Se ha señalado que la película “Los Miserables” será el trabajo consagratorio en la carrera de la actriz norteamericana Anne Hathaway. Su rol en este drama musical podría situarla entre las más reconocidas y las mejor pagadas de Hollywood. Era esa la razón por la que Ann recibió una buena parte de la atención de los medios, durante la premier del filme, que se efectuó el pasado lunes (10 de diciembre) en Manhattan.
Pero hubo en particular un suceso durante el esperado estreno, que envió la gran noche Hathaway hacia un rumbo completamente inesperado. La actriz –que dio sus primeros pasos en la empresa Disney- llegó al evento en una lujosa camioneta, enfundada en un elegante vestido diseñado por texano Tom Ford.
En ese momento casi nadie se dio cuenta. Lo más probable es que todo haya ocurrido apenas en una fracción de segundo. Pero a los fotógrafos de espectáculos se les paga por no perder un solo instante en los momentos importantes de las estrellas, y este fue uno de esos casos. Al girarse para descender del vehículo, Ann dejó ver que no se había puesto bragas. Sólo bastó con que la “ráfaga” de un periodista apuntara en esa dirección, para que la historia llegara a los medios.
Seguramente ella no tenía idea de lo que iba a ocurrir en las horas siguientes, o no quiso darle importancia. Durante la premier se le vio contenta y completamente despreocupada. Quizá el fotógrafo tampoco lo notó en el momento (sólo él lo sabe). El caso es que en pocas horas, la intimidad de Hathaway ya era noticia en los medios; y su entrepierna circulaba con brío en las redes sociales.
Así lo describió la actriz cuando la imagen hizo su aparición: “Iba saliendo del carro y mi vestido estaba tan apretado que no me di cuenta hasta que vi los flashes de los fotógrafos. (...) Fue devastador. Vieron todo. Mejor me hubiera levantado el vestido para ello”.
Pero dos días más tarde, Ann acudió a una entrevista en el programa “Today” (de la NBC) conducido por Matt Lauer y habló otra vez del tema. “Es un incidente desafortunado. Me puse triste por dos razones. La primera, porque vivimos una época en la que alguien toma una fotografía de una persona que se encuentra en una situación vulnerable, y en lugar de eliminarla la vende. Segunda, porque vivimos en una cultura que mercantiliza la sexualidad”, fueron sus palabras.
Paralelamente, expresó también que el hecho no la agobia. “No me avergüenzo de lo sucedido, fue un accidente”, comentó.
Para la blogger Bonnie Fuller –presidenta y editora en jefe de HollywoodLife.com- el hecho no representa una invasión a la intimidad de la actriz. Fuller escribió: “Los paparazzi no tienen la profesión más fácil. No negocian la paz ni curan el cáncer. Los de este caso, recibieron una acreditación para estar en la alfombra roja con el fin de retratar al reparto conformado por Hugh Jackman, Amanda Seyfried, Russell Crowe” y por supuesto a Anne Hathaway (habría que agregar).
Hathaway debutó en el cine con la comedia romántica “El Diario de la Princesa” (2001), pero a medida que su carrera avanza ha ido desempeñando papeles con una mayor exigencia actoral. Con “El Diablo Viste a la Moda” (2007) logró conectar con un público más adulto; pero fue definitivamente su participación en “The Dark Knight Rises” (2012) lo que le permite aspirar a convertirse en una estrella de primer nivel.
Su inclusión en “Los Miserables” (que se estrena en México el 14 de diciembre) hoy la sitúa como una candidata natural a ganar el Óscar. Quedar al menos entre las nominadas, le bastaría para cotizarse al más alto nivel a sus 30 años. Sin embargo, esa nueva posición de privilegio (con la que el 99.99 por ciento de la población sólo aspira a soñar) lleva implícita a una pérdida gradual de la privacidad. Así que hace bien tomándoselo con relativa calma, porque su éxito en grande apenas comienza.