Ene27

Historia de una componenda legislativa

Lunes, 27 Enero 2003

En la aprobación de la cuenta pública de Mario Marín Torres se consumó una de las mayores componendas en lo que va del sexenio melquiadista, sólo que ahora los cómplices de tal agravio fueron los diputados y dirigentes del Partido Acción Nacional, que se vendieron por un plato de frías lentejas.

 

En efecto, la dirigencia panista y su coordinador en el Congreso del estado, Ángel Alonso Díaz Caneja, aceptaron avalar la cuenta pública del ex presidente municipal de Puebla, Mario Marín Torres, a cambio de que dos de sus ex alcaldes –el de San Martín Texmelucan y el de Atlixco- no fueran también sancionados.

 

Pero ¿cómo se gestó esta transacción?

 

La historia tiene dos partes. La primera fue contada por Arturo Luna Silva, en su columna Garganta Profunda del 15 de enero. Ahí, el periodista señaló que a instancias del gobernador Melquiades Morales fueron convocados en Casa Puebla, el secretario de Gobernación, Carlos Arredondo Contreras; el líder de la Gran Comisión del Congreso del estado, Víctor Manuel Giorgana; el presidente de la Comisión Inspectora, René Lechuga Fosado; el titular del Órgano de Fiscalización Superior, José Doger Corte; el presidente de la Comisión de Gobernación, Carlos Meza Viveros; el ex alcalde Mario Marín, y el diputado Javier López Zavala, ex director del Sistema DIF Municipal.

 

La reunión, según la versión de Arturo Luna, y que públicamente no ha sido desmentida, tuvo como tema central la cuestionada cuenta pública de Mario Marín y la manera en que sería presentada al Congreso para su aprobación.

 

El encuentro, a decir del columnista, no estuvo exento de fricciones entre dos de sus principales protagonistas. El auditor José Doger, quien habló de corruptelas en la ejecución de obra pública y del ex alcalde Mario Marín, quien se refirió a tales acusaciones como argucias para dejarlo fuera de la contienda por la gubernatura en el 2004

 

De la segunda parte de la historia sólo se conocen retazos.

 

Se sabe que hubo una reunión la tarde del miércoles 22 de enero en el edificio del Órgano de Fiscalización Superior, y que ahí los diputados de la Comisión Inspectora, con excepción del panista Juan Francisco Menéndez Priante, aprobaron la cuenta pública de Mario Marín, en paquete con otras 72 cuentas, incluida la del ex alcalde panista de San Martín Texmelucan, Enrique Porter Bashbush.

 

También se conoce que a esa singular sesión acudió, pese a no ser integrante de la Comisión Inspectora, el líder de la fracción del PAN, Ángel Alonso, quien sostuvo una discusión con Menéndez Priante.

 

Pero los detalles sobre qué y por qué discutieron y cómo los diputados de la Comisión Inspectora revisaron –en menos de dos horas y media- 73 cuentas públicas, entre ellas la de Mario Marín, aún no han trascendido.

 

Aquí el meollo de la segunda parte de la historia.

 

De entrada hay que decir que las cuentas públicas materia del dictamen fueron aprobadas a ciegas, como resultado de un desaseado arreglo entre los líderes de las dos principales fracciones en la Cámara de Diputados, Víctor Manuel Giorgana del PRI, y Ángel Alonso Díaz Caneja del PAN.

 

El último en enterarse de que las cuentas pasarían sin revisión fue el panista Menéndez Priante. La noticia se la transmitió Víctor Giorgana, vía celular, apenas comenzada la sesión.

 

Menéndez Priante le respondió que él no avalaba ese acuerdo, y que su voto sería en contra. Todavía en tono acomedido, Giorgana le pidió reflexionarlo mejor, pues de lo contrario el ex alcalde de San Martín Texmelucan, el panista Enrique Porter, sería enviado a la cárcel a partir del viernes.

 

Como la amenaza no logró amilanarlo, Ángel Alonso tuvo que salir a escena.

 

Su primer intento fue telefónico, pero como Menéndez Priante seguía sin entrar en razón, Ángel Alonso no tuvo más remedio que apersonarse en el edificio de la 5 Sur para tratar de convencerlo por las buenas o por las malas.

 

Son órdenes del Comité Estatal, dicen que le dijo. Para más tarde advertirle que su desacato sería llevado a la Comisión de Orden.

 

Por respuesta, Menéndez Priante soltó un chiste: “chin, me acabo de quedar sin partido”, frase que el presidente de la Comisión Inspectora, René Lechuga Fosado, festejó con una carcajada.

 

Como la sesión continuó, Menéndez Priante quiso ver la auditoría practicada al ayuntamiento de Mario Marín. El operador, que tenía a su cargo la computadora que almacenaba la información, conectada a un proyector para que los datos fueron exhibidos en una pantalla gigante, nunca pudo localizar el archivo.

 

Y como tampoco José Doger podía mostrarle los resultados en hojas impresas, Menéndez Priante solicitó una copia de los CD’s que contenían las 73 cuentas públicas. Sobra decir que tampoco le fue proporcionada.

 

La tensión aumentó y fue entonces que Ángel Alonso se levantó de su asiento y anunció que al día siguiente, cuando el dictamen fuera presentado al pleno del Congreso del estado, los diputados del PAN votarían a favor.

 

Y su promesa se cumplió, aunque de manera parcial, pues Jesús Encinas Meneses votó en contra, Roberto Grajales Espina abandonó el recinto y Juan Francisco Menéndez ni siquiera llegó a la sesión.

 

Y hasta la próxima.