Sep13

Las actas de Consejo Directivo del Soapap, ¿realidad o cinismo?

Lunes, 13 Septiembre 1999

Si el análisis presentado por la Secretaría de Finanzas sobre el estado financiero del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (Soapap), el pasado 1 de julio, puso al descubierto una serie de ineficiencias respecto a la operación y administración del organismo, la lectura de las actas celebradas por su Consejo Directivo es de escándalo.

Y es que en ellas no sólo aparecen declaraciones de funcionarios públicos, como Eduardo Macip Zúñiga, que sin el menor pudor justifican los malos manejos del Soapap, sino confesiones de que en la gestión de Manuel Bartlett Díaz el organismo fue una verdadera caja negra, ya que ni siquiera los miembros de su Consejo Diectivo tenían acceso a los estados financieros.

A riesgo de parecer repetitivo o monotématico, es necesario reiterar que antes de que se aumenten las tarifas de agua potable y los pasivos del Soapap se conviertan en deuda pública, que la actual administración estatal debe auditar a fondo al organismo con el propósito de deslindar responsabilidades y aclarar qué y quiénes provocaron su quebanto financiero.

Los poblanos, insisto, no tenemos por qué pagar las ineficiencias de quienes estuvieron al frente del Soapap, o de quienes a sabiendas de que su manejo tarde o temprano llevaría al organismo a una severa crisis económica hoy, como la ex titular de la Sedueep, Martha Gamboa Cerdán, se muestran a favor de aplicar una política de borrón y cuenta nueva.

Antes de entrar en materia, es decir a lo que se asienta en las actas de las sesiones ordinarias y extraordinarias del Consejo Directivo del Soapap, es necesario resaltar tres aspectos.

El primero es que durante los meses de febrero, marzo, abril y mayo, el Consejo del Soapap no sesionó, lo que de entrada ya supone una violación a su normatividad; segundo, que sus nuevos integrantes aún no rinden la protesta de ley correspondiente y, finalmente, que nadie a ciencia cierta sabe qué tanta legalidad pueden tener sus acuerdos, en virtud de que el actual secretario de Desarrollo Urbano y Ecología y  representante del gobernador Melquiades Morales ante dicho Consejo, Federico Bautista Alonso, se ha negado a considerar como oficiales algunas sesiones efectuadas después del 1 de julio.

Una primera inconsistencia que podríamos resaltar en las actas, se refiere a las fechas en que supuestamente se llevan a cabo las sesiones. Aquí un ejemplo. El acta de la tercera o cuarta sesión ordinaria correspondiente al mes de julio, según la propia acta, se habría celebrado por anticipado el día 9 de junio, es decir un mes antes.

Sin embargo, lo más sorprende, es que en dicha sesión los consejeros no sólo fueron capaces de conocer cuál sería el comportamiento de la recaudación de julio, sino de aprobar un reporte con avances hasta el día 23 del mes posterior al que supuestamente sesionaron. El error es evidente, por lo que se desprende que en realidad aquella sesión no se realizó el 9 de junio, sino el 9 de agosto. *Insertar hoja de portada de la 4a sesión ordinaria

Pero vayamos a otra acta, a la fechada el 1 de julio de 1999 y que corresponde a la segunda sesión extraordinaria del Consejo Directivo del Soapap durante ese mes, y en la cual se describen una discusión entre el anterior director del Soapap, Luis Ontañón León, con funcionarios de la Secretaría de Finanzas y algunas participaciones de Eduardo Macip y Martha Gamboa, el primero como representante del presidente municipal de Puebla, Mario Marín Torres y la segunda como secretaria del Consejo.

En la hojas que van de la  6 a la 12 de la referida acta puede leerse que en representación de la Secretaría de Finanzas, Jorge Mejía Montoya hizo un análisis del comportamiento de los ingresos y egresos del Soapap, así como de algunos factores que hacen inviable su operación financiera.

