Lunes, 06 Octubre 2003
Oct06

No le salen a Melquiades las cuentas

Varias son las medidas que el gobierno de Melquiades Morales Flores, con la costosa asesoría de Pedro Aspe Armella, pretende llevar a cabo para que al final del sexenio los problemas de liquidez y déficit financiero que hoy enfrenta no se traduzcan en deudas para la siguiente administración.

 

Para el logro de este buen propósito, la Secretaría de Finanzas y Administración diseñó una estrategia de generación de recursos adicionales y de reducción de gastos, que gradualmente ha venido implementándose a partir del mes de julio.

 

Como parte de esta estrategia se elaboró un programa de financiamiento que incluye la venta de bienes inmuebles, un programa de austeridad, la generación de recursos extraordinarios, la extinción de algunos fideicomisos y la búsqueda de nuevas fuentes, que en conjunto alcanzarían una suma de 1,393.3 millones de pesos.

 

La cifra, sin embargo, es insuficiente debido a que los recursos que el gobierno del estado requiere para cubrir su déficit de flujo y no heredar deuda directa ascienden a 3,325.2 millones de pesos.

 

En resumen: hay un faltante de 1,931.9 millones de pesos.

 

La conclusión no es mía, sino que aparece referida en un documento interno de la Secretaría de Finanzas elaborado en julio del 2003 por funcionarios de la propia dependencia, y que hoy esta columna pone a su consideración como archivo anexo.

 

Aquí un breve resumen de su contenido:

 

  • No se pondrán a la venta el Centro de Convenciones, el Auditorio de la Reforma o el Recinto Ferial, pero sí otros bienes inmuebles propiedad del gobierno, entre los que destacan los terrenos de la Reserva Atlixcáyotl y los del Paseo del Río de San Francisco; 80 palcos en el estadio Cuauhtémoc; 8 bodegas y 6 áreas de baños de la Central de Abastos, y cinco casonas de la zona monumental de la ciudad de Puebla.

 

Todos estos inmuebles suman la cantidad de 310.4 millones de pesos.

 

  • El gobierno del estado implementa ya un doloroso programa de austeridad, por el cual se cancelarán de aquí al 2004 los aumentos salariales para empleados de confianza y bajo el régimen de honorarios y lista de raya, se congelarán las plazas vacantes y se despedirá al 15% de los trabajadores adscritos a plazas de programas especiales.

 

Este programa de austeridad, por el cual se estiman ahorros por 242 millones de pesos, prevé también economías en las dependencias y recortes presupuestales.

 

  • Para hacerse de ingresos extraordinarios, la administración melquiadista enviará notificaciones para el canje de placas y otros derechos de control vehicular, así como a quienes aún adeudan impuestos y la tenencia federal, además de que cobrará impuestos a los vendedores ambulantes.

 

Por ingresos extraordinarios, el gobierno pretende captar 224 millones de pesos.

  • La gestión de Melquiades Morales tiene previsto, igualmente, cerrar su participación en algunos fideicomisos, como son el Fondo para Fomento de Proyectos de Inversión, el Fondo Estatal de Apoyo para la Reconstrucción de Monumentos Históricos, Templos y Edificios Públicos, y el fideicomiso CCP.

 

Actualmente sus aportaciones susceptibles de extinción ascienden a 50.3 millones de pesos.

 

  • Adicionalmente, el gobierno estatal buscará otras fuentes de financiamiento en la Secretaría de Educación Pública, mediante un programa de economías y el cobro de pasivos al Soapap, al municipio de Puebla y demás ayuntamientos, entidades y organismos públicos descentralizados.

 

Por este concepto, se prevé obtener 556.7 millones de pesos.

 

El problema para la administración estatal es, como ya se dijo, que estos ahorros, recortes e ingresos extraordinarios no le alcanzan para cubrir sus requerimientos que, con base en el documento que hoy presentamos, son del orden de los 3,325.2 millones de pesos.

