21/Marzo/2006
Carlos Ríos

La pelea entre “promarinistas” y “marinfóbicos” fue capitalizada de inmediato por el Frente Cívico Popular. Así, la trifulca entre quienes personifican la “ciudadanización” de la política y los representantes de la masonería poblana dejó en segundo plano el juicio popular al gobernador.

Cuando todos se habían retirado, los integrantes del Frente Cívico regresaron al parque Juárez. Luego del registro fotográfico frente al monumento de Benito Juárez, Malpica Uribe acusó a la gente del gobernador de “agresiva” y definió la lucha ciudadana como una protesta “contra la violencia del gobierno del estado”.

Y más todavía: “contra la intimidación, el terrorismo”. El tono de la crítica es directamente proporcional a la crisis que atraviesa la administración marinista, que el ex rector de la UAP sintetiza en la figura del mandatario estatal.

Como un perito ad usum, Samuel Malpica esbozó un perfil psicológico del gobernador: “se anda escondiendo, se siente acosado, no sabe qué hacer, está solo, se siente presionado, está agresivo, y uno se pone agresivo cuando ya no encuentra otras vías y cae en la ansiedad y desesperación”.

Que el “gober precioso” no acuda al parque Juárez es un dato que no pasa desapercibido para los poblanos; “no es cualquier aniversario, es el bicentenario, muy especial, el gobernador tenía que estar aquí y evidentemente se escondió”.

¿Persiste el descontento?
Sobre la marcha del próximo domingo 26, Malpica justificó antes de que se le preguntara lo que muchos pronostican, es decir, que la convocatoria será menor a la anterior, cuando 30 mil poblanos exigieron en las calles de Puebla la renuncia del gobernador.

Mientras, otros representantes ciudadanos anunciaban en rueda de prensa que el juicio popular contra el “gober precioso” se realizará también el domingo, con la participación del jurista Enrique González Ruiz, quien condujo el juicio popular contra Carlos Salinas de Gortari y también fue partícipe en el caso de Aguas Blancas.

“No es un fin, es un medio, es preparar la marcha a la ciudad de México del próximo jueves 30. Ya demostramos que tenemos el apoyo de la ciudadanía, ahora lo que hay que hacer es propaganda.”

La disociación amplifica los antagonismos. A la marcha que llegará a fin de mes al Distrito Federal, el gobernador ya responde con la convocatoria de sus giras por el interior del estado.

Mientras, en el bicentenario del natalicio del Benemérito de las Américas, Samuel Malpica —sentado en el templete al que nunca llegó el gobernador— dogmatiza: “el gobierno nos ha enseñado a no creerle”.