Lunes, 19 Mayo 2003
Mayo19

Obras, el talón de Aquiles de MMF

Si el gobierno de Melquiades Morales Flores es vulnerable en un punto, éste es sin duda el de obra pública.

 

No hay más que echar un vistazo a las principales obras que la en actual administración estatal se han inaugurado o están en marcha para constatarlo.

 

El boulevard Forjadores de Puebla, el Cereso de Tepexi de Rodríguez, el Puente Siglo 21, la Ciudad Judicial, la carretera Puebla-Teziutlán y Casa de Ángeles, son algunos de los ejemplos más sonados.

 

En todos estos casos, los trabajos no sólo se encarecieron -algunos hasta en 300%-, sino que su ejecución se demoró más de lo previsto, a tal grado que obras que deberían estar en funcionamiento como Ciudad Judicial o el tramo carretero Tenextatiloyan-Teziutlán -asignado a la empresa Coconal- aún están en proceso.

 

El asunto preocupa no tanto por lo que ha ocurrido, sino por lo que está sucediendo -me refiero a las últimas licitaciones, cuyos fallos han favorecido a constructoras de dudosa reputación, ligadas a ex funcionarios y políticos- y por lo que está por venir.

 

De acuerdo con estimaciones de la Subsecretaría de Planeación y Egresos de la Secretaría de Finanzas y Administración, el gobierno del estado tiene previsto invertir en obra pública durante el último tercio del sexenio alrededor de 6 mil millones de pesos, cifra que representa lo que Melquiades Morales Flores gastó en este rubro durante sus primeros cuatro años de gestión.

 

Sólo en carreteras, entre las que destacan la terminación de la interoceánica, la Libres-Tenextatiloyan-Teziutlán, la Tlaxco-Tejocotal, la Tehuacán-Teotitlán y la Ixtepec-Caxhuacan, el gasto previsto es de 3 mil millones de pesos.

 

En obras de agua potable, drenaje y saneamiento la inversión será de mil millones, con lo que la cobertura en el caso del agua llegará al 90% de la población y en drenaje al 85%. En saneamiento la cobertura pasará del 4 al 40%.

 

En los dos últimos años del sexenio en escuelas, bachilleratos y tecnológicos se aplicarán 500 millones de pesos, y en el Complejo Cultural que se construirá en la zona de Angelópolis, bajo la dirección del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, 200 millones de pesos.

 

La preocupación radica en que no hay ninguna garantía para evitar que lo sucedido en los primeros dos tercios de la administración melquiadista vuelva a repetirse con los nuevos proyectos.

 

Y más cuando a estas alturas del sexenio la Contraloría aún no sanciona a los responsables de que las obras de la Ciudad Judicial, que se habían estimado en 80 millones de pesos, hoy cuesten casi cinco veces más, es decir, 380 millones; a quienes fueron incapaces de prever que los errores del proyecto ejecutivo de la carretera Puebla-Teziutlán provocarían que sus costos -sólo en el tramo Tenextatiloyan-Teziutlán- pasaran de 630 millones a más de mil 200 millones; o a quienes intervinieron en las obras del penal de mediana seguridad de Tepexi de Rodríguez, que de 75 millones terminaron en más de 200 millones de pesos.

 

¿Quién nos garantiza que esta historia no se repetirá con los 48 kilómetros que aún restan a la carretera Interoceánica en los límites con el estado de Morelos o con los trabajos de la Tlaxco-Tejocotal? ¿A quién se hará responsable de que las obras del Complejo Cultural Siglo XXI, cuyo proyecto ejecutivo y dirección se adjudicó de manera directa al arquitecto Pedro Ramírez, no terminen costando el doble de lo que se establezca el fallo del concurso? ¿O que esto tampoco suceda con las obras del Arco Oriente del Periférico Ecológico o con la carretera Apizaco-Huauchinango, si algunas de las constructoras a los cuales se están asignando los contratados son las mismas que encarecieron otros proyectos?

 

Son preguntas, que conste.

 

EN CORTO

            Esta semana se confirmará un adelanto de La Corte de los Milagros, la creación de una nueva Subsecretaría en la Secretaría de Finanzas y Administración, la de Planeación e Inversión, la cual estará a cargo de Juan Carlos Morales Páez. La nueva instancia será resultado de la reestructuración de la Subsecretaría de Planeación y Egresos, que se partirá en dos. La parte que tiene que ver con los Egresos continuará siendo llevada por José Joaquín Fernández Trujillo, mientras que la parte de Planeación de Juan Carlos Morales, de quien dependerán a su vez la Dirección de Estadística e Informática, la Dirección Operativa del Copladep, la Dirección de Planeación Regional y la Dirección de Inversiones Públicas. ***** Un personaje de la UAP que pareciera haber iniciado su campaña política con miras a la rectoría de la institución es el doctor Jaime Ornelas Delgado, consejero académico de la facultad de Economía. El sábado, durante la presentación de un número más de la revista Caja Negra, en el marco de la Feria Nacional del Libro que tiene lugar en el Museo de Arte San Pedro (antes Museo de Arte Virreinal), el profesor-investigador no desaprovechó la oportunidad para censurar el clima de persecución política que priva en la UAP, la intolerancia de los Doger  (José y Enrique) y la nula o escasa discusión en sus órganos colegiados de gobierno como el Consejo Universitario y los Consejos de Unidad Académica.