Mayo29

Corrupción y negligencia en Salud

Lunes, 29 Mayo 2006

Millonarios negocios al amparo del poder, muertes por negligencia médica y decenas de casos de nepotismo, son algunas de las graves, pero de veras graves anomalías que se presentan en la Secretaría de Salud del estado, y que son solapadas o encubiertas por su titular Roberto Morales Flores.

 

En las auditorías que la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Secretaría de Desarrollo, Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap) practican a los Servicios de Salud del estado, la corrupción es inocultable y las complicidades también.

 

Las mayores anomalías se presentan en las solicitudes que hacen los jefes o los administrativos de las jurisdicciones sanitarias a las oficinas centrales dela Secretaríade Salud para la contratación de personal y para la compra de medicamento, material de curación, equipo médico y de cómputo, así como de reparación y mantenimiento.

 

Y es que estas compras y contrataciones millonarias no sólo no se licitan, sino que se asignan en forma directa a empresas ligadas al secretario Roberto Morales Flores, de su hijo Francisco Morales Flores o de recomendados de ambos, así como de coordinadores y jefes administrativos de las jurisdicciones sanitarias.

 

Los casos más graves están vinculados con la empresa Comercializadoras del Golfo, de unos sobrinos del secretario, que suministra medicamentos y equipos de curación a sobreprecios, y con RC Sagitario de Dionisio Rodríguez, compadre de Roberto Morales, que lo mismo provee de radios y computadoras ala Secretaría de Salud, que arregla un refrigerador o da mantenimiento a las oficinas, clínicas y hospitales de las jurisdicciones sanitarias.

 

La cercanía de Dionisio Rodríguez con Roberto Morales es tal que fue uno de los selectos invitados del secretario a su reciente boda civil y religiosa con una regidora de Orizaba, Veracruz.

 

RC Sagitario goza también de las buenas atenciones del director de Finanzas y Administración de la dependencia, José Luis Palafox Kravyeski, pues no sólo le paga de inmediato algunas compras, como el suministro de ropería por 180 mil pesos ala Jurisdicción Sanitaria de Acatlán de Osorio, a la remodelación a todo lujo del despacho del secretario con finos muebles de madera tapizados en piel color salmón, sino que adelanta algunos pagos para la adquisición de equipo de radiocomunicación por 18 millones de pesos.

 

Otra empresa cercana a los afectos del influyente secretario de Salud es Le Blanc Seguridad Privada SC, que tiene como representante legal a Miguel Ángel Leyva Blanco, pero que en realidad es de Martín Moreno, yerno de Melquiades Morales Flores.

 

A Le Blanc, que ya de por sí ofrecía los servicios de vigilancia para la Secretaría de Salud, Roberto Morales le acaba de adjudicar un nuevo contrato de 10 meses por un monto que fluctúa entre los 15 millones 642 mil pesos como mínimo y los 19 millones 799 mil pesos como máximo. De más está decir que el irregular contrato viola la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público Estatal y Municipal.

Otras empresas que también participan de la corrupción, a costa de la salud de miles de poblanos, es una comercializadora —legalmente inexistente y que opera con facturas apócrifas— del hijo del administrador de la Jurisdicción Sanitaria de San Salvador El Seco, Rodolfo Moreno McGregor, que surte equipo de curación, productos de limpieza y bolsas para la recepción de residuos infectocontagiosos a otras jurisdicciones como la 1 de Huauchinango, a cargo de José Luis Hernández, o la 4 de Zacapoaxtla, cuyo jefe es Trinidad Fernando López Urcid.

 

También es llamativo lo que sucede con la clínica y farmacia particulares del colombiano Amador Hernando Muñoz López, responsable de urgencias del Hospital Integral “El León” de Atlixco, y protegido del hijo del secretario de Salud, Francisco Morales Flores.

 

Ambos negocios, ubicados en la comunidad de Trinidad Tepango, son utilizados para medrar con aquellos pacientes que llegan a los Servicios de Urgencia del Hospital “El León”, pero que se les niega la atención con cualquier pretexto: falta de personal médico, fallas en los equipos de rayos x o carencia de medicamentos y material de curación.

 

Lo más grave en el caso de esta clínica particular, es que algunas pacientes que ahí fueron atendidas murieron y sus cuerpos canalizados al Hospital de la Mujer, para evadir cualquier responsabilidad.

 

Un ejemplo es Claudia Aguilar Morales, quien a los 24 años de edad falleció de muerte materna el 9 de agosto de 2005, y que vivió en calle Hidalgo número 3 de San Martín Tlamapa, en el municipio de Atlixco.

 

Lamentablemente, las causas que provocaron la muerte de Claudia Aguilar y de otras madres y menores que han fallecido en diferentes clínicas y nosocomios del sector salud como el Hospital General —del que otro día nos ocuparemos—, no han sido hasta ahora investigadas, pese a la negligencia y corrupción que envuelve a sus responsables, comenzando por el propio secretario de Salud.

 

EN CORTO

Uno de los distritos fuera de la capital del estado que la Alianza por México —es decir el PRI coaligado con el PVEM— podría perder, es el 1 de Huauchinango. Las traiciones y el doble juego de algunos actores políticos de la región, como el presidente municipal de Xicotepec de Juárez, el priísta Carlos Barragán Amador, que por debajo del agua apoya a la candidata panista a la diputación federal, Edith Galindo Santos, y la secretaria de Organización del Comité Directivo Estatal del PRI, Enoé González Cabrera, que no hace mucho por desmarcarse de las versiones que la ubican como una gente cercana a los operadores de Rafael Moreno Valle Rosas en la región serrana, tienen a Alberto Amador Leal contra la pared. Y es que simplemente no se entiende cómo el hermano de su suplente a la diputación federal, José Esquitín Lastiri, esté sumado a la campaña del PAN o cómo Enrique Viguera Hernández, que trabajó en la Secretaríade Desarrollo Social, hoy también haga talacha para el PAN y su candidato al Senado, Rafael Moreno Valle. ***** Y hasta la próxima.