Lunes, 20 Diciembre 1999
Dic20

El futuro de Cañedo y quién sera su sucesor

Que Rafael Cañedo Benítez dejará la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI, no es ningún secreto. Sí en cambio, cuál será su futuro político y el nombre de quién lo sustituirá en las primera semanas del año entrante.

Desde que el gobernador Melquiades Morales Flores ganó las elecciones internas de su partido y más tarde las constitucionales, la figura de Rafael Cañedo se ha convertido en un pesado lastre para él.

Habiendo ganado la contienda interna de su partido, el entonces gobernador Manuel Bartlett Díaz le pidió a Melquiades Morales que designará él al sustituto de Mario Marín Torres en la dirigencia estatal del PRI.

Testigos de aquella conversación, cuentan que la única condición que Manuel Bartlett le puso a Melquiades Morales es que el elegido no fuera Rafael Cañedo.

Fue entonces que al relevo de Mario Marín entró Luis Antonio Godina Herrera en la presidencia y Jorge Morales Alducin a la secretaría general del Comité Directivo Estatal del PRI.

Entre las elecciones del segundo domingo de noviembre de 1998 y la última semana de enero de 1999, cuando el actual gobernador definió a quienes integrarían su gabinete, el nombre del ex presidente municipal de Puebla volvió a ser blanco de críticas y vetos.

Rafael Cañedo pretendió ser secretario de Gobernación o secretario de Finanzas, pero los empresarios aglutinados en torno al Consejo Coordinador Empresarial lo vetaron cuantas veces pudieron, lo mismo en privado que en público.

La única forma en que Melquiades Morales pudo compensar a Rafael Cañedo los favores y apoyos que le brindó durante el proceso interno del PRI, del cual salió electo como candidato a gobernador, fue nombrándolo dirigente estatal del tricolor.

Desde entonces, desde esta plataforma Cañedo ha pretendido convertirse en candidato a senador, para estar en posición de buscar la gubernatura en el 2004.

Sin embargo, el costo político que ha debido pagar no sólo ha sido alto, sino quizás inútil, pues a estas alturas nadie puede garantizarle siquiera una candidatura que lo ponga en la antesala de ocupar una curul o un escaño en el Congreso de la Unión.

La animadversión que su corta estancia en la dirigencia estatal del PRI ha generado entre la clase política local, tras el proceso de elección interna de candidato presidencial, lo tiene casi en la lona.

El desgaste político a que se ha visto sometido en menos de un año no tiene parangón. De ahí que su relevo resulte inminente.

Para sustituirlo se han planteado varias alternativas, aunque de ellas sólo dos parecen tener mayor viabilidad, atendiendo al estilo, personalidad y carácter del gobernador.

La primera, y que hasta ahora se proyecta como la de mayores posibilidades, es la de Víctor Manuel Giorgana Jiménez. La otra es la de Jaime Alcántara Silva.

Además de la confianza y afecto que su compadre, el gobernador, ha depositado en Giorgana, es obvio que el secretario particular de Melquiades Morales ha contado con el aval de éste para convertirse en uno de sus escasos operadores políticos en asuntos de imagen, discurso, elecciones y el trato con sectores y grupos de la sociedad civil.

En contra de Giorgana, aparecen su nula experiencia en cargos de elección popular y de dirección partidista, su lejanía con los tradicionales grupos de poder, a excepción del llamado Huachipower, y su apellido y lazos familiares con los hermanos Alberto y Guillermo Jiménez Morales.

La otra alternativa, Jaime Alcántara, ha cobrado mayor relevancia desde que el gobernador Melquiades Morales, el pasado 23 de noviembre en Casa Puebla, ofreció al equipo labastidista que continuaría al frente de la campaña del candidato del PRI a la Presidencia de la República.

A diferencia de Giorgana, Jaime Alcántara sí tiene experiencia partidista y en puestos de elección popular, pues fue líder estatal de la Confederación Nacional Campesina y diputado federal en la LII Legislatura.

Y si bien no es un político carismático, el coordinador estatal de la campaña de Francisco Labastida demostró capacidad para conjuntar esfuerzos y sumar voluntades, muchas de ellas con personalidades disímbolas.

Jaime Alcántara, quien en corto asegura que preferiría ser dirigente del partido a diputado federal, tiene, sin embargo, en Rafael Cañedo a su principal obstáculo.

No en balde el aún dirigente estatal del PRI, quiso eliminarlo del panorama antes de tiempo. Primero, ofreciéndole su integración a la estructura priísta, en una posición de segundo nivel, con el pretexto de que ahora el partido se haría cargo de la campaña de Francisco Labastida.

Y más tarde con la inclusión de algunos miembros destacados del equipo local labastidista -como Adela Cerezo Bautista, Mario Rincón González y Gerardo Serdán Alvarez- al Comité Directivo Estatal del PRI.