 

Los 1,931 millones de pesos que aún faltarían, suponiendo que los cinco puntos de su programa de financiamiento se cumplieran al 100%, saldrían de la concesión y bursatilización de algunos activos propiedad del gobierno, como la vía Atlixcáyotl, la autopista interoceánica Siglo XXI, la carretera Puebla-Teziutlán y el boulevard aeropuerto –actualmente en proceso.

 

INTRAMUROS

¿Le dice a usted algo el nombre de Protego?

 

Según información de la Secretaría de Finanzas, la cual hoy pongo a su consideración, se trata de una empresa líder en México en servicios de asesoría financiera, tanto a entidades del sector público como privado.

 

El despacho en cuestión ya fue contratado por el gobierno del estado de Puebla para que lo asesore en la hazaña de superar la crisis financiera que hoy tiene, resultado de un déficit que al término del 2003 podría alcanzar los 2 mil 241 millones de pesos.

 

¿Y sabe de quién es la susodicha empresa?

 

Protego, de acuerdo con un memorándum de Jorge Aguilar Chedraui al secretario de Finanzas y Administración, Francisco Bárcena Compéan, es una empresa de consultoría dirigida por el doctor Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda y Crédito Público en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

 

Oficialmente, comenzó a trabajar a partir del 1 de agosto en la búsqueda de fuentes alternas de financiamiento, en la elaboración de la iniciativa de presupuesto del gobierno del estado para el 2004, y en el diseño de un programa de saneamiento de la hacienda pública estatal.

 

Y eso que las finanzas estatales, a decir de Rafael Moreno Valle y Francisco Bárcena Compéan, gozan de cabal de salud. ¿Se imagina si no fuera así?

 

Ahora que sabe que Protego es una firma líder en asesoría financiera, y que su director es ni más ni menos que Pedro el Grande, dígame: ¿sabe usted cuánto va a ganar? Y mire que no le pregunto sobre cuánto cree que pretende, sino cuánto va a recibir, en pesos contantes y sonantes, por tratar de resolver aquello que según dicen los finanzas boys de Moreno Valle & Co. no tiene ningún problema.

 

No se sorprenda. Se trata de una muy modesta suma: 300 mil pesos mensuales, más comisiones de 1.5% sobre las emisiones bursátiles CCP y ISTP, además de las fuentes alternas de financiamiento que logre identificar y la optimización financiera de los activos carreteros.

 

Toda una bicoca, ¿no?

 

Y eso, insisto, que las finanzas estatales gozan de cabal salud.

 

EN CORTO

            Entre quienes se aprestan a formar parte de la nueva dirigencia estatal provisional del Partido de la Revolución Democrática en el estado de Puebla anote usted los nombres de Alfonso Vélez Pliego, ex rector de la Universidad Autónoma de Puebla, y de Nicéforo Rodríguez Gaytán, secretario particular del secretario general de la UAP, Guillermo Nares Rodríguez. ***** Ahora que el gobierno del estado amenaza con emprender un riguroso programa de austeridad, que se prolongaría hasta el final del sexenio para no heredar deudas a la entrante administración, no estaría de más que reconsiderara la propuesta de construir un edificio para albergar al Instituto Electoral del estado (IEE) de Puebla. Y es que viéndolo con detalle, las rentas que el IEE paga por los inmuebles que actualmente ocupa –un edificio en la colonia Belisario Domínguez, otro en la colonia La Paz y bodegas en Cholula- son tan elevadas que más le valdría al gobierno estatal echarse a cuestas la construcción de sus nuevas instalaciones. En número redondos, el Instituto eroga 1.8 millones de pesos al año por el arrendamiento de sus oficinas y bodegas centrales. Por supuesto que esta cantidad en año electoral, como el que viene en el 2004, se multiplica por las casas que deben contratarse para los 26 consejos distritales y los 217 comités municipales electorales. ***** Y hasta la próxima.