Aunque en las dos últimas elecciones locales el PAN se ha desdibujado al participar en alianza con otros partidos —en 2010 con la Coalición Compromiso por Puebla (CCP) y en 2013 con la Coalición Puebla Unida (CPU)—, la apuesta de ir otra vez en coalición en los comicios de 2016, pero con un candidato no panista a la gubernatura se antoja demasiado arriesgada.
Aun considerando el desgaste de la marca PAN, por los escándalos de corrupción en que se han visto envueltas sus figuras nacionales, y el hecho de que los electores voten cada vez en función del candidato que del partido o coalición que lo postula, en Puebla no veo cómo un candidato que fue dirigente estatal del PNA o dirigente nacional de Convergencia puedan ganar la simpatÃa de los votantes filo panistas.
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