06/Septiembre/2004
Claudia Lemuz

Con un vamos por todo, por la gubernatura, las 26 diputaciones y los 217 ayuntamientos, Mario Marín Torres rindió protesta por segunda ocasión como candidato del PRI a Casa Puebla, en un acto masivo –que la dirigencia del tricolor calculó en 26 mil asistentes- en el estadio de béisbol Hermanos Serdán.

 En su discurso, ante miles de simpatizantes vestidos con playeras y gorras de los candidatos del PRI, Marín se comprometió a impulsar un gobierno con mayor justicia social para todos, con mayor democracia y que trabaje por los campesinos, las madres solteras, las personas de la tercera edad y los discapacitados. En suma: por los más necesitados.

Bajo un sol intenso, y ante la presencia de Roberto Madrazo Pintado, líder nacional del PRI, el gobernador Melquiades Morales Flores y los ex gobernadores Gonzalo Bautista, Guillermo Jiménez Morales, Mariano Piña Olaya y Manuel Bartlett (el más ovacionado), el candidato del PRI a la gubernatura de Puebla se comprometió a ejercer un gobierno transparente y humanitario, que no solo rinda cuentas de lo que hace y de lo que gasta, sino que se ponga la mano en el corazón y se preocupe por los más necesitados.

En el estrado ubicado en la cancha del estadio Hermanos Serdán figuraron en primera fila los representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, Melquiades Morales, Víctor Manuel Giorgana Jiménez y Guillermo Pacheco Pulido, respectivamente, así como secretarios de estado, ex gobernadores, diputados federales y locales.

Aunque el evento fue por y para los aspirantes a ediles y legisladores, éstos aparecieron en segunda fila, salvo Enrique Doger Guerrero, candidato a la alcaldía de Puebla.

Una vez más la atención la acaparó Mario Marín, quien eufórico, al arribar al lugar, animó personalmente a los presentes a gritar: “Marín gobernador, Marín gobernador” y ondeó su mano para gritar “duro, duro, duro, duro, duro.”

Marín irradió felicidad, animó a la base priísta, posó para los fotógrafos y hasta jaló a su líder nacional al momento en que presentaron a Mariano González, su homólogo tlaxcalteca, para que Roberto Madrazo alzara el brazo de los dos en señal del triunfo que pretenden obtener el 14 de noviembre próximo, cuando se lleven a cabo los comicios en Puebla y Tlaxcala.

Enrique Doger hizo lo propio, lo que le valió que un grupo reducido exclamara en reiteradas ocasiones: “Con Doger y Marín, el PAN llegó a su fin”.

Antes de iniciar el acto formal, más de uno se peleó por saludar a Madrazo Pintado, único durante su discurso en destacar el trabajo que como primer priísta del estado realizó Melquiades Morales en lo que va de su sexenio. Mario Marín, Enrique Doger y Pericles Olivares Flores, candidato a diputado local por el distrito 3, sólo lo mencionaron en sus intervenciones.

Olivares Flores, ex aspirante a la presidente municipal de Puebla, fue el primer orador de la tarde. Al tomar la palabra, hizo hincapié en la unidad del PRI, resultado de la disciplina partidista, palabras que escucharon con atención Rafael Moreno Valle Rosas, Víctor Manuel Giorgana Jiménez, Germán Sierra Sánchez y Víctor Hugo Islas Hernández, quienes aspiraron a Casa Puebla y declinaron a favor de Mario Marín.

El segundo orador fue el ex rector de la Universidad Autónoma de Puebla, quien con pantalón y camisa de vestir se estrenó en un acto masivo del PRI y destacó que la verdadera transformación del país iniciará en los municipios.

Enrique Doger, tras concluir su mensaje, caminó hacia Mario Marín, quien con una sonrisa de oreja a oreja lo felicitó y palmeó su espalda, para después iniciar su discurso de más de 15 minutos.

Mientras Marín Torres afirmó que en Puebla van por todo, porque el PRI es un partido moderno y auténtico, comprometido con el pueblo, Melquiades Morales al término del acto, en entrevista, aclaró que depende sólo de los ciudadanos y de nadie más que su partido se lleva el carro completo en los comicios del segundo domingo de noviembre.

Ante la presencia de Melquiades Morales, sentado al centro junto al líder nacional del PRI, Mario Marín se comprometió a hacer un gobierno de nueva generación, con vocación de servicio, que tenga una nueva mentalidad, que trate mejor al pueblo y sobre todo que sea más eficiente.

Propuso invertir bien el dinero de los poblanos para hacer más con menos, para ejercer el poder con honestidad. “No más mentiras a Puebla, vamos a cumplir nuestra palabra”, destacó el abanderado del tricolor a la gubernatura.

Tras su discurso, Roberto Madrazo tomó protesta a los candidato y Melquiades Morales, sin emitir discurso alguno a la base priísta, clausuró el evento en punto de las 13:30 horas, momento en que un número considerable de priístas ya había abandonado el estadio de béisbol.

Mientras Morales Flores se tomaba la foto con su antecesor Manuel Bartlett Díaz, Mario Marín se acercó a los priístas, se inclinó para darles la mano y a los que buscaron su apoyo les firmó y recibió escritos. A manera de imitación, Enrique Doger saludó a distancia con la mano extendida a sus seguidores y pidió a uno de sus ayudantes que recibiera los escritos.

Clausurado el evento, ríos de personas corrieron por las calles aledañas al estadio, inmueble en el colgaban mantas de los candidatos a diputados y alcaldes.