Lunes, 06 Enero 1997
Ene06

De la Fuente y Espíndola... complicaciones legales.

A la par del proceso electoral federal, la Universidad Autónoma de Puebla vivirá este año un intenso año político que culminará el próximo 23 de septiembre con la elección de quien habrá de ser el sucesor de José Doger Corte en la rectoría de la máxima casa de estudios de la entidad.

El calendario electoral de la UAP presenta en febrero dos fechas por demás importantes, ya que por un lado habrán de llevarse las elecciones de consejeros universitarios, y los funcionarios y directores que aspiren a la rectoría tendrán que renunciar a sus cargos a más tardar el último día del mes.

Sobra decir que el proceso de renovación del Consejo Universitario, máximo órgano de gobierno de la UAP, será sin duda un buen termómetro para medir cómo andan las preferencias de los universitarios y el nivel de aceptación del actual rectorado.

Por las condiciones políticas que imperan al interior de la UAP, parece poco probable, sin embargo, que los grupos opositores a la gestión dogerista vayan a emplearse a fondo en este proceso, que se estima tendrá lugar entre las últimas dos semanas de febrero. Las circunstancias hacen prever que guardarán sus mejores cartuchos para la elección importante y definitiva, la de rector.

De manera paralela a los comicios de consejeros, es casi seguro que también se efectúen elecciones de director en cuatro unidades académicas: en la preparatoria Emiliano Zapata, en la Facultad de Medicina, en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades y en el Instituto de Física ``Luis Rivera Terrazas''.

Estos comicios, en el contexto general de la universidad, tienen un valor significativo por lo que en ellos se juega y por los escenarios que a partir de sus particularidades pueden derivarse.

Veamos por qué.

El primer caso, el de la preparatoria Emiliano Zapata, podría ser representativo de lo que sucedería en las elecciones de septiembre si el grupo de José Doger llegara fracturado y con una oposición en crecimiento: el rector no podría imponer sucesor como ocurre con la directora de ese plantel, Ruth Ayala Palacios.

En la Facultad de Medicina, las evidencias disponibles hacen suponer que el rector ensayará una vez más la fórmula por la que parece inclinarse para sacar adelante su sucesión: la candidatura de unidad con reparto de posiciones o cuotas de poder.

El Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades ofrece un escenario muy ad hoc con la actual coyuntura. En este caso, el director Alfonso Vélez Pliego maniobra para heredar su cargo a un pariente muy cercano -su hermano Roberto-, teniendo la oposición de un investigador de prestigio como Carlos Contreras Cruz. Una situación similar podría presentarse si el rector impulsara la candidatura de su primo Enrique Doger Guerrero y juntos tuvieran que enfrentarse al físico Pedro Hugo Hernández Tejeda.

De la última unidad académica, el Instituto de Física también pueden extraerse experiencias para el futuro. Aquí, el contexto está marcado por un director en ascenso político como Pedro Hugo Hernández Tejeda, quien en virtud de su buen desempeño y la ausencia de una oposición fuerte y organizada no tiene mayores problemas para dejar sucesor. Este escenario, que personalmente considero poco factible en la universidad, no debe descartarse en el hipotético caso de que el rector José Doger y Pedro Hugo Hernández pactaran una candidatura de unidad, a la que se sumaran los miembros de sus respectivos equipos.

La segunda fecha importante del calendario electoral de la UAP es el 28 de febrero, ya que hasta entonces se sabrá con toda precisión quiénes, además de los seis o siete precandidatos destapados por Doger Corte, estarán realmente en la jugada por la rectoría de la institución.

Casi sin temor a equivocarme, puedo adelantar que de los seis funcionarios de la administración central no todos renunciarán. Uno que seguramente se quedará será el vicerrector de Docencia, Eduardo Lobato Mendizábal, para llevar a feliz término la gestión dogerista.

Otro que legalmente está imposibilitado para la contienda es el jefe de asesores, Víctor Espíndola Cabrera, tras la licencia que presentó en 1995 para contender como candidato a regidor del Partido Revolucionario Institucional.

Uno más que sí puede pero que ha decidido mantener una alianza estratégica y esperar mejores tiempos, mientras recompone su lastimada imagen pública, es el vicerrector de Asuntos Estudiantiles, Guillermo Nares Rodríguez.

Como se ve, de los seis precandidatos dogeristas sólo tres están en condiciones de llegar a la recta final: el tesorero Armando Valerdi Rojas, el secretario general Rubén de la Fuente Vélez y el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, Enrique Doger.

Los afectos de José Doger están con el primero, aunque una cadena de errores cometidos por el tesorero podrían alejarlo del ánimo rectoral. Una de sus últimas pifias tuvo lugar en el brindis de fin de año de la universidad, el pasado 17 de diciembre en el Centro Mexicano Libanés.

