Lunes, 13 Octubre 2003
Oct13

Marín, bajo la mirada del CEN del PRI

Cuando al dirigente nacional del PRI le confiaron hace alrededor de seis meses que Mario Marín Torres no estaba en el ánimo del gobernador Melquiades Morales Flores para que éste lo sucediera en el cargo, Roberto Madrazo Pintado optó por que su relación con el ex presidente municipal de Puebla fuera estrictamente institucional, actitud que algunos colaboradores suyos interpretaron como una señal de frialdad.

 

En ese tiempo, el comportamiento de Roberto Madrazo lo justificaban varias razones.

 

Una razón es que el dirigente del PRI quería evitarse pleitos con los gobernadores y más con aquellos que en sus entidades gozaban del aprecio y confianza de la gente; otra es que Melquiades Morales tenía controlado el proceso y a sus principales actores, y la última que Mario Marín se caería en las encuestas y que pronto sería alcanzado y rebasado por el delfín del gobernador, el diputado federal Rafael Moreno Valle.

 

Hoy que las cosas parecen ser distintas, la percepción del CEN del PRI se ha modificado y las puertas para Mario Marín han comenzado a reabrirse.

 

De entrada, porque las encuestas y los análisis sobre Puebla revelan que el ex munícipe, lejos de caerse en las preferencias electorales, no sólo ha logrado mantenerse sino en algunos casos ampliar su ventaja.

 

En segundo lugar, porque el CEN del PRI no ignora que los problemas financieros y de liquidez del gobierno están siendo atribuidos al diputado federal Rafael Moreno Valle y que esta situación jugará en su contra, pese a ser percibido como el delfín del gobernador y a ubicarse en el segundo lugar de las preferencias electorales.

 

La cercanía de Moreno Valle con la profesora Elba Esther Gordillo es otro factor que mete ruido a los madracistas, sobre todo en el marco de la sucesión presidencial del 2006.

 

Y en tercer lugar, porque la opción del senador Germán Sierra Sánchez como una alternativa intermedia entre el delfín Moreno Valle y el precandidato incómodo Mario Marín, pierde cada vez más consenso en función de las encuestas que lo sitúan como un aspirante con un bajo potencial de crecimiento y con más votos de rechazo que a favor en caso de obtener la nominación.

 

Adicionalmente, en el CEN del PRI existe la percepción de que el proceso escapa al control del Ejecutivo del estado, por la desesperación de algunos aspirantes que no ven señales claras (Germán Sierra), el desbordado activismo de otros valiéndose de estructuras de gobierno y partidistas (Rafael Moreno Valle), la ausencia de normas que regulen el proceso interno y el incumplimiento de las llamadas reglas no escritas.

 

Todo este panorama hace sospechar a Roberto Madrazo y a sus principales estrategas que Mario Marín ya le comió el mandado al gobernador y a los demás aspirantes del tricolor a Casa Puebla. Pero además que será muy difícil, en los meses que restan para el nombramiento del candidato, que alguno de sus principales contrincantes pueda alcanzarlo, con todo y los intentos del Ejecutivo estatal por exonerar a Moreno Valle de los problemas financieros por los que hoy atraviesa su administración.

 

INTRAMUROS

            Con motivo de la más reciente encuesta pre-electoral realizada por el Centro de Investigaciones sobre Opinión Pública (CISO) de la Universidad Autónoma de Puebla, correspondiente al mes de septiembre, el que esto escribe diseccionó el estudio dándole en tres lecturas distintas que hoy pongo a la consideración de los lectores de La Jornada de Oriente.

Antes de entrar en materia, sirva aclarar que la encuesta en cuestión tuvo como base una muestra de 2,250 entrevistas, distribuidas de la siguiente forma: 600 en los 6 distritos locales con cabecera en la ciudad de Puebla; 600 en los distritos que van del 18 al 26; 300 en los distritos que van del 7 al 9; 300 en los distritos que van 10 al 13; y 450 en los distritos que van del 14 al 19.

 

Primera lectura. Marín, ¿el candidato incómodo a Casa Puebla?

La percepción de las élites políticas sobre un cambio de actitud y de estado de ánimo del principal inquilino de Casa Puebla hacia el precandidato incómodo del PRI al gobierno del estado no es errónea.

 

Efectivamente hay un cambio de actitud, que los colaboradores y operadores políticos del gobernador Melquiades Morales Flores han interpretado como una señal de que el ex presidente municipal de Puebla, Mario Marín Torres, podría ser el ungido de los dioses para el 2004.

 

En realidad, lo que sucede es que la última encuesta estatal realizada por el Centro de Investigaciones sobre Opinión Pública (CISO) de la Universidad Autónoma de Puebla reflejó que Mario Marín se mantiene no sólo como el aspirante priísta más conocido, de más confianza y con mayor potencial de voto, sino como el político preferido por la mayoría de los electores de la entidad poblana.

 

A la pregunta qué persona le gustaría fuera nombrado candidato a gobernador del estado, el sondeo del CISO -correspondiente al mes de septiembre- arrojó que Mario Marín tiene un 38.6% de las menciones espontáneas contra un 21.5% del diputado federal Rafael Moreno Valle y un 9.3% del senador Germán Sierra Sánchez, sus más cercanos competidores.

 

La diferencia en el caso del primero es de 17 puntos, y en el caso del segundo de 29.

 

Este, sin embargo, no es el único indicativo de que Mario Marín se perfila como el más probable abanderado del tricolor a Casa Puebla.

