Un grupo de priístas labastidistas prepara lo que sin duda será un golpe demoledor en las aspiraciones del exgobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, en su afán por hacerse de la candidatura presidencial.

En esta operación, que se cocina al más alto nivel, juegan un rol fundamental los exgobernadores Guillermo Jiménez Morales y Mariano Piña Olaya, así como el actual mandatario estatal, Melquiades Morales Flores, todos ellos abiertos simpatizantes de la causa labastidista.

El objetivo central del golpe a Manuel Bartlett es demostrar que Puebla está muy lejos de ser o de convertirse en un bastión bartlista, como los seguidores de éste quisieron hacérselo sentir la noche del martes pasado a José Antonio González Fernández, durante la sesión extraordinaria de Consejo Político Estatal del PRI.

Una cosa es que los corifeos del exgobernador le hayan comido el mandado al novel presidente estatal del PRI, Rafael Cañedo Benítez, y otra, muy distinta, que aquéllos sean los que aún definan el derrotero del priísmo poblano. La única interpretación es que a Cañedo lo novatearon.

Para borrar esa falsa impresión, los labastidistas quieren que su jefe arranque en Puebla oficialmente su precampaña, una vez que renuncie a la Secretaría de Gobernación. Ello ocurrirá antes del 15 de mayo, cuando el PRI tenga ya listas las reglas para la contienda interna.

Y quieren que el acto reúna no sólo a miles de priístas, sino a lo más representativo de la clase política local, para acabar de una vez por todas con el mito genial de que Puebla es un estado bartlista.

Las señales de que Puebla abrazará con todas sus fuerzas la causa labastidista, con el gobernador Melquiades Morales a la cabeza, aparecerán en cascada en los próximos días, antes y después de que Francisco Labastida venga a firmar un convenio de seguridad. Entonces seremos testigos de la cargada en forma de desplegados, declaraciones y pronunciamientos individuales y colectivos.

Manuel Bartlett empezará a pagar las facturas de su desprecio a los miembros de la tradicional clase política poblana. De sus críticas a Mariano Piña y de sus ironías a Guillermo Jiménez. En suma, a cosechar lo que sembró a su paso por Puebla.

 

INTRAMUROS

            Ignacio Alvizar Linares es un funcionario de la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado, cuya bonanza económica durante el pasado reciente, ha puesto en un doble predicamento a la Secretaría de Desarrollo, Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap).

En primer lugar, porque la investigación que se sigue al citado funcionario podría sacar a luz pública una compleja red de corrupción en la SEP durante el sexenio bartlista y, en segundo término, porque el nombramiento de Ignacio Alvizar sacaría a flote la enorme influencia de un cercanísimo familiar del principal huesped de Casa Puebla.

Por lo que hace al primer aspecto -la bonanza económica de Ignacio Alvizar-, es un secreto a voces que su enriquecimiento tuvo como punto partida la llegada de Juan Antonio Badillo Torre a la SEP. Fue él quien lo promovió de jefe de Departamento a director general de Planeación.

En el sexenio de Manuel Bartlett, Ignacio Alvizar fue el responsable de la asignación de contratos de obra relacionados con la construcción de aulas y escuelas en la entidad poblana con fondos estatales.

Desde su posición, Alvizar no sólo manipuló concursos y asignaciones, sino que favoreció a ciertos contratistas y constructores como Rubén Barroso García, quien incluso le edificó una casa junto a la suya, allá por la salida a Tlaxcala.

Tras su reciente ratificación, algunos contratistas han vuelto a refrendarle las muestras de atención y cortesía que siempre le guardaron en el sexenio bartlista. Para muestra, cual elegante esmeralda, nuestro personaje acaba de estrenar una camioneta Ram Charger.

Esta situación, por supuesto, no ha escapado a las investigaciones que le siguen tanto el delegado contralor de la SEP, Carlos Sarquis Yépez, como la titular de la Sedecap, Norma Nohemí Tello y Nieto, sólo que ambos se encuentran atados de manos.

No tanto porque tengan la instrucción de aplicar una política de borrón y cuenta nueva con respecto a las auditorías que se aplican a la gestión Bartlett, sino porque ninguno de los dos ignora el hecho    de que Ignacio Alvizar Linares tiene un poderoso padrino.

Ni más ni menos que Jesús Morales Flores, una especie de hermano incómodo del actual gobernador.

