08/Enero/2004
Beatriz del Castillo

Para muchos poblanos el hallazgo de los cuatro niveles de catacumbas en la Catedral no fue del todo sorpresivo. Y es que desde hace algunos años de manera oral se ha transmitido que uno de los túneles termina en el Cerro de Loreto, otro en la iglesia de San Agustín y uno más en el edificio Carolino; así como aquellas historias de quienes encontraron cuartos ocultos con pertenencias de las familiares que en otra época habitaron esta ciudad.

 

Armando Rosario vive en barrio de los Sapos desde hace 75 años, él recuerda aún lo que en aquellos años se rumoraba en la ciudad sobre los túneles del centro:

“Yo recuerdo que desde chamaco mis tíos hablaban de un túnel que iba de la Catedral al Fuerte de Loreto y que algunas personas si lo pudieron recorrer. Se decía que cuando se hizo la plancha de piedra ahí se quedaron sepultadas muchas cosas”

 Para Alfonso Maya, quien desde hace 60 años se dedica a la venta de antigüedades en Los Sapos, estos rumores están basados en datos históricos muy precisos:

“Estos rumores se basan en lo que está escrito en los libros que hablan de la Catedral y que mencionan que a través de los túneles se comunicaban las Iglesias y que es también una de las razones por las que se presume que no se colocó el campanario completo en una de las torres, porque el peso de las campanas podían sumir los túneles”

José Castillo, de 68 años de edad, vive en la calle Juan de Palafox y Mendoza y recuerda que en las pláticas de vecinas se hablaba de que los túneles de Catedral conducían hacia el Cerro de Loreto y a la Iglesia de San Agustín, con lo que coincide su vecino Ángel Martínez, de 73 años de edad.

Jorge Magallanes, vendedor de Los Sapos, ha escuchado que debajo del Edificio Carolino de la Universidad Autónoma de Puebla hay otro túnel.

“Yo crecí con Puebla y por eso sé cual es el recorrido del túnel que va a los Fuertes” asegura con orgullo Manuel Morales, de 80 años de edad, a este medio:

“Hay subterráneos que llegan hasta la Iglesia de San Francisco y ahí suben hasta el cerro de Guadalupe, eso se ha dicho de generación en generación. También en muchas casas que han derruido han encontrado tesoros”

Si bien Maria Teresa Gómez de Yánez, propietaria del bazar Los Ángeles, localizado en el callejón de Los Sapos, no encontró túneles en su negocio, si encontró un cuarto oculto:

“Al quitar el piso de madera para reemplazarla encontré una entrada a un cuarto, pero no había ni oro, ni muebles, nada. Seguramente en esa época la gente construía escondites para guardar su dinero. Nosotros vendemos muebles antiguos y hay algunos que tienen cajones secretos y no es de extrañar que no sólo en los muebles ocultaran sus pertenencias, sino también en escondites bajo la tierra”.

El conocer la existencia de cuatro niveles de catacumbas vino a confirmar estos rumores populares, y en general hay expectativa de lo que pueda encontrarse en estos corredores subterráneos, aunque no hay fecha para presentar el proyecto ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Así lo refirió el alcalde Luis Paredes Moctezuma, quien explicó que la Universidad de las Américas (UDLA) para el estudio no recibirá ningún tipo de presión en cuanto al tiempo que tardará en el proyecto:

“Les hemos dicho que lo que les encargamos de ninguna manera está sujeto a tiempos políticos, no los vamos a presionar porque ya viene el informe lo as elecciones. Entendemos que es un asunto que no se resolverá en tres días, por lo que no soy nadie para opinar sobre una fecha, eso lo tienen que definir los especialistas”. Descartó que se esté dejando a un lado al Instituto Nacional de Antropología de Historia (INAH) en este hallazgo, pues el encomendar el proyecto a la UDLA es muestra de que se le está involucrando, pues en el caso de Gabriela Uruñuela, quien participará en el proyecto, es miembro del Consejo de Antropología de la dependencia federal.

Ante la negativa de revelar el nombre de los investigadores que participaron en el descubrimiento de las catacumbas, el munícipe explicó:

“Los métodos científicos empleados están en su fase experimental, dejan ver lo que otros no pudieron. Los investigadores están en fase de patentar la tecnología y no quieren que sus competidores científicos vean por donde van, por eso pidieron tener reserva de quienes son”.

Sobre las dudas que existen de la veracidad del descubrimiento el alcalde dijo que su administración no afrontaría un reto de tal naturaleza si no existiera evidencia contundente de lo que existe en el subsuelo de Catedral.