Feb17

Precandidatos bajo la lupa

Lunes, 17 Febrero 2003

Durante los meses de octubre y noviembre del año pasado, la dirigencia del PRI realizó en los 15 distritos federales de la entidad estudios cualitativos de opinión pública con el propósito de indagar la imagen de sus precandidatos al Congreso de la Unión.

 

Los estudios también se utilizaron para evaluar la gestión del gobernador Melquiades Morales Flores y para conocer la opinión de la ciudadanía sobre siete aspirantes a sucederlo: tres del PRI (Mario Marín Torres, Rafael Moreno Valle y Germán Sierra Sánchez), tres del PAN (Francisco Fraile, Luis Paredes y Ana Teresa Aranda) y el rector de la UAP, Enrique Doger Guerrero.

 

Para la investigación, los entrevistados en los grupos de enfoque fueron divididos en tres bloques: uno de mujeres, otro de jóvenes (de ambos sexos) y otro más de hombres. Esta metodología se aplicó indistintamente en los cuatro distritos con cabecera en la capital y en los once restantes del interior del estado.

 

Por razones de espacio, esta columna no se ocupará hoy de la valoración en detalle de cada uno de los precandidatos del PRI a diputados federales, sino que centrará su atención en tres aspectos: uno, la imagen del gobernador Melquiades Morales Flores; dos, los atributos que requieren los aspirantes a sucederlo, y tres, la percepción que los electores tienen sobre ellos.

 

Por lo que hace al primer punto, hay que decir que si bien la imagen del gobernador es evaluada de manera positiva en todo el estado como un político “salido del pueblo” y “accesible con las personas”, su administración no está exenta de críticas por “tolerar malos manejos” de presidentes municipales y colaboradores suyos, por la escasa o nula obra pública en la ciudad de Puebla con recursos estatales, y por el retraso de algunas carreteras o la suspensión de otras.

 

La frase que mejor resume esta percepción es, quizá, la que aparece consignada en la hoja 7 del reporte del distrito 2: “como persona (el gobernador) es muy bueno, pero en cuestión de programas no les da seguimiento”; “él no seleccionó bien a su gente, a lo mejor se rodeó de gente no capaz”.

 

El comentario del redactor de este reporte es también elocuente: “los participantes terminan por responsabilizar al gobernador por los supuestos malos manejos de las últimas autoridades locales, por las obras anunciadas no concretadas, y por las concretadas pero hechas con ínfima calidad”.

 

Otro aspecto que en los grupos de enfoque salió a relucir como factor de deterioro de su imagen, es la percepción -casi generalizada- entre los electores de la capital de que las obras y acciones más importantes que en los últimos años se han realizado en el municipio de Puebla son de anteriores administraciones.

 

“De lo que recuerdo -se anota en uno de los reportes- es que algunas obras las hizo Bartlett y otras Marín”.

 

Esta situación, se dice, puede ser resultado de tres factores: uno, que efectivamente no se hayan invertido recursos estatales en las obras que la gente atribuye al ex presidente municipal Mario Marín; dos, que el gobierno de Melquiades Morales no haya sabido comunicar de manera adecuada y contundente su participación en tales obras, y tres, que la pasada administración haya deliberadamente negado u ocultado la ayuda del gobierno del estado.

 

Sobre el segundo punto, los atributos que un candidato “ideal” a gobernador debe reunir, la opinión de los grupos de enfoque fue coincidente. En todos, la honestidad apareció como el más importante, por encima de valores como la preparación, la trayectoria, la sencillez, el carisma o la firmeza.

 

Otro atributo que los participantes señalaron como muy importante entre los aspirantes a suceder a Melquiades Morales es la continuidad de las obras y proyectos pendientes.

 

En los 45 grupos de mujeres, hombres y jóvenes que los estrategas del PRI reclutaron para aplicar su estudio de cualitativo, los atributos mejor ponderados fueron la honestidad, la continuidad de las obras, el cumplimiento de las promesas, el conocimiento de los problemas y la preparación académica.

 

Respecto al tercer punto, el conocimiento y percepción de los electores sobre los precandidatos a la gubernatura, lo primero que llama la atención de este estudio, son los personajes seleccionados, sobre todo en el caso del PRI. Y es que de entrada, según el propio PRI que contrató la investigación, su lista de precandidatos se reduce a cuatro: Rafael Moreno Valle, Mario Marín Torres, Germán Sierra Sánchez y Enrique Doger Guerrero.

