23/Enero/2006
Eduardo González

A pesar de carecer del grado de maestría, cinco de los 17 alumnos del Doctorado Internacional en Ciencias Pedagógicas y dela Educación—que impartela Universidad de Camagüey, Cuba, y la UAP—, están a punto de egresar en situación irregular, y dos de ellos asesoran tesis de posgrado a estudiantes sin contar con el título académico necesario.

Entre ellos se encuentran Bernarda González Pérez —ex dirigente del Suntuap y secretaria particular del director de la facultad de Filosofía y Letras de1996 a2004—, así como Lilia Alarcón Pérez, quienes fungieron como jurado de exámenes profesionales y dirigieron proyectos de tesis durante 2004 y 2005.

La semana pasada se señaló ala UAPpor “ayudar” al otorgamiento del título como abogado del actual gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, después de 13 años de concluidos sus estudios. Esa acusación no fue desmentida ni confirmada por la institución.

El Doctorado Internacional en Ciencias Pedagógicas y dela Educaciónfue creado en febrero de 2003 durante la rectoría de Enrique Doger Guerrero, producto de un convenio conla Universidadde Camagüey de Cuba.

Los cursos iniciaron en mayo de ese mismo año con 17 alumnos, 9 profesores cubanos y 7 dela UAP, bajo la coordinación de Fernando Fernández Viñas y Jorge Fernández Pérez.

El Reglamento de Procedimientos del curso aprobado por ambas universidades establece como primer requisito para los aspirantes, presentar una copia del título de licenciatura, cédula profesional, y la copia del certificado de estudios de maestría con promedio mínimo de 8.

En septiembre de 2004, la directora dela Facultadde Filosofía y Letras dela UAP—área responsable de la administración del convenio—, María del Carmen Romano Rodríguez, tuvo conocimiento del incumplimiento de los requisitos de ingreso al doctorado por parte de cinco de los alumnos, así como de la falta de grado académico de dos de ellos para impartir clases y asesorar tesis de maestría, según el oficio 237/SIEP/2004.

Se trata de Lilia Mercedes Alarcón Pérez, Miguel Ángel Burgos Gómez, María Bernarda González Pérez, Osvaldo Quiroz Romero y Marco Antonio Velásquez Albo.

En julio de 2005la Universidadde Camagüey fue notificada de la situación, pero asentó que en su país no es indispensable titularse como maestro antes de ingresar al doctorado y advirtió que el requisito fijado en el reglamento se pactó a petición dela UAP.

“Una vez egresados del Doctorado, para revalidar el título de Doctor en Ciencias Pedagógicas, en el caso de México, deberán tener los estudios de maestría y el correspondiente certificado que lo acredite, esto lo conocen los alumnos y queda bajo su responsabilidad cumplir con los requisitos que su país, México, exige”, advierte el oficio firmado por Fernando Fernández Viñas, director del Centro de Estudios de Ciencias dela Educacióndela Universidadde Camagüey.

Para diciembre de 2005 —año y medio después de iniciado el doctorado­—, se notificó mediante el oficio 275/SIEP ala Vicerrectoríade Investigación y Estudios de Posgrado, a cargo de Pedro Hugo Hernández Tejeda, que los cinco alumnos citados mantenían sus expedientes incompletos, pese a que con anterioridad les fueron requeridos sus certificados de maestría.

En tanto que Bernarda González Pérez y Lilia Mercedes Alarcón se mantenían hasta ese semestre como profesoras y asesoras de tesis sin contar con el grado de maestría, con el aval de la directora de la facultad, Carmen Romano Rodríguez, y del coordinador de la maestría en Educación, Alejandro Fernández Pérez, quienes justificaron su permanencia debido a los estudios que realizaban de doctorado.

Aún con las notificaciones en su contra, Bernarda González y Lilia Alarcón fueron jurados en dos exámenes de grado de maestría en educación superior, celebrados el 24 de septiembre de 2004 y 17 de junio de 2005.

Asimismo González Pérez aparece con el grado de maestra y directora de la tesis “Evaluación de la eficiencia del Programa de TCU inglés en la facultad de Derecho y Ciencias Sociales dela BUAP”, fechada en octubre de 2005.

Lo mismo ocurre con Lilia Alarcón, a quien se identifica como maestra en la dirección de la tesis “Implementación de las tutorías en el Colegio de Historia dela UAP”, impresa en julio de 2005.

Lo anterior pese a que los artículos 35 y 37 del Reglamento General de Estudios de Posgrado dela UAP, establecen como requisitos para ser profesor titular o asociado el contar con un grado de maestro, doctor o especialidad en su área de enseñanza.