13/Septiembre/2012
Rolando Lino Mina

in m谩s rodeos: es un bot贸n capaz de detonar el orgasmo y la eyaculaci贸n, sin necesidad de un contacto directo con los genitales. Hasta ah铆 todo suena fascinante. El problema, es la ubicaci贸n.

Se le llama Punto P, porque est谩 situado en la pr贸stata;聽 un 贸rgano glandular masculino con forma de almendra. La pr贸stata se encuentra situada inmediatamente debajo de la vejiga y entre sus funciones est谩 producir fluido seminal.

Hay dos formas de activar el Punto P. Una, busc谩ndolo por encima de la piel. Podr谩 ubic谩rsele en la zona del perineo, que va del ano hasta la regi贸n donde comienzan los test铆culos. Hay que empezar frotando suavemente, aumentando la intensidad y ajustando la posici贸n conforme a la respuesta.

La otra聽 v铆a de estimulaci贸n del Punto P, suele poner en aprietos a la masculinidad. Se requiere introducir uno o dos dedos por el ano, hasta hacer contacto con la pared posterior (si el caballero se encuentra boca arriba). Al frotar en ese punto, podr谩 palparse f谩cilmente la ya mencionada 鈥渇orma del almendra鈥. Al comenzar a frotarla suavemente se pondr谩 dura y aumentar谩 su tama帽o. Una adecuada fricci贸n producir谩 un potente orgasmo.

A nadie podr铆a juzg谩rsele por no querer intentarlo. Sin embargo, la recompensa ofrecida puede tentar a cualquiera. A todo aquel que decida asumirlo como una aventura riesgosa, le servir铆a enterarse que el gusto por la exploraci贸n anal no modifica la orientaci贸n sexual.聽

Y aqu铆 un tip para mujeres. Nadie puede motivar mejor a un hombre para jugar en esa zona de placer extremo, que su pareja. La persuasi贸n femenina puede ayudar a que un caballero haga a un lado sus inhibiciones, para ir en busca de este para铆so sexual.

Y una m谩s para damas: la exquisitez de la caricia femenina, es ideal para estimular adecuadamente la pr贸stata. Empiecen proporcionando a sus hombres una adecuada lubricaci贸n. Comiencen acariciando suavemente y vayan haciendo esa caricia cada vez m谩s profunda, hasta topar con la famosa protuberancia que se siente como almendra. Est茅n atentas a las respuestas del caballero, para ir regulando la fricci贸n. El juego termina en que 茅l 聽experimenta un 茅xtasis imposible de describir.

Jam谩s resultar谩 f谩cil cambiar perspectivas cuya vigencia viene de siglos. Habr谩 quienes se atrevan a la primera; y habr谩 tambi茅n a quienes nunca los venza la tentaci贸n. Son definiciones personales, ambas muy respetables.