 

De éstos, el más conocido y mejor valorado, es el ex presidente municipal de Puebla, Mario Marín. Su nombre, de acuerdo con los reportes que se hicieron es bien conocido entre hombres y mujeres mayores de 30 años. Entre los jóvenes, sobre todo en aquellos que viven fuera de la capital, Marín es poco conocido.

 

En términos generales, es mencionado como “una gente con experiencia y trayectoria”, “de origen humilde”, “que fue alcalde de Puebla” y al que “le costó trabajo llegar a donde se encuentra, por eso conoce los problemas”. Sin embargo, algunos participantes de los grupos de enfoque consideraron como negativo el que su partido haya perdido la presidencia municipal después de su gestión, lo que supone que “aunque es líder, no cubre el perfil ideal”.

 

El secretario de Finanzas, Rafael Moreno Valle, es conocido parcialmente. Se le identifica en los distritos de la capital, así como en Ciudad Serdán y Zacatlán. “Llama la atención, tiene presencia”; “se sabe que es el secretario de Finanzas y nieto de un gobernador anterior de Puebla”; “es inteligente y tiene carácter”; “parece honesto y tiene preparación”. Son algunas de las expresiones de quienes dijeron conocerlo.

 

Sobre su perfil, la opinión de los grupos de enfoque es que  “a lo mejor hace algo diferente por Puebla”, aunque “por su corta edad puede que llegue mejor para la próxima”.

 

El senador Germán Sierra es medianamente conocido. Entre los jóvenes menores de 30 años su posicionamiento es pobre, y entre los adultos si bien logra ser descrito como un político “güero, ya grande”, “de amplia experiencia”, “que persevera” y “ha ocupado muchos puestos” , su imagen es de perdedor.

 

“Ha contendido por varios cargos y ha perdido”, “en el periodo de Melquiades no ganó, lo que quiere decir que no es líder”, “quiso ser presidente municipal, pero ganó el PAN”. Son algunas de las expresiones recogidas en los grupos de enfoque, en los cuales también se criticó su profesión de médico veterinario: “no tiene que ver con lo que va a desempeñar”.

 

El rector de la UAP, Enrique Doger, es también conocido a medias. “Su nombre no fue mencionado espontáneamente” como precandidato a la gubernatura. La gente que dijo conocerlo lo describió como “chaparrito y guapo”, “sin experiencia política” y como una persona a quien “le hace falta fogueo político y cargos públicos”, pues “la Universidad no es suficiente”. “Solito no podría hacer las cosas, debe rodearse de gente”.

 

Su parentesco con el anterior rector de la UAP, José Doger Corte, es percibido como un factor negativo: “es primo del anterior rector”, “su pariente fue rector y eso se ve mal por lo del dedazo”, “se van bajando los puestos, primero fue José Doger”.

 

Como rector de la UAP su desempeño es bien calificado: “ha levantado la Universidad un cien por ciento”, “ha dignificado a la Universidad”, “ha mejorado el nivel académico, aunque últimamente se ha visto muy metida en la política”, “apenas recibió el premio de Inglaterra del ISO 9000”.

 

Por lo que hace a los precandidatos del PAN, la investigación arrojó que la más conocida es Ana Teresa Aranda. “Es muy luchona”, aunque “tal vez le falta un poquito de experiencia”. “Ha jugado varias veces, pero no la han dejado ganar”.

 

Su imagen es también positiva: “lleva una buena relación con el presidente Fox”, “es una mujerzota, es la Lady del DIF”.

 

El segundo lugar en cuanto a conocimiento lo tiene el senador Francisco Fraile: “es alto, de bigote, tipo Fox”, “creo es empresario diputado o senador”, “se sabe que tiene fábricas en Puebla”. “Actualmente es senador y ha visitado varias veces el municipio”.

 

Los participantes que lo describieron sí lograron identificarlo como uno de los precandidatos del PAN a la gubernatura, aunque su perfil empresarial fue criticado: “ese señor no era humano, dio de baja a obreros sin darles dinero”, “tuvo problemas con el seguro social”, “como empresario le hace falta experiencia para ser gobernador”.

 

El menos conocido y peor evaluado de los panistas fue el alcalde Luis Paredes Moctezuma. Fuera de la Angelópolis, la gente apenas lo identifica como presidente municipal de Puebla, como un “arquitecto sin mucha trayectoria política”.

