03/Octubre/2004
Claudia Lemuz

El presidente del Instituto Electoral del Estado (IEE), Alejandro Necoechea Gómez, rechazó que el organismo sea “una concesión” del gobernador Melquiades Morales Flores, aunque reconoció que le falta autonomía porque depende económicamente del Poder Ejecutivo.

Así lo manifestó en entrevista después de que el líder nacional de Convergencia, Alejandro Chanona, sostuvo aquí que los institutos electorales estatales son concesiones de los gobernadores en turno y prueba de ello es que en las elecciones de este año los mandatarios han conseguido que los comicios los ganen los candidatos de su partido.

“Melquiades Morales merece mi respeto por ser el mandatario estatal, pero no tiene ninguna ingerencia; para que un organismo electoral sea verdaderamente autónomo se necesita que así lo sea económicamente, pues por el momento es la única dependencia que existe del Ejecutivo”, agregó Necoechea Gómez.

También se pronunció a favor de cambiar la forma en que son electos los consejeros electorales. En lugar de que ésta sea tarea de las legislaturas debería ser una función ciudadanizada para dar mayor transparencia al proceso y evitar la intervención indirecta de los partidos políticos.

 

“No es que hoy no haya transparencia en la forma de elegir a los consejeros, pero siempre queda la duda de la forma como fuimos nombrados”, manifestó.

Agregó que los organismos electorales deben mantener la línea de personal ciudadanizado para que sin compromisos partidistas organicen las elecciones.

“Los que nos partidizan son los mismos partidos, no es el organismo. En el caso del Instituto Electoral de Puebla, puede garantizar el que se lleven a cabo los comicios sin la intervención de ningún instituto político”, defendió Necoechea Gómez.

Los partidos son los que nos ponen camisetas, nos las quitan y nos ponen de todos colores, pero el actuar de los consejeros es el que se debe valorar, porque los organismos electorales debemos actuar para favorecer a la ciudadanía que es a la que nos debemos, dijo.

Reconoció que los consejeros tienen afinidad con algún partido al momento en que emiten su voto, “pues ninguno de los que conformamos el Consejo General nulificamos nuestro voto. El ser apartidista no significa que no cumplamos con nuestra obligación de acudir a las urnas, aunque la función puede perfectamente llevarse a cabo sin necesidad de sesgo político alguno”.

Por último, recordó que durante los encuentros nacionales de autoridades electorales todos se han pronunciado por que un porcentaje del presupuesto de egresos se destine a la operación del IFE y de los institutos electorales estatales a fin de garantizar su autonomía.