 

A la interrogante votaría por él para gobernador, Mario Marín obtuvo un 58.8% de respuestas positivas, contra un 37.7% de respuestas negativas; Moreno Valle un 51.9% de respuestas positivas, contra un 41.1 de respuestas negativas, y Germán Sierra un 39.1% de respuestas positivas contra un demoledor 54.9% de respuestas negativas.

 

Segunda lectura. Doger visto por Doger

Uno de los aspectos que más llama la atención de la última encuesta estatal realizada por el Centro de Investigaciones sobre Opinión Pública (CISO) de la Universidad Autónoma de Puebla son las mediciones sobre el rector de la institución, Enrique Doger Guerrero.

 

Para empezar, es sintomático que el rector Enrique Doger no aparezca como el resto de los 13 aspirantes al gobierno del estado con el logotipo de un partido político, sino con el escudo de la benemérita institución como si la UAP fuera una nueva organización partidista.

 

Otro aspecto que llama la atención sobre el rector es la baja aceptación que tiene en la capital del estado frente a otros candidatos como Mario Marín Torres, Rafael Moreno Valle, Germán Sierra Sánchez y Luis Paredes Moctezuma, a la pregunta qué persona le gustaría fuera gobernador del estado.

 

Y es que mientras Mario Marín obtuvo el 47.2% de las menciones, Moreno Valle el 11.3 y Germán Sierra el 8.2, Enrique Doger sólo el 5%.

 

A nivel estatal su posicionamiento es igualmente marginal en comparación con Mario Marín y Rafael Moreno Valle que tienen el 38.6 y el 21.5 de las menciones, contra el 3.7 de Enrique Doger.

 

En abono suyo, hay que decir que pese a sus magros porcentajes ocupa la misma posición que la panista Ana Teresa Aranda y que supera por dos y tres puntos a personajes como Jesús Morales Flores, Víctor Hugo Islas, Guillermo Pacheco Pulido y Javier López Zavala, entre otros.

 

Su nivel de conocimiento es del 30.5%, y las cifras de quienes votarían por él contra quienes lo rechazarían son muy parejas. Según la última medición de septiembre, Enrique Doger tiene una aceptación de 49.4% contra un rechazo del 42.1%, porcentajes que contrastan con los de Mario Marín o Rafael Moreno Valle donde las diferencias son de 21 y 10 puntos, respectivamente.

 

No obstante, hay que reconocer que su aceptación registra –como dirían los economistas un crecimiento pequeño, pero sostenido-, ya que ésta pasó de 41.9 en julio del 2002 a 49.4 en septiembre del 2003.

 

Tercera lectura. Los panistas mal y de malas

¿Qué resultados arroja la última encuesta del CISO de la UAP en el caso de los aspirantes del PAN a la gubernatura del estado?

 

El primer resultado que no se asienta de manera explícita en el concentrado de datos de la encuesta del mes de septiembre, es que la fuerza de los candidatos del PAN a Casa Puebla, no radica en su liderazgo ni en sus atributos personales, sino en la aceptación del partido que los arropa.

 

Y es que ni el presidente municipal de Puebla, Luis Paredes Moctezuma; ni el senador Francisco Fraile García; ni la directora del Sistema Nacional DIF, Ana Teresa Aranda, ni el subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación, Humberto Aguilar Coronado, estarían metidos en la puja por el gobierno del estado, si no fuera porque son miembros del PAN.

 

De no ser por este simple y aparentemente insignificante hecho, la verdad es que ninguno de los cuatro panistas representaría un peligro para el PRI o para los tres principales aspirantes del tricolor a la gubernatura de Puebla: Mario Marín Torres, Rafael Moreno Valle y Germán Sierra Sánchez.

 

¿Por qué?

 

Porque de entrada los cuatro tienen un nivel de conocimiento inferior a éstos, lo mismo que en confianza y en intención de voto.

 

De una lista de 14 aspirantes en la que aparecen junto con Mario Marín, Rafael Moreno Valle, Germán Sierra, Guillermo Pacheco Pulido, Enrique Doger Guerrero, Víctor Hugo Islas, Marco Antonio Rojas, Miguel Quirós Pérez, Víctor Manuel Giorgana y Oscar Aguilar, los nombres de Luis Paredes, Ana Teresa Aranda, Francisco Fraile y Humberto Aguilar figuran en las siguientes posiciones:

 

En conocimiento, Paredes aparece en cuarto lugar, la señora Aranda en quinto, el senador Fraile en noveno y el subsecretario en el último, es decir, en la catorceava posición.

 

En confianza, Ana Teresa se encuentra en cuarto lugar, Francisco Fraile en sexto, Luis Paredes en onceavo y Humberto Aguilar nuevamente en el sótano.

 

Y en potencial de voto, Ana Teresa está en cuarto lugar, Luis Paredes en sexto, Francisco Fraile en octavo y Humberto Aguilar en el último sitio.

 

A la pregunta ¿Qué persona le gustaría fuera candidato a gobernador del estado?, la encuesta de la UAP reveló que los panistas andan mal y de malas tanto en el municipio de Puebla como en el resto de la entidad.

 

Y que mientras Mario Marín obtuvo el 38.6% de las menciones espontáneas, y Rafael Moreno Valle el 21.5%, en panista mejor posicionado fue Luis Paredes con apenas un 5.7%, seguido de Francisco Fraile con 4.1% y Ana Teresa Aranda con 3.7%.