La escritora Lydia Cacho Ribeiro denunciará penalmente al gobernador Mario Marín Torres, al empresario Kamel Nacif, así como a los funcionarios relacionados con su detención y arresto, ya que expuso, el proceso penal al que está sujeta por difamación no obedece a un asunto jurídico, sino a una venganza.
Al darse a conocer la grabación que sostuvo el mandatario estatal con el llamado “Rey de la Mezclilla”, la autora del libro Los Demonios del Edén indicó que si Marín Torres tuviera un poco de dignidad debería renunciar a su cargo.
“Por un lado voy a tratar mañana mismo (miércoles) que mis abogados hagan llegar esta grabación al juez primero de lo penal para que vea que no es asunto jurídico sino una venganza. Ahora averiguo con los abogados cuáles son las instancias adecuadas para demandar al gobernador, a Kamel Nacif, a toda la gente involucrada, la propia juez, hasta sus últimas consecuencias, esto debe ser un castigo ejemplar.”
Entrevistada en el noticiero radiofónico de Carlos Loret de Mola, en W Radio, la también defensora de los Derechos Humanos en Quintana Roo, reconoció que el juicio contra el gobierno estatal podría durar de uno a dos años, sin embargo asentó que lo iniciará porque el caso no debe quedar sólo en una denuncia.
Cacho Ribeiro asentó que hoy se confirma el tráfico de influencias que existe entre las autoridades del estado de Puebla, muestra la “verdadera cara” de Mario Marín Torres y cómo es capaz de “vender” la justicia a un amigo.
“Dicen que las mujeres valen menos de una vaca, yo valgo menos de dos botellas de coñac”, agregó.
Calificó de inaceptable que un gobernador de la República Mexicana pueda participar en un asunto en el que negocian abogados su detención y encarcelamiento, así como con los trabajadores del Centro de Readaptación Social de Puebla para que la golpearan y atacaran sexualmente.
Lydia Cacho sostuvo que lo preocupante de este caso, más allá de los insultos que recibe del gobernador y el empresario textil, es el fondo político y la muestra de poder que representan los mandatarios Mario Marín Torres así como el chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía, ambos coludidos con Kamel Nacif.
Por último la escritora reiteró que en el Cereso de Puebla la esperaban presas para atacarla sexualmente, según se lo advirtieron reclusas y mujeres custodias del penal.
“En la enfermería me dijeron que hay una área de alta seguridad, donde me imagino que están las mujeres lesbianas, y me explicaron que con palos de escoba me torturarían sexualmente y no había nada que hacer”, apuntó.