Resulta en dicha cena-baile, el tesorero no sólo llegó borracho sino que discutió y amenazó a Enrique Doger y a Guillermo Nares, quienes incómodos por el incidente tuvieron que retirarse. Su conducta (la de Armando Valerdi y la de los vicerrectores) contrastó con el mensaje de unidad que hizo el rector esa noche a los funcionarios y directores de la UAP.

El secretario general Rubén de la Fuente ha logrado, sin proponérselo, capitalizar los errores del tesorero. Esa noche, por ejemplo, fue el único de los rectorables que estuvo en la mesa principal con Doger Corte.

Rubén de la Fuente tiene, sin embargo, un inconveniente que con la lasitud de la normatividad universitaria no sería extraño que salvara: no reúne uno de los requisitos de la fracción II del artículo 16 de la Ley de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla: poseer una antigüedad académica en la institución no menor de cinco años.

De la Fuente efectivamente fue profesor de la Escuela de Administración Pública de septiembre de 1987 a abril de 1988, pero renunció a la UAP para irse a la Universidad Autónoma Metropolitana, de la que regresó en 1991 para dos años después volverse a ir como funcionario de Jesús Murillo Karam en el gobierno de Hidalgo.

De la Fuente retornó a la UAP en 1994, fue designado jefe de asesores y un año después secretario general tras la licencia de Víctor Espíndola. Es decir, carece de los cinco años de antigüedad académica que la legislación universitaria establece para los aspirantes a la rectoría.

Un dato que no debe perderse de vista es que desde mediados de 1996 el hoy secretario general de la UAP acude en compañía del rector a la mayoría de los actos oficiales de la institución o con su representación personal a los eventos públicos y privados en que su presencia es solicitada.

El último de los precandidatos dogeristas en condiciones de pelear la sucesión es el vicerrector de Investigación, Enrique Doger, aunque su futuro dentro del grupo político del rector es incierto.

Desde el pasado jueves 5 de diciembre de 1996 en que José Doger puso en duda su lealtad y disciplina, en presencia del resto de los miembros del grupo, las relaciones entre ambos no marchan bien.

Para el rector, Enrique Doger es un funcionario inteligente y capaz, pero muy grillo. Y para los seguidores del vicerrector, José Doger quiere manejar solo el proceso de sucesión, sin consensar internamente la nominación y lo que es peor, incluso pactando una candidatura de unidad sin garantías para los dogeristas puros o tradicionales.

A diferencia de Valerdi o De la Fuente, Doger Guerrero sí cuenta con un equipo para pujar por la rectoría con o sin el apoyo institucional. Su alianza con Guillermo Nares lo convierte en fuerte prospecto por los directores, consejeros y unidades académicas que entre ambos pueden llegar a controlar.

Fuera de la administración central, hasta ahora las únicas alternativas de oposición que se vislumbran para contender por la rectoría son las de Alfonso Vélez y Pedro Hugo Hernández, otrora aliados políticos.

Ambos renunciarán el 28 de febrero a sus cargos como directores del Instituto de Ciencias Sociales y del Instituto de Física.

Ante este complicado panorama político en la Universidad Autónoma de Puebla, hacer una prospectiva de lo que será la sucesión de José Doger después del mes de febrero no es una tarea fácil. He aquí cuatro escenarios posibles.

 

1. Que el equipo del rector consense con el director del Instituto de Física una candidatura de unidad, que cuente con la aceptación y respaldo de los miembros de ambos equipos. Para que ello ocurriera sería condición sine qua non que Enrique Doger y Pedro Hugo Hernández (o viceversa) hicieran el uno-dos, lo cual es difícil pero no imposible. Un concertación de este tipo daría pocas oportunidades de triunfo a una fórmula opositora.

 

2. Que el rector impulse sólo con su equipo una candidatura de unidad y la oposición (Pedro Hugo Hernández-Alfonso Vélez) haga lo propio. Unas elecciones así serían muy peleadas y competidas, con riesgo incluso de hechos violentos durante la jornada.

 

3. Que al interior del grupo rectoral exista una fractura y salgan por lo menos dos candidatos frente a una candidatura única de oposición. Un proceso con estas características daría a la fórmula opositora un gran margen de victoria.

 

4. Que ni el equipo de José Doger ni la oposición sean capaces de consensar, cada cual por su parte, candidaturas de unidad. Este escenario hace difícil cualquier pronóstico, pues la fórmula que resultase ganadora lo haría por un margen mínimo, lo que podría provocar que la UAP viviera un nuevo periodo de inestabilidad.