La intención de Cañedo de obstaculizar el arribo de Jaime Alcántara a la dirigencia del PRI resulta incierto, no así su afán por facilitar las cosas al secretario particular del gobernador, con tal de que éste le garantice la permanencia de Silvia Tanús en la secretaría general del tricolor.

 

INTRAMUROS

            El presidente estatal del PRD, Luis Miguel Barbosa Huerta, está por jugarse algo más que una diputación por la vía plurinominal, durante el proceso de renovación de la mayoría de las dirigencias municipales de su partido.

Y es que si no logra el mayor número de presidentes de comités municipales y por tanto de lugares en el Consejo Estatal, él y su grupo tendrán que irse despidiendo del sol azteca.

En las elecciones para renovar a las dirigencias municipales perredistas, se pondrá en juego no sólo el control del partido para los tres siguientes años, sino las principales candidaturas a puestos de elección popular.

Ello significa, en pocas palabras, que el grupo o facción del PRD que gane la mayoría de comités municipales será también el que domine el Consejo Estatal y por tanto el que lleve mano en la nominación de candidatos a curules y escaños para el Congreso de la Unión.

Hasta ahora el panorama luce alentador para las huestes de Luis Miguel Barbosa, dada la división y debilidad mostrada por las demás corrientes perredistas, amén de que el registro de planillas vence el 31 de diciembre y las elecciones se efectuarán justo un mes después, es decir, el domingo 30 de enero del 2000.

De cualquier forma habrá que esperar, pues en el PRD cualquier cosa puede ocurrir y no hay pronóstico que resista los virajes que puedan dar sus múltiples grupos y facciones.

 

EN CORTO

            Cuentan que el miércoles pasado, durante la develación en el D.F. de una placa de la obra Aventurera, a cargo de Francisco Labastida Ochoa, el ex diputado Jaime Alcántara tuvo palabras de reconocimiento de dos personajes cercanísimos al hoy candidato presidencial: Esteban Moctezuma Barragán y Manuel Cavazos Lerma, secretario general y secretario de Operación Política del CEN del PRI, respectivamente. Ambos le garantizaron que no tendría ningún problema para continuar al frente de la campaña de Francisco Labastida en el estado de Puebla. ***** Otro que también le tiene prendidas sus veladoras al ex gobernador de Tamaulipas, Manuel Cavazos, es el notario público Efraín Trujeque Martínez, quien se asegura será diputado federal por el distrito de Izúcar de Matamoros. Cavazos y Trujeque fueron compañeros de curul en la LII Legislatura. ***** Anécdota para recordar. Dicen que en la salutación de los priístas poblanos a Francisco Labastida en sus oficinas de campaña de la ciudad de México, éste afirmó sentirse muy satisfecho con los resultados de Puebla en la elección interna de su partido, pues él había ganado su estado con el 92% de los votos, al igual que lo hizo Roberto Madrazo Pintado en Tabasco con el 88% de la votación, pero que Manuel Bartlett, en cambio, lo había perdido 60-40 frente a él. La confidencia de Labastida fue escuchada por el gobernador Melquiades Morales y su hermano, Jesus; por el ex gobernador Guillermo Jiménez, por el presidente del PRI, Rafael Cañedo, y por el coordinador estatal de su equipo de campaña, Jaime Alcántara. ***** El viernes pasado, delante del secretario de Gobernación, Carlos Alberto Julián y Nácer, las diferencias entre el presidente y secretario general del PRD en Puebla, Luis Miguel Barbosa y Juan Nehemías García, nuevamente salieron a relucir. Sólo que en esta ocasión, se impuso el criterio de Luis Miguel Barbosa, lo que indignó al hijo de aquél, que terminó abandonando la reunión tras azotar la puerta del secretario de Gobernación. ***** La Comisión Estatal de Vigilancia y Garantías del PRD, que integran Alejandro del Castillo Saavedra y Socorro Quezada Tiempo, ha empezado a cortar cabezas. Por lo pronto ya expulsó del partido al ex contralor municipal de San Pedro Cholula, Arturo Rojas (a) ``El muerto'', y tiene en capilla a Bonifacio Cholula Rincón. ***** Un hermano del ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Puebla, José Manuel Rodoreda Artasánchez, podría convertirse en candidato a diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática. Se trata de Jaime Rodoreda, quien hace poco presidió la asociación de Promotores Industriales de Vivienda de Puebla (Provivac). El empresario estaría siendo convencido de abanderar el emblema del sol azteca por el ex candidato de este partido a la presidencia municipal en 1995, Mario Villar Borja. ***** Esta columna y autor observarán un breve y merecido receso. Feliz navidad.

---FIN.