 

EN CORTO

            Será el próximo 3 de mayo cuando aparezca la revista política que dirige Carlos Macías Palma bajo el título "Poder. El medio para mover voluntades", que en su primer número presentará una amplia entrevista con el director del Instituto Motolinía, Manuel Antonio Díaz Cid. ***** Hace un par de semanas, en la ciudad de México, por conducto del exgobernador Guillermo Jiménez Morales, se reunieron a cenar en privado el secretario de Gobernación, Francisco Labastida, y el gobernador Melquiades Morales. ***** El jueves pasado, después de la ceremonia en que rindieron protesta, los nuevos consejeros universitarios de la UAP fueron agasajados con una fiesta en su honor en el salón social Casa Blanca, en donde hubo baile, chupe, comediantes, bailarinas cubanas y rete-que-harta camaradería. Lo mejor de todo fue que el rector Enrique Doger Guerrero y el secretario general, Guillermo Nares Rodríguez, brindaron por los tiempos que vienen. ***** Ahora que Guillermo Nares está por abandonar el doctorado en Derecho a que se inscribió en la Universidad Autónoma de Puebla, no son pocos los seguidores del secretario general que se preguntan si el reglamento de investigación y estudios de posgrado también se aplicará a otros funcionarios universitarios que se encuentran en la misma situación, es decir, cursando estudios de posgrado dentro de la institución. Entre los casos que se encuentran detectados figuran el de dos secretarios, uno de Administración Pública y otro de Contaduría, que actualmente hacen sus maestrías en sus propias facultades, así como los de Eduardo Garzón Valdés y Marún Ibarra Doger, director y secretario académico de la escuela de Comunicación, quienes están por concluir una maestría en Administración de Organizaciones impartida por la Facultad de Contaduría de la UAP. Sus casos, se asegura, no son los únicos. Pronto ampliaremos detalles. ***** En la Comisión Estatal Electoral los consejeros ciudadanos continúan de mal en peor. Su última gracia, a propuesta de Arnulfo Carballido Pacheco, consiste en autoasignarse un bono económico que piensan hacer efectivo antes de que los echen. Dicho bono, según las fuentes consultadas, saldría de la venta de equipo y vehículos que un comité de financiamiento, encabezado por Maximino Bear Sanz, piensa llevar a cabo en los próximos días. ***** A propósito. A raíz de lo aquí publicado el lunes pasado sobre la reunión entre el presidente de la Comisión Estatal Electoral, Sergio Reguero Placeres, y el representante del PAN ante este organismo, Luis Enrique Palacios Martínez, trascendió que ambos personajes tuvieron como platillo fuerte de esa comida no el filete de res con salsa chimichurri que ahí se prepara, sino a los consejeros ciudadanos. Fuentes cercanas al encuentro aseguran que al abordar el caso del efímero secretario técnico de la CEE, Gaspar Chávez Zárate, Sergio Reguero se refirió a Víctor Manuel Reynoso como un sacón, a Maximino Bear como un negociador maquiavélico, a Arnulfo Carballido como un ambicioso y a "Los Prócoros", Joel Cruz y Prócoro Carvajal, como unos costales de papas. ***** Desde hace un par de semanas han comenzado a llegar a los domicilios de miles de poblanos cartas personificadas enviadas por el gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado. En las misivas, el mandatario tabasqueño reproduce, enunciando una serie de acciones y logros de su gobierno, la frase de sus millonarios spots televisivos: "Hechos, no palabras". Pero más allá de la propaganda y la campaña proselitista de Roberto Madrazo, lo que verdaderamente llama la atención es la base de datos que de los poblanos tiene el precandidato priísta. Este hecho nos lleva a formular varias preguntas: ¿De dónde sacó Roberto Madrazo los nombres, direcciones y código postal de miles de poblanos? ¿Quién o quiénes le facilitaron esa base de datos? ¿Acaso en la Secretaría de Finanzas? ¿Por qué los errores que presentan algunas cartas enviadas por el gobernador tabasqueño son los mismos de los requerimientos de la Secretaría de Finanzas para el pago de tenencia? ¿Estamos acaso ante un asunto de tráfico de influencias o de uso de información privilegiada con fines proselitistas? En fin: ¿Quién dice que no se puede... en tierra de Bartlett? ***** Nota Bene: A partir de este lunes, la columna Entrelíneas se publicará en la edición nacional de EL UNIVERSAL, dentro de la sección de Estados. ***** Y hasta la próxima.