22/Febrero/2006
Blanca Patricia Galindo

Nativitas Cuautempan, Pue.- Sola, la mujer camina bajo el rayo del sol. Sigue, a paso lento, más lento que todos, el cortejo fúnebre de Blandina Torres, madre del gobernador Mario Marín Torres.

En su brazo izquierdo, la anciana lleva varias flores de nochebuena recién cortadas. En la derecha, una bolsa gris de mandado, en donde sólo se puede leer una frase: “Marín gobernador”.

Y así es todo aquí, en esta comunidad de la Mixteca poblana. Todo gira en torno de la imagen del gobernador nacido en Nativitas Cuautempan, de donde salió desde niño para estudiar.

Aquí, en donde la población estable es mínima porque la mayoría migra y abandona la árida tierra, donde ayer se rompió la habitual tranquilidad para dar paso a quienes llegaron a dar el pésame a la familia Marín Torres.

En una de las pocas tiendas de abarrotes del lugar, la dueña arremete verbalmente en contra de los periodistas. Para ella, como para muchos, son los responsables de lo que le sucede al gobernador.

Hoy, la solidaridad del pueblo está con él. Con su dolor. Con sus dolores.

Y todos, cada uno de los habitantes de Nativitas Cuautempan se solidarizan con él. Las mujeres, familia o no, reciben a quienes llegan de distintos puntos del estado para participar en las exequias.

Disponen comida, pan, café. Organizan los rosarios, y junto con los hombres del lugar reciben las flores, las colocan a lo largo de las calles y ayudan a que todo esté listo para la hora de la misa de cuerpo presente de doña Blandina.

La madre del gobernador, de 79 años de edad, falleció a las 6:00 horas del martes, víctima de cáncer pulmonar.

Hasta este lugar llegaron funcionarios del gobierno del estado y diputados locales pertenecientes al PRI. Arribaron también empresarios y presidentes municipales de distintas regiones.

Y junto con ellos, ayer el camino al cementerio fue recorrido por un anciano, un hombre viejo pero fuerte. Un hombre que con el saxofón en la mano, acompañó al mandatario. Un hombre con camisa blanca y playera de algodón con una sola palabra: Marín.