 

Sin embargo, su imagen entre los jóvenes y adultos de la capital, donde sí es ampliamente conocido, es negativa debido a que se le percibe como “tajante, cortante y prepotente” y con “cierto menosprecio generalizado”, pues “ha dado importancia a cosas que no ayudan a Puebla, como cambiar el nombre de Puebla de Zaragoza a Puebla de los Ángeles”, “también salió en la tele y dijo, háganle como quieran, y así no se gana la confianza de la gente”.

 

A Paredes también se le cuestionan algunas acciones y proyectos de gobierno: “con lo de las multas cero, todos hacen lo que se les viene en gana”, “la insistencia de querer hacer un estacionamiento bajo el zócalo es absurda”, “la obra no es necesaria, le mejor sería utilizar casas vacías, como el cine Constantino”, “lo del metro es una buena idea, pero no creemos que la pueda sacar”.

 

La opinión compartida por los participantes de los grupos de enfoque fue coincidente en el sentido de que Luis Paredes carece del perfil ideal para ser gobernador: “no lo tiene para ser gobernador”, “no tiene trayectoria política y no es conocido por la ciudadanía al interior del estado”, “es necio” y “no hace nada, puras palabras”.

 

No está de más insistir que el estudio del que hoy damos cuenta se realizó entre octubre y noviembre del 2002, por lo que es probable que algunas de las percepciones asentadas en los reportes, a casi tres meses de distancia, sean diferentes.

 

EN CORTO

 

Para orgullo de los profesores e investigadores sindicalizados de la Universidad Autónoma de Puebla, cuentan que el secretario general del Aspabuap, Héctor Mario Hernández Lobato, figura entre los docentes que peor salieron en la evaluación realizada por la Dirección General de Educación Superior, a cargo de Fernando Santiesteban Llaguno. Esta situación lo pone en un grave predicamento, pues según la Vicerrectoría de Docencia esta primera evaluación –efectuada por a los alumnos entre el 11 y el 15 de noviembre del 2002- tenía como propósito indagar el compromiso, dedicación y calidad dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje de los docentes de la institución. Ahora con qué cara Hernández Lobato reclamará para él y los suyos mejores condiciones, si en opinión de los alumnos es uno de los catedráticos más burritos de la UAP. ***** Otros burritos pero con influencia son los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) inscritos en la maestría de Gobierno y Administración de la UAP. Resulta que hace unos días, 12 de 20 de estos funcionarios fueron reprobados por el catedrático Melitón Morales Cano -hijo por cierto del notario público Melitón Morales Sánchez-, lo que le mereció una llamada de atención de la secretaria académica de la facultad de Administración, Graciela Medina, quien le ordenó que pasara a los alumnos. ¿Quién dice que no se puede?  ***** Ricardo Moreno Botello partió la semana pasada a Europa con la esperanza de que a su regreso todavía conserve su nombramiento de vicerrector de Extensión y Difusión de la Cultura. ***** Un factor que podría provocar la salida del director general del Sistema Estatal Operador de Carreteras de Cuota, Víctor Mata Temoltzin, es su distanciamiento con el secretario de Finanzas y Desarrollo Social, Rafael Moreno Valle Rosas. ***** Luz Alejandra Gutiérrez Jaramillo es la nueva coordinadora de Comunicación Social de la Junta Local Ejecutiva del Instituto Federal Electoral. El viernes por la noche fue presentada ante los consejeros y representantes de partidos políticos del Consejo Local del IFE. Alejandra Gutiérrez es profesora de Comunicación Política de la Ibero-Puebla, universidad de la cual egresó con el título de licenciada en Ciencias de la Comunicación. Localmente representa al Centro Interamericano de Gerencia Política (CIGP). ***** La Contraloría del estado abrió ya un proceso administrativo por presuntas irregularidades en contra del ex director de Licitaciones del Comité Estatal de Obra Pública, Arturo Rodríguez Ballinas. Otra entidad que también podría ser alcanzada por las investigaciones que lleva a cabo la Secretaría de Desarrollo, Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap) es la empresa Impros, encargada de realizar las evaluaciones de las constructoras que participan en los concursos de obra pública. Las sospechas de que Impros actuó con parcialidad en no pocos casos para favorecer a ciertas constructoras comienzan a cobrar carta de cabalidad. ***** Y hasta la próxima.