se conozca ya. Doger y Marín fueron rivales en el proceso interno. Cuando Marín logró la nominación a la gubernatura, el ex rector de la UAP buscó la postulación a la alcaldía de Puebla, que obtuvo a pesar de Marín que se inclinaba por Mario Montero. Antes de eso, la sucesión rectoral de la UAP volvió a enfrentarlos. Marín quería como rector sustituto al tesorero Armando Valerdi, y Enrique Doger a su tocayo Enrique Agüera. Sus respectivos proyectos políticos personales también parecen encontrados: Marín quiere prolongar su influencia sobre la política estatal más allá del sexenio y Doger, ser gobernador en el 2010.
Como resultado de esta disputa, uno de los principales soportes de Enrique Doger, el rector sustituto de la UAP ha comenzado a pintar su raya. Agüera supone que su continuidad al frente de la máxima casa de estudios depende más de una alianza con Mario Marín que con Enrique Doger. De ahí que el miércoles 1 de septiembre Agüera organizó una cena proselitista en su casa con más de 500 universitarios, a la que no invitó a Enrique Doger, pero sí a Marín, hecho que llamó la atención de la clase política universitaria, la cual interpretó la ausencia del ex rector como la primera señal de un conveniente deslinde.
Otro factor que también está haciendo mella en la campaña del candidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla es, por un lado, su rivalidad con algunos miembros de la burbuja marinista como Javier López Zavala, Mario Montero Serrano y Valentín Meneses Rojas y, por otro, su desdén hacia las estructuras del partido, que no solo se sienten marginadas de su campaña, sino excluidas de su planilla de regidores y síndico por personajes que asumen una militancia vergonzante y vergonzosa.
La rivalidad de Doger con Montero tiene su antecedente en el proceso interno del PRI –ambos pujaron por la nominación a la alcaldía, uno con el apoyo del gobernador Melquiades Morales Flores y otro con el respaldo de Marín-, pero la de López Zavala y Meneses Rojas es de otro orden. Tanto el coordinador general de campaña de Mario Marín como su principal operador de medios de comunicación están en la idea de acotar al ex rector para que éste no se salga de control y descarrile el proyecto transexenal marinista.
Pero lo que en realidad puede ocasionarle a Enrique Doger un severo revés en las elecciones del segundo domingo de noviembre es su desdén hacia los dirigentes y estructuras del PRI en el municipio de Puebla. Para nadie es un secreto que el ex rector nunca se entendió -y que tampoco hizo mucho por conseguirlo- con Blanca Alcalá Ruiz, presidenta del Comité Municipal del PRI, que el miércoles por la tarde fue sustituida por el empresario del transporte Alfredo Rivera Espinoza.
Este nombramiento, por cierto, no hizo sino corroborar el distanciamiento entre Marín y Doger, pues no hay que olvidar que el propio Alfredo Rivera explicó que su arribo a la dirigencia del PRI se dio por consenso y en el ánimo de conciliar los intereses y las campañas políticas de ambos.
Un desacierto más en la campaña de Enrique Doger han sido las declaraciones de algunos miembros de su planilla, que en aras de asumir una posición de independencia o de defender su perfil ciudadano, terminan convirtiéndose en priístas vergonzantes, como el líder de la sección 1 del sindicato del IMSS, Fernando Rojas Cristerna, y el dirigente sindical de Volkswagen, José Luis Rodríguez Salazar.
Esto mismo le sucede con frecuencia al ex rector de la UAP, lo que por supuesto provoca el enojo del sector duro del PRI que, según los cálculos más conservadores de sus analistas, no rebasa los 30 mil sufragios.
En este contexto, la participación del ex priísta Jorge Morales Alducin como candidato del PRD a la presidencia municipal de Puebla se vuelve peligrosa, no porque el llamado primo incómodo del gobernador esté en condiciones de derrotar a Enrique Doger, sino porque puede arrancarle al PRI parte de esos 30 mil votos que, en una contienda electoral cerrada como la que se espera el próximo 14 de noviembre, marcaría la diferencia entre él y al abanderado del PAN, Pablo Rodríguez Regordosa.