Entre otros puntos, Jorge Mejía puso el acento en el rezago que presentan las tarifas por consumo de agua potable, que estarían por debajo de su costo en 51.2%; en el deficit y los sobregiros presupuestales del organismo; en los altos sueldos de su personal directivo; en la duplicidad de funciones con el Banco Interamericano de Desarrolllo (BID); en el sobreendeudamiento del Soapap, y en la ineficiencia de su área comercial, a la cual la cartera vencida se le disparó en 75% durante 1998. * Insertar hojas 6 y 10

La intervención de Jorge Mejía fue motivo de discrepancias, advertencias y felicitaciones, según puede leerse cuartillas más adelante. Luis Ontañón consideró aventurado el análisis del funcionario de Finanzas; el jefe de éste, el subsecretario de Egresos, Fernando Manzanilla Prieto criticó, a su vez, la discrecionalidad con que el Soapap había sido dirigido hasta entonces y advirtió que las tarifas de agua se ajustarán a la realidad.

Y, finalmente, el representante del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Javier Lardizábal Díaz, elogió el estudio elaborado por la Secretaría de Finanzas y denunció que era la primera vez que a los miembros del Consejo Directivo del Soapap se les presentaba un informe financiero detallado.

"Es un análisis muy serio y muy integral que tiene que hacer reflexionar al Consejo Directivo del Soapap (...) para que estas informaciones no nos lleguen una vez cada seis años (...) es una base muy valiosa que tenemos que revisar con calma puesto que contiene cifras muy verídicas. No venimos a levantar el dedo. Creo que eso se acabo". *Insertar hoja 14

Si bien hasta aquí el acta del 1 de julio no dice nada que los poblanos ignoremos acerca de cómo en la administración estatal anterior la información financiera y contable del Soapap se ocultaba y manipulaba, lo que sigue después es de antología.

Y es que, como escribimos al comienzo de esta columna, dentro del Consejo Directivo del Soapap figuran funcionarios que habiendo sido colaboradores muy cercanos del ex gobernador Manuel Bartlett Díaz hoy intentan justificar lo injustificable y, en el peor de los casos, hacer de la impunidad una norma de la administración pública.

En aquella sesión, por ejemplo, la secretaria del Consejo y ex titular de la Sedueep, Martha Gamboa, lamentó que la auditoría efectuada al Soapap por un despacho externo no se hubiera aprobado antes de que entrará en funciones la actual administración estatal. Quizás sólo le faltó agregar: y antes también de que la Secretaría de Finanzas conociera los malos manejos de sus directivos y antes de las irregulaidades administrativas y financieras salieran a flote.

De hecho, su intervención mereció una respuesta por parte de Fernando Manzanilla, según puede leerse en la hoja 16 de la multicitada acta: "más allá de la cuentas por cobrar y el IVA acreditable, nos preocupa el punto de los sobreejercicios (presupuestales) que hay en distintos rubros, especialmente los de gastos porque son ajenos a la obra pública (...) esos sobreejercicios son responsabilidad del organismo y del Consejo anterior (...) nosotros no estamos en posición de aprobar esto porque (...) no queremos que se entienda que estamos de alguna manera avalando algo que no hicimos".

Sin embargo, la participación más reveladora de aquella memorable sesión, fue la del hoy director de Desarrollo Municipal del ayuntamiento de Puebla, Eduardo Macip.

Y es que Macip confesó que en la gestión de Manuel Bartlett ya "sabíamos que el Organismo Operador no era un organismo eficiente" y que si el Soapap no se privatizó del todo fue "para seguir teniendo las ventajas que tiene una empresa paraestatal (...) y porque así nos convenía".

El representante del alcalde Mario Marin justificó tal convenciencia con estas palabras: "la Federación premia aquellos que son más ineficientes, porque acaba dándoles más subsidio". En su argumentación, Macip dijo que personalmente constató que el gobierno federal siempre apoyó más a organismos operadores de agua de otros estados, cubriéndoles sus deficits de 700 u 800 milllones de pesos, que a entidades como el Soapap que ante Banobras eran los máximos exponentes de la eficiencia. *Insertar hoja 18

Las confesiones de Martha Gamboa y Eduardo Macip no deben ser pasadas por alto por la Secretaría de Desarrollo, Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap) y menos por la Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso del Estado ahora que revisen las cuentas públicas del Soapap, pues de ellas se desprende que ambos funcionarios no sólo sabían de las irregularidades del Sistema Operador, sino que incluso alentaron algunas ineficiencias con la idea de que la Federación cubriera tales anomalías.

Hacer caso omiso de lo que consta en las actas de las sesiones tanto ordinarias como extraordinarias del Soapap sería tanto como suponer que en Puebla el gobierno también premia la ineficiencia y los malos manejos, es decir, el cisnismo y la corrupción.

Ojalá me equivoque.