Hace unos días le platicaba del ayuntamiento de Tehuacán, del desgarriate en que están metidas sus autoridades y de los excesos en que ha incurrido el síndico Miguel Ángel Romero Calderón al llevar a toda su parentela a la nómina municipal.
Hoy le tengo mayores detalles sobre el nepotismo del síndico, y de la inconformidad del sector privado de Tehuacán por la inseguridad y el vacío de autoridad que existe en el municipio, debido a que la alcaldesa en funciones no gobierna y deja que las decisiones importantes las tome su marido, Álvaro Alatriste Hidalgo.
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