28/Febrero/2006
Javier Puga Martínez

“Se equivoca un gobernante cuando cierra los ojos ante las expresiones de la ciudadanía”, dijo Enrique Doger Guerrero, en clara alusión al secretario de Gobernación, Javier López Zavala y, al vocero estatal, Valentín Meneses Rojas, quienes restaron importancia de la Marcha por la Dignidad Ciudadana del domingo pasado.

Indicó que el PRI se ve afectado por el escándalo de la grabación entre Mario Marín y Kamel Nacif, “aunque a muchos de sus compañeros priístas no les guste lo que digo, pero ahí están las encuestas que así lo demuestran”. Sin embargo, le corresponde a los dirigentes del PRI evaluar el impacto que ha recibido el partido con los acontecimientos de las últimas dos semanas, dijo.

“Sostengo lo que he dicho en los últimos días y sí hay quien se siente afectado con mis declaraciones. Pero esconder lo que a veces es evidente tampoco le gusta a la ciudadanía.”

El pasado lunes, Javier López Zavala dijo que el gobierno del estado no está dispuesto a determinar la permanencia de Marín Torres a través de un referéndum, e insistió que el mandatario tiene el respaldo de las 900 mil personas que votaron por él y sólo “algunos poblanos” —30 mil que se manifestaron el domingo— desean su renuncia.

Por su parte, Valentín Meneses aceptó que la manifestación fue una importante muestra de descontento social que no pueden “soslayar”, aunque indicó que el reclamo ciudadano carece de un fundamento jurídico que obligue la dimisión de Marín.

Para el presidente municipal Enrique Doger, la marcha contra Mario Marín se realizó de manera respetuosa. “Vimos como un sector de la ciudadanía llamó la atención porque pidió el respeto a las instituciones. Esperamos que este asunto de las grabaciones y filtraciones, que ya se está investigando en la Suprema Corte de Justicia y en el Senado, llegue a fondo.”

Aclaró que ya hubo manifestaciones a favor y en contra del mandatario, lo que demuestra que hay gobernabilidad en el estado, sin embargo no le parece “lo más adecuado” ignorar las expresiones de la ciudadanía.

Remarcó que con el gobernador no hay ninguna clase de conflictos, aunque sabe que a algunos miembros del gobierno estatal no les han gustado sus opiniones. “Pero ocultar la realidad no ayuda en nada. Hay respeto con los diferentes niveles de gobierno y nosotros continuamos trabajando con el gobierno estatal y federal”, dijo el munícipe.

“A nosotros nos quedan dos años de trabajo por delante más allá de chismes, grabaciones y hasta de canciones que se escuchan ya en los antros. La mejor manera de enfrentar esta situación de crisis, conflicto o como se le quiera llamar, es con trabajo. La ciudad es mi responsabilidad y muy grande, seguimos trabajando en dar mejores obras y mayor seguridad.”

La confianza de los ciudadanos en sus instituciones debe ser lo principal para un gobernante, subrayó.