17/Agosto/2012
Diana Jiménez

Un muerto y un herido fue el saldo de una balacera registrada en el interior de un supuesto despacho de abogados, ubicado en el fraccionamiento San José Vista Hermosa. En el inmueble se encontraron chalecos antibalas y una granada de fragmentación, la cual fue asegurada por el Ejército Mexicano.

De acuerdo con los vecinos de la zona, aproximadamente a las 7:15 de este jueves, empezaron a escuchar gritos en el domicilio situado en calle 4 número 12.

"¡No primo, no!", fue lo que oyeron. Minutos después, empezaron a escuchar varias detonaciones de arma de fuego y posteriormente vieron salir a dos sujetos que huyeron en una camioneta tipo Windstar, color verde.

Al exterior del inmueble, los vecinos encontraron malherido a Ricardo Romero Serrano, de 44 años de edad, hermano de Juan Carlos Romero Serrano, magistrado del Primer Tribunal Unitario.

De acuerdo con los informes, Ricardo Romero  había regresado de los Estados Unidos y se hacía pasar por su hermano de Juan Carlos.

Este hombre presentaba al menos 10 lesiones de arma blanca en el tórax, abdomen y el miembro pélvico, además de cinco impactos de bala en otras partes del cuerpo.

Al verlo herido, los vecinos pidieron el apoyo de los números de emergencias y al lugar arribaron paramédicos del 066 y de SUMA, quienes atendieron al lesionado y lo trasladaron al Hospital La Paz, donde se encuentra grave.

Asimismo, ingresaron a la vivienda y en la cocina vieron a un hombre ensangrentado y sentado en la puerta que da al patio trasero, por lo que le revisaron sus signos vitales y se percataron que había fallecido.

El occiso se llamó Esteban Medina Penichet, de 35 años de edad, mismo que al parecer era arquitecto y socio del despacho jurídico. Esta persona también fue apuñalada y trascendió que recibió más de 10 balazos.

Al recibir el reporte, el personal de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) se trasladó rápidamente al sitio para hacer las diligencias correspondientes.

Elementos de Servicios Periciales embalaron varios casquillos percutidos y cartuchos útiles calibre 9 milímetros, aunque se desconoce la cantidad de los mismos.

En el lugar, las autoridades también hallaron tres chalecos antibalas, una granada de fragmentación, una máquina para contar dinero y algunos documentos cuyo contenido presuntamente está vinculado con la delincuencia organizada.

Las versiones

Según información extraoficial, Ricardo y Esteban estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes durante la madrugada, en un domicilio del fraccionamiento La Calera, y entrada la mañana llegaron a San José Vista Hermosa.

Por su parte, el director de la Policía Ministerial, Juan Luis Galán Ruiz, dio a conocer que los presuntos asesinos podrían ser conocidos de las víctimas, toda vez que la reja de seguridad fue rebasada y la puerta principal del inmueble no estaba forzada.

Asimismo, dijo que los individuos anduvieron por toda la casa, ya que en los cuartos —habilitados como despachos— se recogieron diversos indicios.

En cuanto a la granada, no se atrevió a asegurar de que se trate de un artefacto explosivo, sino más bien de un ornamento.

Por este suceso, la PGJ inició las investigaciones, bajo la averiguación previa 104/2012/AEH, y sólo espera a que el lesionado se recupere para poder tomar su declaración.

Los vecinos

Los habitantes del lugar manifestaron que el “movimiento” en el supuesto despacho y las personas que ingresaban ahí eran muy sospechoso.

Por las mañanas, explicaron, se encontraba un “licenciado” que recibía a los jóvenes, quienes iban vestidos de cholos, pero sólo estaba unas horas, en el día o la noche, y posteriormente se retiraba.

También señalaron que además de los jóvenes, siempre llegaban mujeres y hombres a bordo de camionetas con placas de estados del norte.

“El movimiento del señor era en las mañanas temprano o en las noches, y gente muy rara entrando, estilo chicano. El señor era como de 48 años y los jóvenes eran como de entre 22 y 35. No eran más grandes. Nunca vi gente más grande”, comentaron.

“A nosotros nos dijeron que era un licenciado, pero los movimientos eran muy raros. Siempre dijimos que era muy rara la cosa porque a mediodía no había nada. Si era un despacho, debía tener gente todo el día, ¿no? Pero no, estaba totalmente vacío y en las noches dejaban la luz prendida”, relataron.