EN CORTO
Sin hacer mucho ruido, Javier Casique Zárate ha comenzado a integrar una nuevo grupo político al interior de la Universidad Autónoma de Puebla denominado Fuerza Universitaria, que a decir de las malas lenguas podría impulsar la candidatura del aislado secretario general de la institución, Armando Valerdi y Rojas, para la rectoría de la Benemérita en el 2005. ***** Quienes hacen cuentas alegres con el nuevo consejero del Instituto Electoral del Estado (IEE), Edgar Manuel Cruz Domínguez, atribuyéndole inclinaciones priístas, podrían llevarse una desagradable sorpresa. Una cosa es que el profesor de la Escuela Libre de Derecho y de la Universidad Iberoamericana haya sido impulsado por el consejero presidente Alejandro Necoechea Gómez para quedarse en el lugar de Manuel Alonso Espinosa, quien renunció por motivos de salud, y otra muy distinta que en su corazón lata fuerte y claro su sentimiento priísta. Para los ingenuos baste recordar que Cruz Domínguez fue quien en el proceso electoral del 2000 denunció que el PRI había infiltrado a capacitadotes electorales del IFE en el distrito de San Martín Texmelucan. ***** En una próxima entrega, le daré mayores detalles de cómo el gobierno de Melquiades Morales sí tiene metidas las manos en el proceso electoral, a través de una estructura paralela al mando del subsecretario de Gobernación, Alberto Esteban Morelos, en beneficio del PRI. El programa en cuestión se denomina “Apoyos especiales”, y sus operadores son apoyados con vehículos, viáticos y compensaciones de 20 mil y 15 mil pesos. ***** En el municipio de Huauchinango, el PRI no solo se pulverizó, sino que sus principales cuadros de fueron a fortalecer a la oposición. Leonardo Picazo, tras el perder el proceso interno, se hizo candidato del PRD a la alcaldía, mientras que Gustavo Vargas Cabrera se alió con el presidente municipal en funciones, Carlos Miguel Ignacio López, y con el alcalde de Puebla, Luis Paredes Moctezuma, para apoyar al ex panista Edgar Sánchez Gómez por Convergencia. Antes de su alianza, Gustavo Vargas quiso negociar con el candidato del PRI al ayuntamiento de Huauchinango, Carlos Martínez Amador, el pago de un millón de dólares que supuestamente invirtió en su campaña, y al no conseguirlo hizo berrinche, lo que propició que los dos integrantes de su grupo -que se habían integrado a la planilla de regidores del PRI- renunciaran para sumarse junto con aquel a la campaña del ex director de Obras Públicas del ayuntamiento panista de Huauchinango, Edgar Sánchez. ***** Aun cuando la ley prohíbe la comercialización de las estaciones de radio y televisión permisionadas, las operadas por el Sistema de Información y Comunicación del estado (Sicom) lo hacen sin el menor pudor, disfrazando las ventas de publicidad por supuestos intercambios. Para comprobarlo nada más hay que escuchar o ver algunos de sus programas, como el matutino Vive Mejor, conducido por Nuria Vaquer o el noticiero nocturno del Sistema Estatal de Noticias, a cargo de Fernando Pérez Corona, que es patrocinado por la agencia de autos franceses Peugot. El asunto, ya de por sí delicado por las violaciones a la Ley de Radio y Televisión, es todavía más grave cuando uno indaga que estos patrocinios no solo sirven para cubrir los sueldos de algunos reporteros y comentaristas, sino para que los conductores de ciertos programas se vistan mejor o, mejor dicho, al gusto de su subdirector de radio y televisión, Marcelo García Almaguer. ***** A propósito. Es lamentable que los reporteros y camarógrafos que laboran para el Sistema Estatal de Noticias del Sicom, que tienen que desdoblarse para cubrir su cuota de notas para los noticieros de radio y televisión y el portal de internet, no ganen siquiera el salario mínimo profesional. Y eso que algunos de ellos como Joseline Santos Enríquez trabajen hasta 12 horas diarias por solo mil pesos al mes. Pero lo que mayor molestia provoca a los reporteros del Sicom no son tanto sus bajos salarios, sino el que otros periodistas protegidos por Marcelo García Almaguer a los que retiró de la talacha diaria para asignarlos a ciertos programas, ganen tres o cuatro veces más que ellos, o que el director general del Sicom, Raúl Victoria Iragorri, se valga de su trabajo para quedar bien con algunas empresas como Estrella Roja, a la cual le produjo sus videos promocionales solo porque patrocinan los viajes de su hijo para que éste practique sus deportes extremos. ***** Tras la salida de Armando Toxqui Quintero de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) han comenzado a ocurrir cosas extrañas en ese tribunal laboral. Expedientes que hace dos o cuatro años se perdieron en los cajones de su escritorio, como juicios de despido injustificado en contra de la Universidad Cuauhtémoc -de la que por cierto es egresado- o de registro sindical de trabajadores del volante, farmacéuticos o de la industria marmolera, milagrosamente reaparecieron. Sin embargo, en casi todos los casos con resoluciones negativas para los promoventes. Para muestra un botón: El abogado Alfredo Perea Huerta, defensor de un ex directivo de la escuela de Arquitectura de la Universidad Cuauhtémoc, que demanda una liquidación de más de 500 mil pesos, ya no sabe qué hacer para mover el expediente de su cliente, que celosamente sigue escondiendo el nuevo presidente de la Junta, el desconocido Jorge Ramos Lobato. Y es que para poder presentar un incidente de reposición de autos, necesariamente requiere que le certifiquen las copias que él posee, lo que no ocurrirá mientras el verdadero amo y señor de la JLCA siga siendo Armando Toxqui. ***** A propósito. Cuentan que tras la designación de Armando Toxqui como subsecretario de Gobernación, el nuevo presidente de la Junta, Jorge Lobato le ofreció el cargo de secretario general a Felipe Aguilar Flores, quien durante años laboró en este tribunal, cubriendo prácticamente todos los puestos del escalafón: desde actuario hasta presidente de Junta Especial. Sin embargo, Lobato le puso una condición: que renunciara a los poderes que como representante legal tenía en varias empresas por él asesoradas. Y éste, ingenuo, así lo hizo, olvidándose de un pequeño, casi insignificante detalle: que en realidad el mandamás de la Junta es Armando Toxqui, quien para sorpresa suya y de Jorge Lobato designó en la Secretaría General a Delia del Rosario Guzmán Pérez, a la que por cierto le dio el síndrome del ladrillo con fatales consecuencias para los actuarios de las Juntas Especiales a los que tiene amenazados con despedir a la menor falta. ***** Y hasta la próxima.