 

Afirmar hacia cuál de estos cuatro escenarios se encamina la UAP me resulta harto complicado, por lo que la mejor sugerencia que puedo hacer es esperar el curso de los acontecimientos, a sabiendas de los que días y semanas por venir serán decisivos en el futuro político de nuestra máxima casa de estudios.

 

EN CORTO.

            Siguen los problemas al interior del PRD. Ahora el conflicto se localiza por la representación del partido ante el Consejo Local del Instituto Federal Electoral, donde la dirigencia estatal había designado a Gerardo Pérez Muñoz y a José Guadalupe Sánchez como propietario y suplente, respectivamente, y la dirección nacional perredista a Luis Ortega Morales, quien finalmente será el bueno por recomendación del diputado Leonel Godoy Rangel. ***** Será hasta el 23 de enero cuando queden integrados los Consejos Distritales del IFE que tendrán bajo su responsabilidad la organización de los comicios en los 15 distritos federales en que se divide el territorio poblano. Puede haber sorpresas y no pocos recomendados y ex colaboradores de Antonio Sánchez Loaiza. ***** Luis Eduardo Paredes Moctezuma no será reelecto como presidente de la Cámara de Comercio de Puebla, sino que su gestión simplemente se prolongará hasta los primeros meses de 1998, con base en el artículo séptimo transitorio de la nueva Ley de Cámaras. En la asamblea del próximo 17 de enero, únicamente serán electos cinco o siete consejeros entre propietarios y suplentes, pero toda la directiva quedará igual. ***** Una trivia decembrina: ¿Qué conocido empresario abarrotero golpeó a su señora durante un selecto brindis de fin de año, lo que fue motivo de chisme entre la comunidad nice de Puebla? Un tip. Critica de violento al alcalde, por aquello de que 1997 será un año de muchos trancazos. ***** A finales de la segunda quincena de enero un grupo de regidores y funcionarios de la Dirección de Gobernación del ayuntamiento de Puebla efectuarán un tour por las zonas de tolerancia de Aguascalientes, Tuxtla Gutiérrez y otras ciudades del país con el propósito de conocer cómo funcionan estos centros de prostitución controlada. La comisión que realizará tan polémica gira estará encabezada por el regidor Jaime Zurita García, a quien le sobran voluntarios para acompañarlo. ***** Otra trivia para universitarios. ¿Qué funcionario de la UAP durante un brindis navideño en Cholula confesó a no pocos funcionarios cercanos al secretario de Gobernación, Mario Marín Torres, que ya dejen de hacerse bolas, porque el bueno para la rectoría es el director del Instituto de Física, Pedro Hugo Hernández. Una pista: se le identifica como connotado miembro de la banda de los cocodrilos voladores. ***** Francisco Fraile García es uno de los pocos panistas que hasta poco podría presumir de tener entre sus principales proveedores de azúcar a un influyente político veracruzano, actualmente en desgracia, Dante Delgado Rannauro. Fraile llegó incluso a adquirir la producción total de dos de los ingenios de la familia del ex gobernador veracruzano, como son San Pedro y San Francisco El Naranjal. ***** Discreto, pero sin pasar inadvertido, anduvo por aquí el ex gobernador Guillermo Jiménez Morales, actual embajador de México en el Vaticano, a quien no debe perderse de vista con motivo de los cambios, nombramientos y destapes de candidatos que se avecinan. ***** Oscar de Lassé Avellana no vendrá a la coordinación regional del CEN del PRI como en algunos espacios se ha comentado. La razón es simple: no le interesa ser empleado del gobernador Manuel Bartlett sino trabajar para su gobierno que no es lo mismo. Su despacho de asesoría y análisis le deja más de lo que podría obtener como funcionario del PRI y si tantos problemas. Sobra decir además que Miguel Quirós Pérez no le tiene en sus afectos. Y eso cuenta. ***** El ex subsecretario de Industria de la hoy Secretaría de Desarrollo Económico, Guillermo Contreras Pissón, se incorporará este mes a la Universidad Tecnológica de Puebla que al paso que va corre el riesgo de convertirse en refugio desempleados del sector público y organismos de Iniciativa Privada y de recomendados de Mario Riestra Venegas. ***** El grupo TUCATA (Todos Unidos Contra Ana Teresa Aranda) arreciará sus críticas este año contra la lideresa estatal del blanquiazul y algunos dirigentes empresariales como Antonio Sánchez Díaz de Rivera y Alfredo Sandoval González, con el propósito de ganar posiciones al interior de Acción Nacional y allanarle el camino al senador Fernando Herrero Arandia para la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN y a Eduardo García Suárez para la candidatura a la gubernatura de Puebla en 1998. ***** Feliz y grillo 1997. Y hasta la próxima.